La nueva sede del Colegio de la Abogacía acoge unos actos de Santa Teresa que aúnan modernidad y tradición

Abogacía

Además de la jura o promesa de nuevos colegiados y la entrega del Escudo de Oro a aquellos que llevan 50 años de ejercicio, se ha ofrecido una misa en memoria de los fallecidos durante el año

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Actos del Colegio de Abogados por Santa Teresa. / D.A.
Redacción

15 de noviembre 2024 - 17:25

Almería/Modernidad y tradición se han dado la mano este viernes en la celebración de los actos en honor de Santa Teresa que el Colegio de la Abogacía de Almería ha celebrado, por primera vez, en su nueva sede de la calle Limoneros, junto a la Ciudad de la Justicia que visitan a diario sus colegiados. Un acto en el que la unión de pasado, presente y futuro se ha hecho más que evidente con la jura o promesa de nuevos colegiados y el reconocimiento a aquellos que llevan 50 años de ejercicio.

La jornada ha comenzado a mediodía a escasos metros de la nueva sede colegial, en la parroquia de Nuestra Señora de Montserrat, en la que se ha ofrecido una misa en memoria de los letrados y letradas fallecidos durante el año. Como de costumbre, este servicio religioso ha contado con las voces de los hombres y mujeres del coro del Colegio de la Abogacía.

Actos del Colegio de Abogados por Santa Teresa. / D.A.

Una hora y cuarto más tarde ha arrancado el acto institucional con la intervención del presidente del presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Abogados (CADECA) y decano del Colegio de Abogados de Jerez, Federico Fernández, quien ha acompañado en la mesa presidencial al decano almeriense, Juan Luis y Aynat, y al resto de su junta de gobierno, como también han hecho el presidente de la Audiencia de Almería, Luis Miguel Columna, o el fiscal jefe de Almería, José María López Cervilla.

El presidente del CADECA ha asegurado que es para él un honor inaugurar esta nueva sede, un “paso importante para la historia de la abogacía” y un nuevo capítulo en el “compromiso por la justicia y el derecho” de los abogados almerienses. Para Fernández, este edificio es un “símbolo de la renovación” de la abogacía almeriense y andaluza, toda vez que ha mostrado su deseo de que no sólo sirva como lugar de encuentro para los letrados, sino también para servir a toda la sociedad.

Tras esto, han jurado o prometido como nuevos colegiados Paula Martínez Juarez; Juan José Gálvez Pajares; Patricia Rojas Pérez, Carlos Moreno Vega; Antonio Javier Gaitán Pena, Emilio Soler Sánchez; Ildefonso Flores Cervantes y Carmen López Gallego. Han sido sus padrinos, respectivamente, Marta Carlota Cuerva Caracuel; Juan Luis de Aynat, Francisco de Asís Ferre, Carlos Mateo Moreno, María Jesús Gaitán, José Luis Alabarce, María del Carmen Rojas y José Antonio López Pardo.

Ha sido este último padrino el que se ha dirigido a los presentes para manifestar que la profesión “está cambiando”, en unos momentos en los que el “trato personal” que existía antes del Letnex “desaparece”. Un trabajo de “artesano jurídico” basado en la “confianza” que se ve sustituido -afirma- por “programas y el trabajo de grandes corporaciones ubicadas en naves industriales, capaces de cursar en un día miles de procedimientos” sin salir de sus instalaciones.

Actos del Colegio de Abogados por Santa Teresa. / D.A.

El letrado ha comparado a los abogados particulares con el pequeño comercio que lucha contra las grandes superficies. “Ellos copan cualquier espacio de mercado. Ofertan y publicitan todo”, ha lamentado, aunque ha sostenido que los nuevos colegiados tendrán la suerte de ejercer en el “microcosmos” almeriense, dónde tendrán al “alcance de la mano” a todos los que forman parte de él, ya sea en la Audiencia de Almería o en el más “pequeñito” de los Juzgados de Instancia.

Por ello, ha instado a preguntar y consultar a los compañeros de mayor edad y a los magistrados, jueces, fiscales… Porque todos son parte de una “familia” en la que todos se conocen. A su vez, ha aconsejado a los nuevos abogados a no dejar nada para otro día, a ser exhaustivos y apuntar cualquier dato que tenga que ver con una causa; a explicar por escrito todos los detalles a un cliente antes de que firme dicho documento, y a “no coger todos los asuntos que lleguen a la puerta”.

Concluida su intervención, se ha hecho entrega de los Escudos de Oro a los colegiados con 50 años de ejercicio -los de Plata para los que cumplen 25 se entregarán en una semana-, que este año han sido concedidos a María del Pilar Parra Canet y a José María Pérez Vicente, si bien este último ha excusado su asistencia.

Parra Canet ha tomado la palabra para insistir en que la abogacía es la “profesión más importante del mundo” y que, a pesar de tener luces y sombras, “priman las luces”. Ha recordado cómo comenzó a trabajar en un pueblo en el que todos los abogados eran hombres, que mostraron inicialmente sus reticencias. “Por suerte me integré rápidamente en ese mundillo y aprendí a no establecer una distinción por géneros, porque lo que importa es la persona”, ha dicho.

En estas cinco décadas de “vivencias enormes” ha pasado de copiar escritos con papel de calco, a usar una máquina eléctrica, luego un ordenador y ahora a usar servicios como Lexnet. Aunque reconoce que las nuevas tecnologías han ayudado a la abogacía, ha resaltado el peligro de “deshumanización y de falta de creatividad” que pueden llevar aparejadas.

“El abogado debe de ser creativo. No se puede permitir un corta y pega o plagiar. Cada asunto es fundamental y hay que mirar al cliente. Aparte de conocer el derecho, somos sus confesores y psicólogos, lo que nos obliga a estar cerca de él”, ha advertido. Por ello, ha llamado a tratar por igual a un cliente que sea de pago o al que llegue a través del turno de oficio, un servicio público que es “un ejercicio voluntario al que nadie está obligado”.

Actos del Colegio de Abogados por Santa Teresa. / D.A.

Acto seguido el abogado, senador y exalcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez Comendador, ha hecho entrega a Rafael Haro Estévez del premio Decano Rogelio Pérez Burgos, que lleva el nombre del abuelo del político almeriense, está dotado con 600 euros y reconoce al mejor expediente de un graduado en Derecho.

Rodríguez Comendador ha aseverado que es un honor para él entregar este premio, y ha asegurado que su abuelo tuvo una vida que fue un ejemplo de integridad y esfuerzo, con un legado que se puede medir no sólo con tangibles, como los pleitos que ganó, sino en la “huela que dejó” en aquellos que pudieron conocerlo. “Con 80 años, volviendo de la Audiencia, le pregunté: ¿Cuándo te vas a jubilar? Me miró muy serio y me dijo: “Hijo, a los médicos los jubilan sus pacientes, y a los abogados sus clientes””, ha relatado como anécdota.

El acto lo ha cerrado el decano Juan Luis de Aynat, que ha elogiado la labor del equipo al frente de la revista ‘Sala de togas’, dirigida por el ilustre penalista José Ramón Cantalejo. El decano ha mostrado diferentes libros de incorporaciones al Colegio, el primero de ellos de 13 de junio de 1841, relevado por otros dos tomos hasta que en 1988 se pasó a usar un disquete, luego un CD y ahora la nube.

Ha insistido en que dichos documentos son el reflejo de los 5.121 abogados que han formado o forman parte del Colegio de la Abogacía, por lo que ha asegurado que esta “nueva casa” inaugurada este viernes “no es de la actual junta de gobierno y de los actuales componentes colegiados”, sino de los ya ausentes, de los presentes y de los venideros.

Tras un emocionado recuerdo y saludo a la abogacía valenciana, De Aynat también ha aprovechado la ocasión para concluir su intervención con un ruego y petición a los representantes de la Diputación de Almería, la cesión de un reloj Morez de “mediana factura” que se encuentra “inutilizado” en el archivo que la institución tiene en La Cañada de San Urbano.

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