Paco Barrios, vocación de servicio público
Obituario
Agente de la Policía Nacional y cofrade, fallece un luchador nato, un guerrero incansable, un gran persona
El cronista social Juan Antonio Barrios ya tiene una calle con su nombre en Almería
El pasado día 12 de julio, viernes, a las 08:55, Francisco Barrios Fenoy dejó marcadas de forma amanuense sus últimas palabras en las redes sociales, almeriense por los cuatro costados, nacido en la cercanía del cañillo del agua de la Puerta de Purchena, en el barrio del Coso de la Avenida de Vilches colindante con el Barrio de Alfareros en donde curso sus estudios con Los Franciscanos, expresó con sentido fraternal: “La calle de mi hermano Juan Antonio Barrios ya es un hecho. Quiero agradecer al Ayuntamiento de Almería, a su alcaldesa y al resto de la corporación municipal, así como a todos los partidos políticos que han hecho realidad este bonito homenaje y bien merecido a mí hermano. Gracias”.
El día 28 de agosto, miércoles, a las 06:57 horas, Aurora Plaza, esposa de Paco Barrios, nos daba la triste noticia, el último acto de servicio de Paco Barrios: “Te voy a extrañar tanto mi amor, que guerrero incansable has sido y que ejemplo de vida nos has dado. Ahora te toca descansar con tus padres y tu hermano, aquí todo se queda en orden y seguirás protegiéndonos desde el cielo. Has sido mi único y gran amor, te quiero DEP. #Lamuertenoeselfinal #hastaelinfinitoymasalla #TeVoyAQuererTodaMiVida #FuckCancer.”
A partir de ese momento ciento de personas manifestaron su pésame y condolencias a su esposa Aurora Plaza e hijos Borja y Marina, funcionaria compañera en el Ayuntamiento de Roquetas de Mar, hermanas Mari Loli y Mari Carmen, a la familia, a las amistades, a los compañeros del Cuerpo Nacional de Policía, y dejaban por escrito los principios y valores que Paco Barrios ha sido acreedor durante sus 61 años de vida, una gran parte de ellos al servicio de España a través sus funciones y tareas como Policía Nacional. Sentimientos que se fueron recogiendo entre lágrimas al enterarse de un desenlace en el que el alma de Paco Barrios comenzó a descansar en la plenitud de la vida eterna junto a su hermano Juan Antonio y padres, y que desde la infinitud del cielo azul como el palio de Nuestra Señora de la Merced seguirá iluminando a quienes le querían con cariño y afecto, y, sobre todo le respetábamos por su vocación de amor a España, a la Patria, a su Almería.
Sabía Paco Barrios que la muerte no es el final, tantas veces entonada en actos institucionales y en momentos también dramáticos para este país. Por ello, todo lo escrito hacia esta persona es un reflejo fidedigno, notorio y público de su impronta como persona y profesional: Un luchador nato. Un guerrero incansable. Una gran persona. Un gran hombre. Un ejemplo de dureza y lucha. Un ejemplo a seguir. Tu lucha, tu dureza, y tu personalidad te hacen muy muy grande. Gran y fiel amigo. Una bellísima persona. Dios lo acoja en su seno. ¡No te olvidaremos! Siempre se tienen que ir primero los mejores, hoy todos miramos al cielo. Ha sido un luchador y un ejemplo para toda su familia, jamás se ha rendido y mucho menos se ha quejado, gracias por enseñarnos tanto. Siempre optimista. Eres y serás siempre de otra pasta. Te agarraste a la vida con uñas y dientes y luchaste como un campeón sin quejarte de nada y encima ponernos a nosotros las cosas tan fácil por tu fuerza de estar bien. Grande entre los grandes. Una gran persona y un ejemplo de lucha, de ganas de vivir, de positivismo, no he visto nada igual en mi vida y nos ha servido a todos de lección, para quitarse el sombrero. ÚNICO.
Mucho más se podría decir de Paco Barrios, pero el espacio es limitado para poder testimoniar esta breve semblanza en algunas opiniones pronunciadas por tu familia y amistades, a los que inoculaste tu impronta de sapiencia y sabiduría, de prestancia y saber estar. Pero quiero finalizar unos retazos verbales expresada por su hijo Borja: “Has luchado como un campeón Papá, y estamos felices de que estos últimos 4 años de enfermedad, que han sido un regalo de vida, has disfrutado y nos ha permitido poder disfrutar contigo. Solo quiero que sepas que estoy muy orgulloso del padre que has sido, de los valores que me has inculcado y de todos los momentos qué hemos vivido juntos, que te quiero en el alma papá y jamás te voy a olvidar. En cada triunfo de mi vida y en cada batalla que me quede por lidiar siempre vas a estar en mi corazón”.
Fue recto y siempre responsable en su trabajo. Capeó el peligro usando el arma más útil del ser humano, el sentido común. Demostró su conocimiento de la psicología social a cada momento encontrando la mejor solución a cada situación complicada. Supo compaginar perfectamente la vocación policial con una de sus pasiones, la familia. Finalizo, nuestros policías, en su amplia presencia en toda España como Estado de Derecho, junto a la Benemérita Guardia Civil y a las Policías locales, hacen esta impagable labor de proteger a la comunidad. Estamos en buenas manos en un país como España, que goza de estas fuerzas de seguridad con su alta cualificación, su trabajo bien hecho con eficacia, y la bondad y entrega tantas veces heroica de sus miembros. Y Paco Barrios, nuestro agente y hermano cofrade ha sido un testimonio de lo relatado en este obituario. Dale, Señor Cautivo de Medinaceli, el descanso eterno. Y brille sobre Paco Barrios la luz perpetua. Descanse en paz.
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