Diez establecimientos sin licencia en una calle de 190 metros en el barrio de El Puche

Más de una treintena de agentes de la Policía Local y el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en Almería irrumpían por sorpresa, tanto de uniforme como de paisano, en el corazón de El Puche a las cinco de la tarde del pasado viernes. Se desplegaban a lo largo de los 190 metros de calle Antonio Mairena, una de las zonas de mayor concurrencia vespertina muy próxima a la rotonda hacia el sector 20 y Los Molinos, a espaldas de la avenida Mare Nostrum. En una nueva operación conjunta de la cruzada permanente contra la venta de tabaco de contrabando en la ciudad, peinaban la arteria comercial de un extremo al otro y repartían los efectivos en casi una quincena de establecimientos, en su mayoría kioscos de bebidas y tiendas de conveniencia, en los que practicaron registros de forma simultánea.

Los investigadores de ambos cuerpos tenían constancia desde hace meses del suministro en el barrio de tabaco de contrabando sin las correspondientes precintas fiscales y la inspección de locales comerciales sobre el terreno hizo posible la incautación de más de 1.500 cajetillas y el levantamiento de las correspondientes actas de infracción administrativa que han sido remitidas al Jefe de la Sede Desconcentrada de la Aduana de Almería. La venta fraudulenta sin autorización de tabaco en todos sus formatos (cartones, cajetillas, cigarrillos sueltos o picadura de liar) conlleva sanción económica desde un mínimo de mil euros en el caso de ser leve a una multa pecuniaria proporcional a un 350% del valor de la mercancía si es muy grave, si bien el contrabando no se tipifica como delito penal -con penas de prisión que van de uno a cinco años- si el importe intervenido no iguala o supera los 15.000 euros.

Son muy pocos los detenidos en los últimos años por este tipo de actividad ilícita, si bien algunos reincidentes han recibido sanciones ejemplarizantes como el propietario de uno de los puntos de venta más activos del barrio de Pescadería que fue desmantelado en repetidas ocasiones gracias a la denominada operación Window (vendía a través de la ventana de su vivienda) con incautaciones de 6.500 y 800 cajetillas. Escondía la mercancía en un “zulo” oculto en un trastero del garaje comunitario que tenía en El Parador hasta que fuera sorprendido por última vez a finales de marzo de 2022. La actuación en El Puche, más allá de atacar la venta irregular de labores de tabaco, ha permitido la detección de hasta una decena de los trece establecimientos que se inspeccionaron que carecían de la licencia municipal de actividad y de cualquier tipo de autorización sanitaria.

Un foco del comercio en la clandestinidad en menos de 200 metros que tiene la calle Antonio Mairena con tiendas y kioscos de bebida que abren a cualquier hora, sobre todo en la franja de tarde y noche, para vender a los vecinos tabaco de contrabando, ropa falsa y medicamentos. Hasta tres y cuatro locales colindantes abiertos al público con el mismo desempeño al margen de la ley y libres de impuestos. La Policía Local levantó el acta disciplinaria y será el organismo competentes del Ayuntamiento de Almería el que determine la multa y si se procede al precinto y cierre definitivo de negocios. Ese mismo día también se inspeccionaron un par de comercios de la calle Madre de Dios y con anterioridad fueron expedientados otros tantos en la calle Sevillanas.

Es más, según ha podido conocer este periódico, el sábado fue detenido un vecino en la misma zona tras resistirse a ser identificado e intentar huir de los agentes que lo interceptaron con una bolsa con cartones de tabaco de contrabando. Vigilancia Aduanera y Policía Local vienen trabajando de forma conjunta para acabar con la venta ilícita de tabaco desde antes de la pandemia con investigaciones y seguimientos permanentes que han permitido la localización de cientos de lotes de contrabando, que se importan de terceros países o se producen en fábricas ilegales de la geografía nacional, en bares, tiendas de alimentación, bazares y locutorios, kioscos, panaderías y carnicerías de diferentes puntos de Almería con especial incidencia en las barriadas de Pescadería y La Chanca, El Quemadero y El Puche.

El mercado negro del tabaco no ha dejado de crecer en Almería y en los años posteriores a la crisis económica llegó a causar un agujero negro a la industria tabaquera y los estancos de más de 30 millones de euros. La ganancia media por cajetilla de contrabando se sitúa entre 1 y 2 euros de un precio final de venta que podría estar entre 3 y 4 euros. Cada caja que se incauta en los operativos policiales alcanza un valor de venta de aproximadamente 2.500 euros, pero la mayoría de intervenciones son menores, de entre 8 y 10 cartones y se consideran infracciones leves.