Una de cada tres personas que van a Cáritas es almeriense y por empleo

Casi dos de cada diez desempleados que acuden a la confederación encuentran un empleo gracias a diversos programas · El rango de edad, entre 25 y 45 años

Sala de espera de uno de los centros de Cáritas.
Sala de espera de uno de los centros de Cáritas.

Si uno de los órganos encargados de buscar empleo a los parados, como es el INEM, no consigue aliviar la profunda crisis a nivel nacional, y ocurre lo mismo a nivel provincial, hay que probar nuevas fórmulas, buscar nuevas soluciones. Esa es la dinámica que han tomado miles de personas en España y, por supuesto, en Almería. En la provincia, una de cada tres personas que acuden a algún servicio de ayuda, tanto para alimentos como medicinas o incluso a la búsqueda de trabajo, como es Cáritas o la Cruz Roja, es almeriense, nacida en la provincia. Hace apenas un lustro, los inmigrantes representaban más del 80% de personas que acudían a estos órganos.

Pero la crisis ha cambiado la forma en la que la sociedad estaba estructurada. Los inmigrantes, en su mayoría, antes ocupaban un escalón económico que sólo era representado por unos pocos almerienses, pero en 2012, eso ya es distinto. Tal es el desconcierto económico de los almerienses que casi un 33% (la media nacional está en 21,6%) vive por debajo de los índices de la pobreza, un indicador social que intenta medir las privaciones humanas. Las diferencias, en los sectores menos favorecidos de esta sociedad, se van acortando.

Sin ir más lejos, Cruz Roja, durante 2011 atendió al 7% de la población almeriense. Existe un dato revelador: 3.700 almeriense, el triple que hace cuatro años, solicitaron productos de primera necesidad, como comida o medicinas, un millar más que durante el año anterior. Al igual que Cáritas, Cruz Roja también lleva a cabo una importante labor para que los almerienses, y el resto de los españoles encuentren trabajo. Es una fórmula que, en cierto sentido, está ayudando a muchas personas. En términos nacionales, un 16% de las personas que acuden a Cáritas para encontrar trabajo y participan en sus programas de empleo terminan trabajando. En Almería, el porcentaje baja en tres puntos, pero, aún así, sigue siendo efectivo para los tiempos que corren. El 10% de los almerienses solicitaron ayuda a algún órgano no gubernamental durante 2001, bien fuera para encontrar trabajo o, simplemente, para pedir comida.

A la hora de establecer unas determinadas características sobre la persona que acude, el perfil predominante es el de una mujer, inmigrante, de entre 25 y 45 años, y con escaso de nivel de formación al no cursar estudios avanzados.

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