Pescadería reclama soluciones tras dos semanas de cortes de luz

Los vecinos del barrio de Pescadería no pueden más. La situación que atraviesan es inhumana. En plena ola de calor, no son pocos los que se está viendo sobrepasados por esta situación. En los últimos 14 días están conviviendo con cortes de luz y con bajadas y subidas de tensión constantes. La energía apenas es suficiente para mantener el frigorífico bajo mínimos, sin contar el congelador, claro está, y para poner un ventilador que casi no logra moverse. 

Inmaculada Martínez, una de las afectadas, explica que ya ha puesto más de veinte incidencias a Endesa, y que la respuesta que recibe siempre es la misma "me dicen que están trabajando en ello, pero aquí no viene nadie, somos alrededor de 200 personas afectadas". El fin de semana pasado fueron los días en los que más horas de electricidad pudieron aprovechar, pero el lunes, la situación volvió a empeorar. "Vinieron los trabajadores desde las nueve de la mañana hasta la una de la tarde, luego se fueron y dejaron un agujero donde en teoría está la incidencia, para arreglarla, pero todavía no han vuelto". 

"Mi suegra es diabética, necesita tener insulina en el frigorífico, y tenemos miedo de que pueda estropearse. De momento a nosotros no nos ha pasado nada, solo a mi perra, que le dio un golpe de calor. Yo tengo un negocio online y tampoco puedo trabajar. Si hay dos o tres horas de estabilidad las aprovecho, pero poco se puede hacer", concluye. Además, también ha manifestado que en su zona, en más de 16 años que lleva viviendo allí, nunca había sufrido estos cortes de luz. 

La noche del lunes se alcanzaron temperaturas cercanas a los 35 grados durante la madrugada, mientras que por el día los termómetros están llegando a los 40 grados estos días, una situación inviable para personas que se encuentran más delicadas de salud. Es el caso de Francisca Andeja y Valentín Lozano, un matrimonio del barrio de avanzada edad. Valentín padece cáncer, y además de estar operado de este, le acompañan severos problemas de pulmón. "Él lo está pasando muy mal, por las noches no puede ni respirar", asegura su mujer. 

Esta pareja se ha visto incluso obligada a comprar lámparas de camping y linternas para poder alumbrar su casa cuando cae la noche. Además, cuentan que en la casa de enfrente, sus vecinos tienen dos hijos pequeños, y que la noche anterior tuvieron que marcharse con un golpe de calor. 

La situación no solo está afectando a particulares, sino que la guardería del barrio, a la que durante este mes de julio han estado acudiendo niños a diario, también se ha visto afectada. "Esto es inhumano, los últimos dos años están siendo insufribles", asegura el vigilante del centro. Explica que al tener dos líneas diferentes han tenido la suerte de poder contar con aire acondicionado, pero es lo único que funciona. La alarma salta constantemente con las subidas y bajadas de tensión, las mismas que han provocado que la bomba de agua para los baños se estropee. Los frigoríficos tampoco funcionan, por lo que han tenido que tirar toda la comida que tenían y recurrir a un catering durante estos días. 

Agustín Soto y Ana Fernández son otro matrimonio que están viviendo en sus pieles, lo que es atravesar una enfermedad, que ya de por sí es muy complicada, a la que se le suma esta injusta situación. Ana ha sido operada dos veces por cáncer, y durante este mes de agosto espera su tercera intervención. "Esta situación no es justa, yo estoy enferma y no puedo irme a ningún sitio, pero en mi casa no puedo vivir, no puedo ni respirar. Que nos hagan esto a los que pagamos es una vergüenza, este mes me ha llegado una factura de 130 euros de luz, que no he podido ni gastar, porque no la tenemos", cuenta indignada.

Entre otros muchos testimonios, los vecinos también relatan como otros residentes han tenido que ser trasladados a Torrecárdenas. Hay personas mayores que no pueden usar sus máquinas de oxígeno, otras que apenas pueden moverse teniendo que subir a los pisos por las escaleras, ya que los ascensores están inutilizados, y así, pueden sumarse un sin fin de historias que parecen sacadas de un cuento de terror, pero que son el día a día que los vecinos de Pescadería tienen que afrontar.

Por su parte, Endesa informa de que lo que ha sucedido se trata de una incidencia en la red subterránea de baja tensión debido a una sobre carga de la red, ya que debido al calor hay mucha gente conectada y además, por fraude, asegura la eléctrica. También aseguran que los técnicos ya están revisando la zona para reactivar el servicio y además por un tema de seguridad.