Operación contra la venta de vapeadores ilegales en bazares chinos de Almería

Vigilancia Aduanera y Policía Local incautan 150 dispositivos en 5 de los 26 establecimientos de la capital que han visitado recientemente en una campaña de control de un producto que ha disparado su comercialización

Alianza estratégica en la batalla para apagar el contrabando de tabaco en Almería

Vapeadores intervenidos en los registros de Policía Local y Vigilancia Aduanera en Almería
Vapeadores intervenidos en los registros de Policía Local y Vigilancia Aduanera en Almería

La demanda de los vapeadores o vapers, dispositivos electrónicos con liberación de nicotina o sin esta sustancia alcaloide derivada del tabaco que permiten disfrutar de sabores frutales como sandía, fresa, menta o cacao, no deja de crecer. Es un producto atractivo de reducido tamaño, cómodo y manejable, con magnífico aroma y paladar, que ha calado de forma considerable entre los jóvenes y adolescentes. Un negocio al alza que preocupa a las autoridades sanitarias y otros agentes sociales que vienen estudiando los efectos adictivos y riesgos para la salud, además de promover campañas de sensibilización, y que obliga al resto de administraciones públicas a llevar un mayor control de las ventas y comercialización a gran escala que realizan miles de fabricantes en todo tipo de establecimientos de cualquier localidad conscientes de su creciente rentabilidad por el fuerte tirón del mercado. En la capital almeriense se está llevando a cabo una supervisión de la distribución de vapeadores en los últimos meses por parte del Servicio de Vigilancia Aduanera, integrado en la Agencia Estatal de la Administración Tributaria, y la Policía Local de Almería.

La operativa conjunta se estructuró en grupos de tres agentes que se repartieron los registros por los establecimientos de la ciudad

Uno de los ejes de actuación ha sido el control de la mercancía que llega a los bazares chinos, que son más de una treintena repartidos por los barrios de la ciudad, para ver si el género a la venta cumple con la normativa sobre el etiquetado, contenido y procedencia. Hay un listado de empresas que pueden comercializar en España y todos los productos que no estén asociados a esos fabricantes autorizados se deben intervenir porque alteran los canales de venta seguros y son un serio peligro para la salud de los consumidores. Se retiran los dispositivos del comercio y, pese a no estar considerados labores de tabaco como los cigarrillos o la picadura para liar, se abre el acta de infracción por contrabando que se remite a la Dependencia Provincial de Aduanas. La mayoría de los vapeadores desechables que no cumplen con el Real Decreto 579/2017 de 9 de junio para productos de tabaco y relacionados llegan importados de fuera de la Unión Europea por empresas no acreditadas para su comercialización y, por tanto, no tienen la preceptiva autorización y no cumplen con los requisitos de fabricación y etiquetado ni con la normativa establecida por el Ministerio de Sanidad. Quince agentes de Vigilancia Aduanera y Policía Local, en grupos de tres, protagonizaron una operativa de registro y control de los bazares chinos el 19 de noviembre.

Agentes de Policía Local y Vigilancia Aduanera en una inspección de un bazar chino en Almería
Agentes de Policía Local y Vigilancia Aduanera en una inspección de un bazar chino en Almería

A lo largo de la jornada visitaron 26 establecimientos repartidos por la ciudad y encontraron vapers no autorizados en cinco en los que se intervinieron 150 dispositivos de diferentes marcas y modelos. Una de las tiendas, situada en el barrio de El Zapillo, acaparó más de un tercio de la mercancía ilegal con 54 vapeadores que no cumplen la normativa de consumo seguro y han sido introducidos en España por algún canal no reglamentario que pone en riesgo la salud de la población. Los agentes intervinientes en el despliegue conjunto tenían que comprobar una a una las cajas de vapers para ver si el fabricante del lote se encuentra en la lista de los autorizados.

El etiquetado en inglés, con errores en la edad mínima o en el número de puffs (caladas) permitidos delatan los productos ilegales

Desde el bazar iban dictando los códigos y números a los técnicos que desde la oficina de Vigilancia Aduanera, en calle Muelle del Puerto, verificaban en los equipos informáticos si era un producto legal. En ese chequeo de la mercancía acumulada en los almacenes y vitrinas de venta de las tiendas que se visitaron ese día ayudaban una serie de indicios como los mensajes del etiquetado que no estaban en español y sólo tenían rótulos en inglés, otros que indicaban un mayor número de puffs (caladas) al establecido por ley, incluso de miles cuando estos dispositivos desechables tienen una media de entre 400 y 600, y otros errores como indicar que la edad mínima para el consumo son 21 años, lo que evidencia que esa partida iba destinada a otro país. 

Importadores autorizados en el portal europeo EU-CEG

Los cinco establecimientos se enfrentan a multas a partir de mil euros por infringir la legislación vigente e incluso se contempla el cierre si reinciden en este tipo de conductas comerciales que son notificadas a la Delegación Territorial de Salud de la Junta. Con esta campaña de control del Servicio de Vigilancia Aduanera y Policía Local no sólo se evita que llegue al mercado una mercancía que no reúne los requisitos sanitarios y legales, sino que además supone un serio aviso para navegantes, aquellas tiendas que creen que pueden sacar un mayor rédito y beneficio al boom de los vapeadores cuando ponen a la venta productos que se han importado a menor precio porque son falsificaciones de los originales o porque el fabricante no ha regularizado el producto y su entrada en la Unión Europea al no cumplir las condiciones de las autoridades. Todos los importadores de dispositivos susceptibles de liberación de nicotina o líquidos de recarga con nicotina registrar sus productos en el Portal Europeo EU-CEG y notificarlo a la Dirección General de Salud Pública. 

Estos ‘pods’ desechables tienen un valor medio de entre 8 y 10 euros y están presentes en un amplio abanico de comercios: bazares y almacenes, estancos y tiendas especializadas. Un vaper de 600 caladas equivale a un paquete de 20 cigarrillos tradicionales. Este año se ha actualizado la legislación de estos cigarrillos electrónicos que contempla la prohibición de venta a menores y que los vendedores lo verifiquen tanto en tiendas físicas como en portales digitales. También se han impusto nuevas restricciones en los niveles de nicotina y controles en calidad y seguridad para que todos los que lleguen al mercado sean seguros y fiables. Los que contienen nicotina deben ser recargables con una capacidad máxima de 10 mililitros y 2 si no se recarga. También queda totalmente prohibido que estos líquidos contengan aditivos o vitaminas adicionales, ya que se consideran perjudiciales para la salud, especialmente los estimulantes.

El vapeo ya es más común que los cigarrillos 

El vapeo ya es más común entre los jóvenes que el tabaco. Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) pone de manifiesto que en el último año uno de cada nueve niños había probado algún modelo de cigarrillo electrónico, de las miles de versiones, marcas y modelos que hay en el mercado, sin ser conscientes de que el vaper contiene sustancias cancerígenas y puede provocar enfermedades cardiovasculares, además de que se incrementa el riesgo de sufrir infarto de miocardio, trombosis o aterosclerosis. Y también afecta al aparato respiratorio al desarrollar una patología específica llamada EVALI, acrónimo inglés de “daño pulmonar asociado al uso de e-cigs o vapeo”. No hay vapeo saludable y este mensaje sobre los riesgos de estos dispositivos no acaba de llegar a la población juvenil que está detrás del boom reciente de su consumo. La última encuesta sobre el uso de drogas en enseñanzas secundarias en España (Estudes) refleja que seis de diez cuatro estudiantes de 14 a 18 años ha probado un vaper en alguna ocasión en Andalucía y un 55,3% lo ha hecho durante el último año, es decir, uno de cada dos.

Vapers intervenidos en la operación de Vigilancia Aduanera y Policía Local de Almería
Vapers intervenidos en la operación de Vigilancia Aduanera y Policía Local de Almería

La comunidad andaluza está al frente de la estadística nacional y los jóvenes almerienses forman parte de ese dato que preocupa a las administraciones sanitarias y a los agentes sociales. La mayoría los prueban por curiosidad y caen en las promociones de vapeadores de las tiendas e internet. Con más de 7.000 sabores en el mercado, es un producto muy atractivo que se ha popularizado sin que se valore que la exposición a las sustancias químicas de los líquidos, entre las que hay toxinas y metales pesados, pueden ser perjudiciales y que la nicotina tiene efectos duraderos en el cerebro de un adolescente al dañar su capacidad de aprendizaje y concentración cuando llegan a la edad adulta. En los últimos años se vienen lanzando campañas informativas en Almería sobre los riesgos de los nuevos hábitos y formas de fumar y una fue liderada por el Colegio de Farmacéuticos bajo el eslogan “¿Vapear en lugar de fumar? ¡K no te engañen!”.

Seis de cada diez estudiantes andaluces de Secundaria (14 a 18 años) ha vapeado en alguna ocasión

A través de un taller de lecturas de etiquetas de vapers se dieron a conocer las sustancias dañinas que contienen y también se realizó una demostración del grado de penetración del humo en el pulmón. “Queremos eliminar esa falsa sensación de inocuidad que los fabricantes han querido transmitir, cuando lo cierto es que se generan rituales de adicción y el calentamiento de los compuestos que contienen genera sustancias potencialmente cancerígenas a los consumidores”, argumenta Gema Martínez Soler, la presidenta del este gremio en Almería. Un estudio de la Asociación Española Contra el Cáncer recoge el preocupante dato de que 9 de cada 10 jóvenes ha tenido una exposición a una forma de inhalación de humo, vía medios sociales o plataformas en los últimos 30 días y ahí entran tanto los vapeadores como los cigarros de toda la vida. La ministra de Sanidad, Mónica García, definía los vapers en un acto de la AECC como “veneno con sabor a fresa”. La nueva norma solo permite los aromas de tabaco para evitar precisamente esta incitación al consumo a los adolescentes. 

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