Del puesto a la plancha: el tapeo toma asiento en el Mercado Central

Ha costado, pero ya puede decirse que la hostelería ha entrado en el Mercado Central, con una primera iniciativa que ha abierto al público la receta mágica que saborean otras muchas plazas de abastos españolas: la de consumir los productos que uno compra sin salir del recinto. Ya sea pescado, carne o verduras, el cliente entrega el género en el bar y allí te lo sirven a la plancha, listo para degustar.

Desde la pasada legislatura, el Ayuntamiento de la capital ha venido planteado la entrada de hostelería como acicate para el comercio minorista tradicional y, tras una tramitación farragosa, en agosto del pasado año fueron adjudicados varios puestos con esta finalidad. Uno de ellos está abierto desde el 1 de febrero. No puede hablarse de un nuevo bar, porque en realidad es la ampliación de la cafetería existente en el interior de la plaza. Le ha permitido pasar de 35 comensales a 65 en total con la nueva zona que han ocupado con sillas y mesas. Y el cartel donde publicita su plancha disponible para aquellos que opten por la fórmula de comprar y comer al instante allí mismo.

“Hemos tenido muy buena acogida, especialmente los fines de semana, que se llena. Puedes comprar tu tomate raf, gambas, almejas, calamar y te lo ponemos”, explica Ana Gutiérrez, quien señala la pizarra de precios: el mínimo de plancha, 4 euros; media plancha, 7: y entera, 13 euros.

El Ayuntamiento ha permitido, además, ampliar el horario, que antes estaba limitado hasta las 16.00 horas. Con una hora y media más, los comensales pueden tomarse su tiempo para pedir un postre, una café o lo que deseen. Pronto este negocio contará, además, con vinacoteca, y tapas de salazones.