Los problemas crecen en el hotel Andarax: tercer altercado de los inmigrantes alojados
La expulsión el miércoles de un inmigrante senegalés, que acabó siendo detenido, provocó una revuelta masiva contra dos guardias civiles que tuvieron que encerrarse en su habitación y pedir refuerzos
Decenas de inmigrantes se concentran en Almería por no poder obtener cita para el asilo

La convivencia e integración social de los inmigrantes africanos que vienen siendo trasladados desde las islas Canarias hasta hoteles de la provincia no está siendo nada fácil y su estancia ha propiciado en lo que va de año varios episodios de protestas y motines, sobre todo en el establecimiento situado en la calle Santa Fe de Aguadulce. En el hotel ELE Andarax se aloja desde enero un grupo de alrededor de 200 inmigrantes, bajo tutela de la oenegé Accem especializada en el derecho al asilo de los refugiados y la protección internacional, y se han realizado tres intervenciones de la Guardia Civil y Policía Local por diferentes problemáticas que han ido surgiendo relacionadas con el alojamiento y convivencia de los subsaharianos como las hostilidades entre los grupos de senegaleses y malienses y de la propia estancia que debería ser temporal y se eterniza en el tiempo.
La última revuelta se produjo el 21 de mayo pasadas las tres del mediodía cuando una persona se alteró en exceso y se encerró en su habitación con una actitud muy violenta. Este periódico ha tenido acceso al atestado que recoge la intervención de nueve patrullas de la Guardia Civil y Policía Local ante la situación de riesgo que se generó por el comportamiento inadecuado del joven senegalés. El responsable del programa de protección en el hotel informó a este inmigrante que tenía que irse a otro centro de la capital porque le constaba una orden de expulsión e ingreso en otro centro en lugar de acatarlo se rebeló y con algunos de sus compañeros amenazó a los trabajadores sociales de la oenegé e inició una serie de altercados que obligaron a la actuación de la Benemérita.

Cuando los agentes le instaron a recoger pertenencias para su traslado, con la ayuda de un intérprete, desobedeció estas indicaciones y se negó a dejar el hotel. En ese momento, otros de los jóvenes africanos rodearon a los guardias civiles y comenzaron a insultarles e increparles, por lo que tuvieron que refugiarse en esa habitación con el insubordinado y pedir refuerzos. Los agentes, sin perder la calma pese a la difícil coyuntura que se había generado, le pidieron que se tranquilizara y deponer su actitud, pero hizo caso omiso. Cuando las dotaciones de refuerzo llegaron al establecimiento se procedió a su detención y traslado al puesto de la Guardia Civil de Roquetas para la instrucción de diligencias.
No sin antes sufrir represalias de los inmigrantes alojados que seguían alterando el orden público dando golpes en las puertas, volcando papeleras y causando daños en el mobiliario del hotel. Los agentes de Guardia Civil y Policía Local protegieron a los trabajadores de la oenegé y el establecimiento de las protestas de los huéspedes que llegaron a principios de año. También en mayo, en torno a las dos del mediodía, tuvieron que desplazarse tres patrullas porque se produjo otro altercado, en esa ocasión sin detenidos. Pidieron con pancartas y gritos “papeles y trabajo”, como ya ocurriera el año pasado con otro medio centenar de inmigrantes que se alojaban en el hotel Alegría de El Toyo y que se desplazaron a pie hasta la puerta de la Comisaría de Almería para protestar por el retraso en las citas para conseguir asilo de la Oficina de Extranjeros, así como por la falta de ropa y dinero.
Inmigrantes desde Canarias a cuatro hoteles de Almería
A finales de octubre de 2023 llegaba a la provincia un avión procedente de Canarias con 321 inmigrantes para ser alojados en el hotel Alegría de El Toyo. Era el primer contingente al que seguirían, meses después, otros grupos que se instalaron en el Centro de Atención de Emergencia y Derivación (CAED) de Cruz Roja en Almería, el hotel ejidense de Almerimar, el ELE Andarax de Aguadulce y otro más en Roquetas. Se planteó incluso una quinta opción en un hotel sin actividad de la pedanía de Puente del Río de Adra, pero no se llevó a cabo por la fuerte oposición del ayuntamiento y los vecinos. El dispositivo se ha ido incrementando y rebajando en función de las directrices del Gobierno que explica que este sistema de acogida humanitaria y protección internacional es "flexible" y cuenta con recursos que "abren y cierran en función de las necesidades de cada momento. La administración estatal recurre para la gestión de las instalaciones a organizaciones de garantía con presencia en la provincia como Cruz Roja, Accem y Cepaim-Almería Acoge.
Al comienzo de su estancia en Aguadulce, el 11 de enero, tuvo lugar otro incidente que obligó a la movilización de seis patrullas de la Guardia Civil y dos más de la Policía Local porque el grupo de inmigrantes que había llegado desde el archipiélago canario se mostró indignado con la comida del establecimiento y también por la falta de wifi para mantener comunicaciones con sus amigos y familiares. Según confirman a este medio integrantes de las dotaciones que se desplazaron, cuatro del puesto de Roquetas y dos de apoyo de la compañía, también se vivieron actitudes violentas y agresivas, si bien se solventó esta rebelión sin arrestos ni heridos ni fue necesaria una carga policial. En el hotel Andarax, los problemas de convivencia crecen y en apenas cinco meses han sido tres los altercados.
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