El Puerto de Almería se embarca en el realce del sensible monumento de Mauthausen

La presidenta de la Autoridad Portuaria de Almería, Rosario Soto, ha querido aclarar los planes inmediatos y a medio plazo sobre el monumento dedicado a las víctimas del campo de concentración nazi de Mauthausen ante el cierto alboroto por el comentado, en redes sociales, posible traslado de este sensible recuerdo. Ubicado en el parque de Las Almadrabillas y junto al Cargadero del Mineral, Bien de Interés Cultural, está afectado por las obras de apertura del Puerto a la ciudad.

La posibilidad de un traslado saltaba del rechazo en las redes sociales al Pleno que celebró el Ayuntamiento de Almería este pasado miércoles, interpelando el Grupo Municipal Socialista al concejal de Cultura, Diego Cruz, quien confirmó la existencia de un “proyecto para su puesta en valor” sin abundar el edil del PP en más detalles.

Los ha ofrecido la propia presidente de la Autoridad Portuaria, quien ha explicado que la acción que tiene prevista es llevar a cabo la reparación de las deficiencias que ha ido acumulando el monumento, lienzo habitual sin significado alguno para los desaprensivos del espray a los que se les suma otra tipología de actos que pueden catalogarse de vandálicos. En concreto, la placa que antecede al conjunto conformado por una escultura y las columnas que recuerdan a los 142 prisioneros del campo de concentración. Entre ellos, Antonio Muñoz Zamora, el que fuera el último superviviente almeriense y uno de los principales impulsores de la construcción del monumento.

Sus familiares, en compañía de la socialista Martirio Tesoro, mantuvieron una reunión con la presidenta de la Autoridad Portuaria. “Llevan más de un año pidiendo a las administraciones (Subdelegación, Junta y Ayuntamiento) una placa. No es nuestra competencia, pero les trasladé la voluntad de asumir el gasto para poner la placa de mármol con el grabado correspondiente”, explica Soto sobre esta conversación “privada”, en la que la presidenta también comunicó a las personas presentes que el monumento está afectado por las obras del Puerto-Ciudad. “Es necesario levantar el pavimento para llevar a cabo canalizaciones, por lo que les propuse aprovechar esta actuación para darle un mayor realce”.

Aclara Soto que son sugerencias, pues en los planos esta zona está “en blanco”. La idea lanzada es mover el conjunto “menos de cien metros”, situado más próximo al varadero del Club de Mar, dándole visibilidad, dotarlo de iluminación y colocar la placa explicativa de la que carece el monumento de cara a los visitantes y, por qué no, generar un mayor respeto hacia el significado del mismo. También planteó Soto la posibilidad de suprimir las columnas e instalar pequeñas placas de bronce con cada uno de los nombres de las víctimas. “No vamos a hacer nada que las hijas de Muñoz Zamora no quieran. Si quieren dejarlo tal como está, así será, por lo que polémica cero”, ha incidido Soto quien añade que su “compromiso con la familia, y con la sociedad almeriense, es respetar a las víctimas y poner en valor esos hechos que todos condenamos y ensalzar, en la medida de lo posible, el monumento”