Joaquín Pérez de la Blanca abandona Vox por "discrepancias insalvables" con el partido

El joven abogado que ejercía la portavocía dará todas las explicaciones en el pleno municipal de este viernes en el que se abordará su paso al grupo de los concejales no adscritos

Joaquín Pérez de la Blanca deja Vox por "discrepancias insalvables" con el partido y pasa al grupo de los no adscritos
Joaquín Pérez de la Blanca deja Vox por "discrepancias insalvables" con el partido y pasa al grupo de los no adscritos / Rafael González

El que fuera candidato de Vox en la capital hace un año y portavoz del grupo municipal hasta esta mañana, Joaquín Pérez de la Blanca, ha presentado un escrito de renuncia a su formación en el registro del Ayuntamiento de Almería solicitando pasar al grupo de los no adscritos. Será el punto número tres del orden del día del pleno que se celebra este viernes en el que el joven abogado que encabezó la lista de la formación de Santiago Abascal dará todas las explicaciones pertinentes sobre su marcha, si bien hoy ha querido adelantar a este periódico que lo hace por "diferencias insalvables" con el partido.

Joaquín Pérez de la Blanca, letrado con despacho propio que fue el primer afiliado de Vox en la capital en 2014, ha pedido abandonar la formación verde para pasar al grupo de los no adscritos del consistorio municipal al considerar insostenible su presencia en este partido. Esta mañana ha recibido cientos de llamadas de excompañeros y cargos de la organización de dentro y fuera de la provincia para conocer los motivos de una marcha que no resulta tan sorprendente como parece porque ya con anterioridad había evidenciado su profundo malestar con decisiones adoptadas en el seno de la formación de Santiago Abascal.

A partir de ahora la portavocía recaerá en Juan Francisco Rojas, concejal que iba en el puesto número dos de la candidatura y que también ejerce esa responsabilidad en la Diputación Provincial. El cambio no sólo será para esta formación, sino que implica un nuevo escenario político en el plenario del Ayuntamiento de Almería al contar el equipo de gobierno del PP con una nueva ‘oferta’ de alianzas, al margen de Vox y Ciudadanos, porque tiene 13 ediles y sólo necesita un voto más para la mayoría.

Con anterioridad, a principios de este año presentó su renuncia a seguir en la organización la parlamentaria andaluza Luz Belinda Rodríguez, que también pasó al grupo de diputados autonómicos no adscritos después de denunciar una situación de acoso laboral orquestada por los responsables en la comunidad sin ningún tipo de amparo por parte de la dirección nacional de Vox. A los días también lo comunicó un concejal de Vícar, Rafael Ruda, también por su postura contraria a la gestión y estrategia que en la prvoincia quedó en manos de la gestora que encabeza Rodrigo Alonso.

La enésima crisis del partido que dio el ‘sorpasso’ por la derecha

Vox no ha dejado de sufrir golpes orgánicos a su estabilidad, que han dejado el partido en manos de una gestora, pese a los buenos resultados que vienen cosechando en su corta trayectoria en la provincia. Lograron ser la tercera fuerza política en las elecciones andaluzas, conseguir 22 concejales en siete de las veinte localidades en las que concurrieron en las municipales de mayo y dar el ‘sorpasso’ por la derecha al PP en las últimas elecciones generales. Sin embargo, el éxito electoral no les ha privado de una crisis tras otra y la enésima fue la salida de Luz Belinda Rodríguez. Con anterioridad sufrieron el cisma de la expulsión abortada en El Ejido, derivada del intento frustrado del portavoz Juan José Bonilla de hacerse con una de las dos actas de diputado provincial del partido judicial de Berja. Fue la gota que colmó el vaso tras una cascada de dimisiones de los vocales y secretario de la ejecutiva provincial y otras desavenencias y escándalos previos como el de la candidatura fallida del conocido como Coronel Denuncias. Poco después se ha producido un escándalo en Roquetas con el paso al grupo de los no adscritos de dos de sus concejales a los que ahora se ha sumado el de Vícar. La estabilidad se resquebraja aún creciendo en votos.

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