Los secretos de la ‘Operación Mohor’, el proyecto que unió a Almería y el Sáhara
historia
Se cumplen 20 años de la muerte de José Antonio Valverde, el biólogo que puso a salvo en la capital a distintas especies de animales que estaban siendo masacrados por la guerra en África
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La operación Mohor ha sido una de los proyectos más arriesgados de las últimas décadas teniendo como fin el preservar la fauna. Almería tiene mucho que ver en este proyecto porque se convirtió en el refugio de unas especies que estaban siendo prácticamente exterminada en el Sáhara, pues se encontraba en un conflicto bélico de graves consecuencias tanto para la población civil como para todo lo demás.
En 1971, durante el conflicto bélico en la región del Sáhara occidental, un grupo de conservacionistas liderados por el científico José Antonio Valverde, quien murió ahora hace justo 20 años, idearon lo que posteriormente se conoció como Operación mohor.
Descubrieron que la fauna sahariana estaba siendo exterminada y que algunas especies, como la gacela dama mohor, podían extinguirse. Asi que idearon una operación de rescate. Trasladaron ejemplares de esta y otras especies al Instituto de Aclimatación de Almería, hoy la EEZA-CSIC, para su reproducción en cautividad. Para acogerlas se creó el 19 de octubre de 1971 el PRFS, en el que se realizaron programas de cría en cautividad, asegurando así su supervivencia, y alcanzando un tamaño poblacional que ha permitido llevar a cabo a lo largo de los años diversos proyectos de reintroducción de gacelas en sus hábitats naturales.
La empresa impulsada por Valverde fue posible gracias a la colaboración de Julián Estalayo, militar español destinado en el destacamento de Daora, en el Sáhara occidental. En las instalaciones del destacamento albergaba algunos ejemplares de gacelas, las que conformaron el núcleo fundador de Almería. Asimismo, colaboraron varias instituciones: las Fuerzas Armadas trasladaron las gacelas en un avión Douglas DC-4, se contó con el apoyo económico de ADENA y la Diputación Provincial de Almería sufragó durante los primeros años los gastos de alimentación de las gacelas.
Estrecha colaboración
La Operación mohor se materializó fruto de la estrecha colaboración entre Valverde y el director del entonces Instituto de Aclimatación, Manuel Mendizábal, quien mostró su total disposición a acoger a las gacelas en los terrenos del CSIC. Y Antonio Cano, fotógrafo, periodista y naturalista almeriense, fue quien se hizo cargo de los programas de cría y de asegurar el bienestar de los animales, labor que desempeñó durante más de 12 años junto a su hija Mar Cano, investigadora de la EEZA-CSIC.
Finca experimental La Hoya en Almería
Más de 41.000 especies están amenazadas de extinción hoy en día, según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Frenar la pérdida de biodiversidad, es uno de los grandes retos de la humanidad. Los programas de cría en cautividad de especies en peligro de extinción o extintas, como la gacela dama mohor, es una herramienta mediante la cual se pretende alcanzar un tamaño de población suficientemente grande que permita, mediante proyectos de reintroducción, su restablecimiento en sus hábitats naturales.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) mantiene desde 1971, en uno de sus institutos de investigación, la Estación Experimental de Zonas Áridas de Almería (EEZA), unas instalaciones en las que se conservan cuatro especies de mamíferos ungulados norteafricanos amenazados o en peligro de extinción. Los programas de cría en cautividad que se llevan a cabo en La Finca Experimental La Hoya, representan una iniciativa única en el mundo para la conservación de ungulados. El trabajo desarrollado por la EEZA del CSIC ha contribuido de manera notable a evitar la total extinción de estas especies.
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