La vista gorda política sepulta la historia de la Cueva de Conan

El Ayuntamiento de Almería y la Junta de Andalucía permanecen impasibles ante la carrera hacia su completa desaparición de la Cueva de Conan, sin ese buen ojo certero que hubiera recuperado, mediante un acuerdo con la sociedad promotora propietaria de los terrenos, Carrida Grupo Inversor, esta cinematográfica cavidad como atractivo turístico. El propio empresario almeriense, José Luis Carrión, que cuenta con licencia municipal para acometer los desmontes, reconoce que, desde que adquirió el suelo donde proyecta la construcción del centro comercial de la Rambla, en 1996, "nadie se ha interesado por la cueva. Nadie".

La historia de la Cueva de Roque, como realmente se llama, ha pasado inadvertida para las Administraciones, al menos en la práctica, pese a constituir un elemento de gran atractivo cultural. John Milius no fue el único director de cine que la escogió para rodar Conan, El Bárbaro (1982). Sus características, sobre todo su amplitud y una altura de cinco metros, la convertán con anterioridad (1971) en una excelente localización para Sol Rojo, de Terence Young, con Charles Bronson, Ursula Andress y Alain Delon como protagonistas; y Blindman, largometraje de Ferdinando Baldi con Ringo Star.

Tras los rodajes de Tez e il signori degli abissi (1985) y de Guerreros del Sol (1986), la Cueva de Conan volvería a ser escenario de una película que se ha convertido hoy en un título de culto en América y sobre la que el Instituto de Estudios Almerienses ha organizado este fin de semana una jornada en Tabernas coincidiendo con el 25 aniversario de su rodaje. Alex Cox agrupaba en Almería, con el bajo presupuesto de Straight to hell, a Courtney Love, Dennis Hopper, Elvis Costello, Grace Jones, y el mismísimo Joe Strummer (The Clash).

El actor Kevin Spacey suma valor a la Cueva de Conan, que durante la Guerra Civil también fue utilizada como polvorín y refugio de la población civil. El único proyecto relacionado con su recuperación que haya trascendido a la opinión pública durante estos últimos años ha sido la colocación de una señal turística por parte del Ayuntamiento de Almería, administración que, por otro lado, autorizó el pasado año las obras para la consolidación de los taludes sin que haya girado la visita de inspección reclamada por la Plataforma Salvemos La Molineta para evaluar el alcance de las actuaciones. Aunque no existe ni esa mera señalización, La Plataforma, cree, sin embargo, que todavía se está a tiempo para que las Administraciones tomen cartas en el asunto y recuperan la cavidad.