Siete años sin noticias de Lourdes García, desaparecida en Roquetas

Este lunes hizo siete años que se perdió la pista de Lourdes García Carreño. La mujer, que en aquel entonces contaba 34 años, fue vista por última vez sobre las tres de la tarde del 3 de octubre de 2009, sobre las 15.00 horas, cuando salía de su trabajo en una gasolinera de Roquetas de Mar. En ese momento vestía la ropa del trabajo, una camisa roja de Cepsa y un pantalón gris con franja roja lateral. La familia denunció la desaparición al día siguiente y dos días más tarde se encontró su coche, un Peugeot 206 gris, junto a la plaza de toros de la localidad almeriense, con las llaves en el contacto y con los seguros abiertos.

Todo un misterio que continúa sin resolverse, aunque su familia inició en diciembre de 2013 los trámites para la declaración de su fallecimiento para "regularizar la situación" ante la ausencia de novedades significativas en la investigación para dar con su paradero. De hecho, el día 2 de ese mes el Juzgado de Primera Instancia Número 1 de los de Roquetas de Mar publicó en el BOE un edicto en el que daba cuenta de dicho expediente para que "los que tengan noticias de su existencia puedan ponerlos en conocimiento del Juzgado y ser oídos".

No hubo suerte, pues nadie respondió. Como tampoco la hubo durante las incontables batidas realizadas. Su operador de teléfono móvil no registró en los días posteriores ni la salida de mensajes de texto y llamadas y tampoco se detectaron movimientos en sus cuentas bancarias. Así, la pista se fue enfriando aunque la familia no cejó en su empeño durante mucho tiempo, convocando multitudinarias concentraciones para reclamar unas respuestas que nunca llegaron, como las celebradas en diversas ocasiones en la plaza de las Velas ubicada al final de la avenida Federico García Lorca.

Uno de los lugares más recurrentes en esta investigación es el roquetero paraje 'Mohuyo', el cual rue rastreado en diversas ocasiones por el dispositivo de búsqueda activado por la Guardia Civil para localizar Lourdes, con operativos formados por agentes apoyados por perros del Servicio Cinilógico, que peinaron un terreno extenso, abrupto y escarpado entre ramblas, ubicado a apenas cuatro kilómetros del domicilio de mujer, que fue dividido en varias cuadrículas para facilitar la búsqueda de cualquier indicio que contribuya a la investigación que desarrolla la Unidad Central Operativa (UCO). También se actuó en los parajes rurales y de montaña ubicados entre los términos municipales de Enix y Felix.

Unos esfuerzos que no lograron determinar dónde se encuentra Lourdes quien, oficialmente muerta, aún sigue a la espera de que alguien pueda darle voz y aclarar de una vez por todas que es lo que pasó en Roquetas aquel fatídico día.