Javier García: “Intentaré estar a la altura de mi predecesor, mi presidente y mi maestro”

La familia popular almeriense y una nutrida representación de la sociedad provincial acompañaron ayer Javier Aureliano García Molina en el que calificó como el día más importante de su vida política. Y no era para menos. Poco antes de la una del mediodía era investido presidente de la Diputación de Almería con los votos favorables de los diputados de su partido y las abstenciones de la oposición que conforman PSOE, Ciudadanos e Izquierda Unida.

En presencia de más de 250 invitados, representantes de las instituciones públicas, el tejido empresarial y los agentes sociales, se hizo efectivo el relevo de Gabriel Amat y el que ha sido su mando derecha tanto en la Diputación como el PP. Y no faltó casi nadie. De hecho, acudieron al pleno de investidura las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, el general de la Legión, el comandante naval, el obispo de Almería, la presidenta de la Audiencia Provincial, el rector de la UAL y hasta el productor musical de David Bisbal, entre otras personalidades y cargos públicos, además de casi setenta alcaldes y decenas de concejales de diferentes formaciones políticas. Entre los empresarios destacó la asistencia de José María Rossell y Francisco Martínez-Cosentino y del PP se desplazaron el secretario general, Teo García Egea, los presidentes de Málaga y Granada, Elías Bendodo y Sebastián Pérez, y el exministro Juan Ignacio Zoido.

Después de la constitución de la mesa con los diputados de mayor y menor edad, Francisco García y Fernando Giménez, se procedió a la presentación de candidaturas y la oposición, por la simple razón de que la aritmética no le daba, optó por no presentar ninguna alternativa. A partir de ahí se sucedieron los discursos de los portavoces, todos previsibles con críticas al presidente saliente y al que lo iba a ser por cómplice de su gestión, pero tendiendo la mano al diálogo y colaboración en beneficio de la provincia.

Tanto Roberto Baca (Ciudadanos) como Juan Antonio Lorenzo (PSOE) se mostraron dispuestos a trabajar con el nuevo presidente, si bien le reclamaron un mayor consenso al equipo de gobierno. El diputado más joven fue precisamente el que cerró el turno de intervenciones en representación de los populares y cuestionó el tono empleado por los portavoces de la oposición en una jornada en la que despiden al que consideran un presidente que ha hecho historia en Almería y del que “este equipo de gobierno ha aprendido enormemente estos años”.

Fernando Giménez resaltó que se habían puesto en orden las cuentas y subrayó la contribución de Javier Aureliano García a los logros cosechados y a propiciar un clima de diálogo y cooperación con el resto de formaciones. El resultado de la votación a la candidatura del PP, único punto del orden del día, fue de catorce votos a favor y doce abstenciones. La corporación provincial normalmente la forman 27 diputados, pero sigue faltando por cubrir el acta a la que renunció Amat en diciembre y que pasará en los próximos días a la exalcaldesa de Pechina, Mari Ángeles Morales.

Tras el recuento de papeletas, el Patio de Luces rompió en aplausos y el flamante presidente, secretario general del PP en Almería desde 2008, tomó la palabra con agradecimientos a los que le han acompañado siempre, planes y retos de futuro y orgullo de ser almeriense. Sus primera dedicatoria fue, sin duda, para el expresidente, del que ha sido fiel escudero durante más de una década, años en los que el PP ha ganado todas y cada una de las elecciones en las que concurrió en la circunscripción almeriense. Expresó su emoción ante el gran compromiso de “estar a la altura de una gestión tan brillante como la que ha hecho mi predecesor, mi presidente y mi maestro, Gabriel Amat”.

Javier Aureliano García destacó que ha situado a la Diputación de Almería como la institución más inversora de Andalucía, después de sanear una deuda millonaria y haber solventado problemas como la necesidad de agua potable en media provincia. “Siempre intenté seguirte y seguiré por ese mismo camino para hacer crecer a los 103 pueblos de Almería”. Después de siete años y medio de trabajo codo con codo, el nuevo presidente ha puesto en valor el aprendizaje y el orgullo de haberle acompañado. Y no podía olvidar tampoco a Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, actual senador que le brindó la oportunidad de saltar a la primera línea política cuando era alcalde de Almería.

El siguiente nombre en su discurso fue el del primer edil en la actualidad, Ramón Fernández-Pacheco, al que emplazó a seguir colaborando para llevar a cabo grandes proyectos en la ciudad. Por último, Miguel Ángel Castellón cerró la lista de los elogios, porque ha sido como un hermano y en buena medida -aseguró- ha podido alcanzar la presidencia por su respaldo permanente. A partir de ahí, exhibió una serie de consecuciones de un equipo de gobierno que ahora encabeza en las últimas dos legislaturas como el récord de cifras turísticas con la consolidación de la marca Costa de Almería, que ha pasado en verano de 7 a 218 vuelos cada semana por las operativas con los principales turoperadores de Europa.

Otro de los logros que tendrán continuidad será el cinematográfico, con una provincia que cada día recibe más rodajes. Y habrá más promoción e incentivos para las productoras con el objetivo de crear empleo y riqueza. Y la agricultura, como eje de la economía almeriense, será otro de los pilares de una gestión que se prolongará como mínimo hasta finales de mayo. “Mi sueño como representante público es que no haya ni un solo parado en la provincia y quiero dirigirme a los 56.269 almerienses que están sin trabajo para prometerles que mi equipo y yo vamos a poner todo el esfuerzo, dedicación y recursos”.

En la recta final del discurso de investidura realizó un anuncio de planes contra la despoblación y una medida consistente en poner cajeros que servirán para acercar los servicios de la Diputación y las entidades financieras a los pueblos más pequeños. Y a partir de ahí, el orgullo almeriense, el de la huerta de Europa y playas paradisíacas, la tierra más emprendedora y a la vez solidaria, se intercaló con su lado más reivindicativo ante todas las administraciones que no cumplan con la provincia, incluida la Junta de Andalucía que presidirá Juanma Moreno de forma inminente. “Almería dejará de ser el rincón olvidado de la región, el PP no os va a defraudar”, añadió. Su última alusión, desde el corazón, la reservó para su madre que por motivos de salud se tuvo que quedar en casa y seguir el pleno por la radio de Diputación.