La pandemia deja ya más de 900 muertos en Almería en un año y medio
Coronavirus en Almería
En la provincia han muerto 905 personas con COVID-19; más del 60% eran varones
Bacares es el pueblo con mayor mortalidad de toda Andalucía
Ayer la Junta de Andalucía comunicaba un nuevo fallecido por culpa de la pandemia de COVID-19 en la provincia de Almería. En total ya son 905 los muertos en un año y medio de crisis sanitaria. El miércoles fue cuando se sobrepasó la barrera de los 900 decesos. 900 personas, de casi todas las edades, que han perdido la vida a causa de la infección por el maldito SARS-CoV-2 que llegó desde China a principios del año 2020. Y si bien no en todos los casos el virus ha sido el responsable principal del deceso, sin duda que ha jugado un importante papel.
El 21 marzo de 2020 se confirmaba la primera muerte en la provincia: una mujer octogenaria que sufría una cardiopatía isquémica y que fallecía en el Hospital La Inmaculada de Huércal-Overa. No obstante, la primera ola de la pandemia no fue muy violenta en Almería, que capeó bien el temporal con pocos casos positivos. Desde marzo hasta el 10 de mayo de 2020, fecha en la que se puede situar el fin de la primera oleada, fallecieron 52 almerienses con COVID. Una cifra muy inferior a la de otras provincias andaluzas, excepto Huelva, que sumó 49. En Málaga, Sevilla y Granada habían muerto ya 290 personas en cada una; 184 en Jaén, 170 en Cádiz y 119 en Córdoba.
En la segunda ola (del 11 de mayo al 20 de diciembre de 2020), sobre todo durante el verano, los contagios se multiplicaron y murieron 265 personas en Almería. No obstante, seguía siendo una cifra muy por debajo de la media andaluza, con la excepción de Huelva (solo 109 decesos).
Tras la celebración de la Navidad llegaron los peores momentos, con las primeras vacunas recién salidas de los laboratorios y los contagios disparados. En la tercera ola, que la Consejería de Salud fecha del 21 de diciembre de 2020 hasta el 7 de marzo de 2021, los hospitales almerienses llegaron a estar muy cerca del colapso con hasta 465 ingresados y 98 personas en la Unidad de Cuidados Intensivos. Fallecieron 423 almerienses con COVID-19, es decir, casi tantos como en la provincia de Granada (498) y más que en Córdoba (317), Jaén (254) y Huelva (198).
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Durante la cuarta ola (del 8 de marzo al 20 de junio de 2021), Almería volvió a ser de las provincias con mayor mortalidad: fallecieron 98 personas. Solo Sevilla (202) y Granada (188) tuvieron peores datos.
En la última oleada, la de este verano que parece que ya va llegando a su final, han muerto 67 personas. Municipios como Uleila del Campo o Bayarque han tenido sus primeras víctimas de una pandemia que, a pesar de la vacunación masiva, sigue cobrándose vidas casi a diario en la provincia.
Como se ha dicho, el inicio del año 2021 marcó un punto de inflexión en la pandemia. La laxitud de la normativa para intentar “salvar la Navidad” y la supuesta “falta de responsabilidad ciudadana” pregonada por los políticos hasta resultar irritante provocaron una enorme oleada de contagios y una altísima mortalidad. En enero fallecieron 146 personas en Almería; en febrero 200, siendo el peor mes; y en marzo 108.
70 pueblos con víctimas de la COVID
A lo largo del año y medio que el coronavirus lleva entre nosotros se ha expandido por casi todos los rincones de la geografía almeriense. Tan solo hay dos pequeños municipios que han logrado poner barreras al virus y no han tenido ni un solo contagio: Laroya y Benitagla.
Por desgracia, en la inmensa mayoría de los pueblos almerienses ha habido alguna víctima de la pandemia: en 70 de los 103 que conforman la provincia. En algunos, además, el virus ha sido especialmente letal, sobre todo cuando ha entrado en residencias de ancianos. Es el caso, por ejemplo, de Bacares, donde han muerto diez de sus 250 vecinos. Es la localidad andaluza con mayor mortalidad: un 4% de su población total.
Íllar (11 fallecidos y una mortalidad del 2,716%), Terque (cuatro muertos, el 1,096% de su población), Rágol (dos decesos, el 0,660%) y Chirivel (nueve muertos, 0,604%) son otros de los municipios con mayor mortalidad por COVID en Almería (véase el mapa).
Esta pandemia está siendo especialmente letal para los más débiles: los mayores de 80 años. De los 904 fallecidos que había hasta el viernes, 412 han sido personas octogenarias, nonagenarias e incluso cuatro con más de un siglo de vida.
Pero la triste estadística de muertos con COVID-19 en Almería incluye a personas de todas las edades: un niño de entre 5 a 9 años; cinco veinteañeros; siete treintañeros; o 31 personas de entre 40 y 49 años, por citar solo algunos ejemplos. Nadie está exento de sufrir una infección respiratoria grave, sobre todo si tiene otras patologías o factores de riesgo como obesidad.
En Almería, en este año y medio además se ha comprobado que el coronavirus es más letal en hombres que en mujeres. Han fallecido 543 varones y 361 féminas (aún no aparece registrado el deceso comunicado ayer). Eso supone que existe una mortalidad de 146 de cada 100.000 hombres contra las 101 de cada 100.000 mujeres que han fallecido.
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