El número de muertes acecha al de nacimientos

En los últimos diez años, la natalidad de la provincia ha caído en un 17,5% y la mortalidad ha aumentado un 12,7%. Es una dinámica que se agudiza y pone el riesgo el equilibrio de la pirámide de población. Y eso a pesar de que Almería sigue siendo la provincia española con mayor natalidad, 1,6 hijos por mujer. Dato, ahora alto, pero que se distancia enormemente de épocas anteriores. En 1975, las madres almerienses tenían de media casi dos hijos, cifras superiores a de Ceuta y Melilla en la actualidad.

En 2008, en Almería hubo el doble de nacimientos que de muertes -9.135 partos por 4.598 nacimientos). En 2017, los dados a luz fueron 7.538 y los fallecidos 5.181.

En cuanto a las causas, las muertes por cáncer han aumentado en un 68% desde 1995. Si entonces fueron 859 los almerienses que fallecieron a causa de algún tumor, en la actualidad la cifra se ha disparado y ya, uno de cada cuatro almerienses muere por esta enfermedad. El cáncer viene siendo una de las causas más comunes de muerte en la provincia durante los últimos años junto a las relacionadas el sistema circulatorio.

En Benitagla, Alsodux y Beires no nace un crío desde la década pasada y según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2016, un total de catorce municipios de la provincia no tuvieron ningún nacimiento. En 66 de los 103 municipios de la provincia de Almería ya muere más gente de la que nace, también según el INE.

En un plazo de tres décadas, los almerienses mayores de 65 años serán el doble que los menores de 18. En términos provinciales, casi 40.000 personas de diferencia había en 1998 entre los mayores de 65 años y los menores de 15. En la actualidad, la diferencia es apenas de 18.000. Es decir, en apenas 14 años, la población almeriense ha envejecido a pasos agigantados hasta el punto que la distancia entre los mayores y los menores de la provincia se ha reducido en más de un 20%. Según un informe del Servicio de Estudios de la Banca Española, en los próximos años se manifestará un descenso ininterrumpido de la población en edad de trabajar y en un aumento continuado de la proporción de población de más de 65 años.

Mientras que Roquetas de Mar ha sumado 54.000 ciudadanos desde 1996 y con 90.000 habitantes se ha situado como el segundo municipio con más población de la provincia o El Ejido se ha convertido en un auténtico referente tras haber surgido como una pedanía más de Dalías, la Comarca del Nacimiento, Los Vélez y el Almanzora se vienen abajo demográficamente. De hecho, El 92% de los municipios del Nacimiento han perdido población en los últimos 20 años, el 63% de estos han pasado por el mismo trauma en el Almanzora, el 72% en la Alpujarra y el 75% en Los Vélez.

Por el contrario, el 85% de los municipios ha ganado población en el Poniente, el 87% en el Levante y todos los del área metropolitana, el 100%, han ganado habitantes. La población almeriense, al igual que la del resto del mundo, está destinada a vivir pegada a la costa.

El problema está en el interior. Los Filabres y el Nacimiento lideran la pérdida de habitantes. La Alpujarra los mantiene a duras penas y situación similar vive el Almanzora, aunque todas estas comarcas tienen más pueblos que pierden población de los que ganan.