Los pioneros del Cross de Las Dunas

Almería

La primera edición de la mítica prueba atlética se celebró en 1966 en Torregarcía

Los pioneros del Cross de Las Dunas
José Manuel Bretones

06 de noviembre 2022 - 05:00

Almería/Eso de correr por la ciudad antes no se estilaba. En los sesenta y a mediados de los setenta, los únicos que salían pitando por las calles eran los niños cuando oían la “Ducati” de “El Cañaero”. El policía municipal que les quitaba la pelota. Casi nadie iba deprisa porque ni se había inventado el “footing” ni el “running”. En la calle, si te topabas con alguien que iba “follaovivo” por la calzada, rápidamente pensabas que algo malo habría hecho y estaba huyendo.

Quienes sí querían hacer atletismo de verdad, no más de cien osados, lo practicaban en la pista de cemento de la Rambla, en el antiguo Estadio de La Falange (hoy de la Juventud), en el “Madre de la Luz” y en otros patios de colegios. Estaban federados en los clubes “Hispania”, “Altamira”, “Barrio Alto” o “Arenas”. Hay clanes familiares dedicados con amor y pasión, durante lustros, al atletismo. Como los Campra. Fue gracias a su precursor Emilio Campra Bonillo (1922-2014).

En los ochenta comenzaron a verse los primeros muchachos sudorosos y acelerados, vestidos de “Puma”, por el Parque. Si el “atleta” tenía cuartos llevaba aquel carísimo chándal de “Le Coq Sportif” celeste, el cuello azul marino y el logotipo del triángulo con el pollo a la altura del pecho. Claro que, lo habitual, era ver a los progres dar tumbos por la ciudad los domingos por la mañana, ataviados con una chaqueta de chándal, un pantalón largo “Adidas” y con un ejemplar de diario “El País” debajo del brazo. Ni hacían deporte ni leían, pero molaba mucho.

Pues a pesar de esas limitaciones en infraestructuras y esa poca costumbre del ciudadano a correr, Almería organizó una de las mejores pruebas pedestres de España: el Cross de las Dunas, que llegó hasta la XIX edición, en 1986. Pero como tantas cosas bonicas en la provincia, aquella magnífica competición ya consolidada y de prestigio nacional terminó desapareciendo.

En una de las ediciones ganó el atleta de Abla Antonio Fernández Ortiz, que en 1972 representó a España en las Olimpiadas de Múnich

Así nació el cross

“La Obra Educación y Descanso” tuvo la idea en 1965 y la puso en práctica el 2 de enero de 1966, coincidiendo con la romería de la Patrona a Torregarcía y dentro de las desaparecidas “Fiestas de Invierno” de la capital. Se inscribieron 125 corredores en las diferentes categorías infantil, juvenil y adultos, que compitieron en un circuito de 900 metros sobre la dorada arena de las dunas.

Los primeros clasificados de cada rango fueron Manuel Fuentes, Rafael Bretones, Ángel Rodríguez, José Antonio Muñoz Sáiz, Torres Lozano y Antonio Salinas. En adultos el campeón fue un tal José Antonio Amate, del club “H. Frente de Juventudes”. Hace más de medio siglo, junto con los referidos, practicaban el atletismo los almerienses Sánchez Soriano, Juan Melero, Eugenio Tonda, Félix Blasco, Cristóbal Aguilar Martín (1958), Carlos Campra Sánchez, Manuel Vega Barranco, Ramón Ferrer Andújar, Emilio Molina Grima (1951), Juan Palomares Camilo (1951), José Salamanca Romero, Joaquín Cortés, Casimiro Soriano Freniche, Juan Cortés, Ramón López Oficial, Jesús Requena Manzano, Amador Lorente, Indalecio Rueda Abad, Antonio Molina Sanchez, José Céspedes Gómez o Moreno Puga. En aquella primera edición fueron significativas las actuaciones de los atletas de los clubes “Hispania FJ”, “Almanzora” de Huércal Overa y el grupo de empresa de trabajadores del Puerto.

El éxito del Cross de las Dunas de 1966 motivó que la organización ampliara el número de categorías para los participantes de la segunda edición, con los “pre-infantiles” y los “seniors”. Fue el 8 de enero y los miles de fieles de la Virgen del Mar que habían acudido a la romería y, luego, a la misa en la ermita contemplaron la prueba mientras comían bocadillos, tortillas y filetes empanados que habían llevado en sus neveras.

Cross de Las Dunas
Al principio coincidía con el mismo día de la Romería de la Virgen del Mar, dentro de los actos de la feria de invierno

En esta ocasión, arrancaron desde la salida, cada uno en su categoría y junto a otros, los deportistas José Manuel Urquiza Cobos, Carlos Campra Sánchez (1955), José Céspedes Gómez, Jorge Luis Carrión, Manuel Cañadas, Antonio Ramírez, José Antonio Aragonés, Santiago Martínez, Juan Tortosa, Ramón Uroz Domínguez (1957), Fernando Berenguer Fernández (1957), Juan Palomares Camilo, José Antonio Muñoz o José Manuel Ramos. Destacar que el gran atleta Antonio Fernández Ortiz (Abla, 14/05/1948) cuajó una sobresaliente actuación. Luego, fue subcampeón nacional, récord de Europa y representó a España en la Olimpiada de Múnich de 1972, entre otros éxitos.

Las siguientes ediciones del cross coincidieron con la fundación o reorganización en la provincia de nuevos equipos de atletismo, aunque las limitaciones en instalaciones deportivas frenaron el ímpetu atlético. No obstante, surgieron clubes vinculados a los barrios -Fuensanta, Valdivia, Chanca, Alquián, Tagarete, San Antonio- a empresas y gremios -Estrella Dorada, Ágata, Banesto, Renfe, Sindicato de la Piel- o a colegios –La Salle, Diocesano, “Al-Mariyat” del Alejandro Salazar-.

El IV Cross de las Dunas se trasladó a marzo. Tuvo carácter nacional, se abrió a las mujeres con una prueba femenina y vinieron atletas de Málaga, Murcia y Valencia. Además, se permitió que los chiquillos de EGB pudieran participar representando a sus colegios y se inscribieron nada menos que trece escuelas. Los alumnos tenían la ventaja de entrenar en las clases de gimnasia o después de las horas lectivas en aquellos grandes patios. Los de “La Salle” corrían dando vueltas a la pista de futbito mientras el profesor apodado “La Hormiga Atómica” les hacía sudar de lo lindo. Y a lo lejos, los frailes se asomaban. Unos con cara de lástima por ver a sus pequeños jadear por el esfuerzo del sprint y otros, como “El Lentejo”, con media sonrisa maliciosa porque parecía mascullar medio escondido: “fastidiaos, niños puñeteros”. La participación de la IV edición alcanzó los 600 atletas. La primera chica que ganó el cross fue Asunción Soler Cruz, del Colegio “Nuestra Señora del Milagro”.

En los años posteriores, ya en los setenta, llegó la consolidación de la prueba con la obtención de la categoría de premio nacional por parte de la federación. Seguían participando equipos foráneos, pero mayoritariamente eran los locales, con significativa presencia de los centros educativos de la provincia. Eran los tiempos de Joaquín Cumella Soloaga, Ginés Valera Escobar, Juan Antonio Rodríguez Padilla, Isabel Rodríguez Gómez, Juan José Leiva Nicolás, Salvador Murillo Babaroni, María del Mar Campra Sánchez, José Bolea Muñoz (Bédar 1961) o de la veratense de adopción Conchita Guisado Peciña (Madrid, 1959). Después, llegaron los éxitos del “Club La Llave”. Varios de los mencionados obtuvieron el premio al “mejor deportista de Almería”, en años siguientes.

En enero de 1986 la prueba campo a través alcanzó su XIX edición. Y la meta. Su final. Se dejó de organizar, aunque algún político ofreció esperanzas de que volvería la maravillosa actividad de unos atletas compitiendo sobre la dorada arena de Torregarcía. Pero no. Ni existe ese cross; ni tan siquiera hay dunas…

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