El 'pescaíto' Gabriel nada ya en el mar junto a los peces que quiso investigar

Los padres del pequeño de 8 años asesinado en Rodalquilar depositan sus cenizas en el Mediterráneo

Ángel Cruz y Patricia Ramírez llaman a eliminar la basura de la costa

Embarcación en la que los padres de Gabriel han trasladado las cenizas hasta el mar.
Embarcación en la que los padres de Gabriel han trasladado las cenizas hasta el mar. / D.A.
M.M.

18 de agosto 2018 - 02:33

Gabriel Cruz quería ser biólogo marino y estudiar el mar y sus especies. Sin embargo su sueño se vio truncado a los ocho años de edad tras ser asesinado en un cortijo de su padre en Rodalquilar, presuntamente a manos de Ana Julia Quezada, la expareja del progenitor. Una muerte que tuvo lugar el 27 de febrero de este año después de que la supuesta autora del crimen se lo llevara de la casa de su abuela en Las Hortichuelas Bajas a la finca en la que según la autopsia lo asfixió y en la que lo enterró junto a un pozo en el que el cuerpo del pequeño permaneció hasta que lo extrajo el 11 de marzo, siendo detenida poco tiempo después con el cadáver en el maletero de su coche en Vícar.

En ese tiempo transcurrido desde la desaparición de Gabriel y el arresto de Quezada, el país entero se volcó con Ángel Cruz y Patricia Ramírez, sus padres. La Guardia Civil puso todos los medios a su disposición para, por un lado, intentar localizarlo y, por otro, investigar lo ocurrido y poder captura al responsable de lo que se pensaba podía ser un secuestro. Y es que los investigadores pensaron y barajaron como hipótesis hasta el último momento que el niño Gabriel Cruz estaba vivo, incluso hasta los instantes previos a la detención de la dominicana, según explicaron el teniente coronel de la Comandancia de la Guardia Civil de Almería, José Hernández Mosquera, y el comandante de la Unidad Central Operativa (UCO) Jesús Reina. Este último afirmó que "más allá de la esperanza, hubo una serie de indicios" y sostuvo que mientras hubiese una posibilidad, "por pequeña que fuese, había que pelear por ella". "Nuestra obsesión era encontrar a Gabriel con vida", incidió.

El juez Rafael Soriano autorizó el pasado 12 de julio que fuese incinerado su cadáver

Por desgracia, no pudo ser así. Más allá del golpe que supuso en sí la muerte del menor para sus progenitores, que recibieron el apoyo de toda la sociedad almeriense en una capilla ardiente y funeral nunca antes visto en la provincia, el crimen que presuntamente perpetró Quezada supuso el inicio de otra batalla para ellos. Y es que la posible necesidad de repetir algunas pruebas hizo que el el titular del Juzgado de Instrucción 5 de Almería, Rafael Soriano, permitiese el entierro de los restos mortales de Gabriel, pero no así su cremación, deseo último de Ángel y Patricia.

El pasado 12 de julio esta medida fue levantada cuando Soriano dictó un auto en el que autorizaba la incineración de Gabriel. Y finalmente Ángel y Patricia han podido llevar a cabo la cremación y este viernes pudieron cumplir de forma póstuma el sueño del niño que quería al mar y sus animales como pocos. A las nueve menos cuarto de la mañana de ayer, los padres depositaban sus cenizas en el Mediterráneo.

"Hoy, viernes 17 de Agosto, a las 8 y cuarenta y cinco, Gabriel ha vuelto al mar. Era su lugar mágico y allí es donde descansará, entre sus amados Pescaitos que cuidarán de él", reza un comunicado remitido a los medios por los portavoces de la familia, que también han facilitado una copia de la carta que Patricia Ángel leyeron durante la despedida del pequeño, en la que se dirigen a Gabriel para manifestarle que este viernes es el día en el que saldrá "de la oscuridad para surcar los mares y sus profundidades".

"Sí, Gabriel, una vez más a lo largo de nuestra corta pero intensa y maravillosa vida, volveremos a despertarnos temprano y tal como fuimos por primera vez, cogidos de la mano, remaremos juntos cantando nuestras canciones de piratas hasta llegar a una guardería marina dónde los peces, las medusas y seres pequeñitos como tú nadan libres sin nada que temer", relata la misiva.

Los padres advierten al niño que será "algo diferente" pero que no debe preocuparse en éste, el baño "más importante" de sus vidas" en el que "el amor brotará en cada segundo" de su despedida, tras lo que las cenizas del niño "se diluirán en la mar y se empaparán tanto" de él.

Aseguran que a Gabriel lo esperará un "banco de pececitos" para guiarlo y mostrarle un "mar lleno de tesoros marinos" que le permitirá convertirse "en el mejor biólogo marino que jamás hayan conocido".

Asimismo, defienden que a Gabriel lo acompañarán también "miles de pececitos terrestres. Pescaditos que decidieron brillar mostrando sus aletas, luciendo sus colas y erizando sus escamas cuando les inundó el amor que desprendiste al abandonar la tierra".

Los progenitores piden a su vez a estos "pescaditos" que lo ayuden a "quitar algunas bolsas y botellas que puedan tragarse sus amiguitos, las dichosas colillas indestructibles, los cristales y latas que cortan y hacen daño".

De esta forma, dicen esperar ver "miles de fotografías con gestos que ayuden a proteger tu nueva casa y la de todos los seres del mundo".

"Nosotros, cada día que bajemos al mar, ayudaremos a quitar peligros y les haremos una foto, luego se las enseñamos al mundo con la esperanza de que cada vez más pescaditos se unan a la "marea de buena gente" y el mar esté más limpito y protegido", añaden.

Le dicen que estarán "bien y enamorados" de él hasta el "resto de sus días" y que bajarán a su "casa" y se zambullirán en el agua.

"Así que pequeño, vas a un lugar seguro y "cargadito de amor y buena gente", por lo que no habrás de llorar porque hoy 17 de agosto ha nacido el "Angelito de los Mares" Gabriel", concluyen.

Fue asfixiado con una "malvada voluntad"

El juez Rafael Soriano afirma que Ana Julia Quezada asfixió al menor con sus manos siguiendo una "malvada voluntad". Asegura que resulta "incuestionable" la participación de la detenida en la muerte del menor, "por cuanto no sólo es que ella misma haya reconocido tan luctuoso suceso, sino de que de las intervenciones acordadas judicialmente y pruebas recopiladas, se infiere una malvada voluntad dirigida especialmente a asegurar la comisión del crimen". "Aprovechó un momento temporal en el cual sabía que se iba a encontrar a solas con el niño" para trasladarlo hasta la finca de su padre en Rodalquilar "mediante engaños o la promesa de devolverlo pronto a jugar con sus primos".

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