El porcino factura 76 millones y gestiona su purín para la fabricación de abono
La provincia ceba cada año 1,5 millones de cerdos · Cada animal genera entre cinco y diez litros de residuos al día · La costa de levante posee 331 explotaciones, el 60% del total
Huércal-Overa es uno de los municipios de España con mayor número de cabezas de ganado porcino (posee el 3% del total nacional), todo un escaparate de una forma de vida que se hace extensiva al territorio del levante almeriense y que en los últimos años ha otorgado a la zona un potencial más que reconocido por su carne a escala nacional e internacional.
La situación actual del sector no atraviesa su momento más boyante, acuciado por la caída de los precios y agobiado por los elevados costes de producción, piensos principalmente. Todo ello, a pesar de que la carne de cerdo es la más consumida en la Unión Europea, con el 50% del total, al igual que ocurre en el mercado mundial, con un 37,4%, aunque en este caso le sigue muy de cerca la carne de ave, con un 35,3%. Y con el aliciente de que los españoles son los que más carne de cerdo consumen en la UE, con una media de algo más de 63 kilos, mientras que la media europea asciende a 47 kilos, según los datos elaborados por la Comisión Europea, correspondientes al ejercicio 2008.
El ganado porcino en la provincia factura cada año 76 millones de euros. Existen en territorio almeriense alrededor de 550 explotaciones, que generan al año 1,5 millones de cerdos cebados, gracias a las 395.000 plazas de cebo, lo que arroja un ratio de entre 3 y 4 partos anuales por cada una.
A ellos se suman más de 33.400 cerdas de vientre, 1.700 animales reproductores, 500 verracos y más de 150.000 lechones, según los datos que maneja la Delegación Provincial de Agricultura y Pesca de Almería.
Las empresas dedicadas a esta actividad se concentran en la Costa de Levante, con nada menos que 331, seguidas de Los Vélez, con 66; el Bajo Andarax (62); el Poniente (50); y Alto Almanzora (28).
Las explotaciones porcinas de la Costa del Levante almeriense generan una cifra de residuos que supera los 777.700 metros cúbicos de purines al año, lo que equivale a 2.256.000 kilos de nitrógeno anuales. La producción de estos purines se concentra en los municipios de Antas, Cuevas del Almanzora, Los Gallardos, Mojácar, Turre, Vera, Zurgena y, principalmente, Huércal-Overa y Pulpí.
Huércal-Overa es, precisamente, la población que más residuos del cerdo genera en Almería, con más de 534.000 metros cúbicos de purines y 1.773.000 kilos de nitrógeno cada año.
El purín es un residuo que debe seguir un tratamiento específico por su alto contenido en nitrógeno, lo que le confiere unas características muy apropiadas para ser utilizado como fertilizante, al mismo tiempo que obliga a una óptima gestión de almacenamiento, transporte y utilización para evitar la contaminación del terreno o de las aguas subterráneas, por filtración.
La mayor parte de los purines, el 60%, se genera durante la fase de cebo, un 26% por la actividad de los reproductores, y el º4% restante en la fase de cría.
Cada cerdo de cebo produce una media de entre 5 y 10 litros de purines al día, por lo que Almería genera entre dos y cuatro millones de litros cada día.
El tratamiento que siguen estos residuos está regulado mediante un Real Decreto del año 2006, que recoge la obligatoriedad para las explotaciones intensivas de contar con balsas y un plan de gestión de residuos ganaderos, aprobado por la Delegación Provincial de Agricultura y Pesca, la autoridad competente en esta materia, salvo a la hora de la puesta en marcha de las explotaciones.
En ese caso, a la Delegación de Medio Ambiente le compete otorgar la autorización ambiental para la entrada en funcionamiento de las instalaciones porcinas que superen ciertas capacidades: 2.000 plazas para cerdos de cebo de más de 30 kilos; 2.500 plazas para los de más de 20 kilos; 750 plazas para cerdas reproductoras y 530 plazas para cerdas en ciclo cerrado, contabilizando la Delegación cerca de 60 granjas con esta autorización.
Medio Ambiente somete a revisiones periódicas estas explotaciones, cuya autorización deben renovar cada ocho años.
En Almería existen dos tipos de balsas en las explotaciones porcinas: de almacenamiento, durante tres meses; y de secado natural. La forma habitual de gestionar los purines en Almería es emplearlos como fertilizante agrícola en superficies y cultivos que permite la legislación sobre contaminación de suelos con nitratos procedentes de la ganadería, pero con una capacidad limitada de uso.
La forma de gestión más frecuente en la provincia es a través de grandes balsas de secado. Murcia es la región más demandante de este abono para su uso en el campo, aunque los cultivos al aire libre de Pulpí también son buenos clientes, "sobre todo, la lechuga", matiza el delegado de Agricultura, Juan Deus.
El máximo responsable de Agricultura en Almería asegura que las explotaciones de la provincia cumplen con todos los requisitos medioambientales y asegura que es imposible que haya filtraciones al subsuelo porque "las balsas están impermeabilizadas".
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