El negocio de los taxis piratas se hace fuerte en el aeropuerto de Almería

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Tras el aumento de vigilancia policial en la Estación Intermodal, los piratas han puesto su punto de mira en el aeropuerto de la ciudad

Acoso con intención de derribo a los taxistas piratas en Almería

Taxis en la zona de llegadas del aeropuerto de Almería / Rafael González
María Baeza

11 de agosto 2023 - 06:00

El problema de los taxis piratas lleva años persistiendo en la ciudad de Almería, sobre todo en la Estación Intermodal, donde aprovechan la ingenuidad de los turistas para captarlos y llevarlos a hasta su destino en un vehículo sin licencia. Estos taxis ilegales perjudican económicamente a los taxistas legales, generando una competencia desleal en el sector. Por este mismo motivo, y para tratar de solucionar el problema, la policía local de Almería lleva meses reforzando la vigilancia en la zona de la estación y alrededores.

Los propios taxistas han confirmado que han notado el descenso de la cantidad de captadores, así como el aumento de efectivos en la zona, que con el simple hecho de estar presentes ya consiguen disuadir a estos individuos. Sin embargo, en los momentos en los que los agentes no se encuentran por los alrededores, algún miembro de la banda de piratas avisa al resto para volver a actuar, aunque por suerte, esta práctica se ve cada vez menos.

La persecución de estas operaciones ilegales, ha podido ser el detonante del cambio de lugar de actuación de los delincuentes. Los taxistas afirman que ahora es en el aeropuerto donde se necesita incrementar la vigilancia policial, pues aseguran que existe una gran cantidad de taxis piratas extranjeros preparados para captar a los turistas que llegan en avión hasta la provincia. Aseguran que en la zona de recogidas no hay ningún tipo de control de los coches autorizados, ya sean estos taxis ilegales o transfers de empresas privadas.

Principales problemas del uso de taxis piratas

El problema más evidente del uso de este tipo de servicios es la seguridad y la confiabilidad. Estos vehículos no suelen cumplir con los requisitos de seguridad establecidos por las autoridades competentes, ya que operan al margen de la ley. Los conductores no están sujetos a los controles y regulaciones necesarios, lo que aumenta el riesgo de accidentes. Además, en caso de cualquier tipo de incidente durante un viaje en un taxi pirata, los pasajeros pueden encontrarse en una situación desfavorable en términos de responsabilidad y protección legal, pues estos coches suelen carecer de un seguro adecuado, lo que dificulta la compensación por daños o lesiones que puedan llegar a sufrir los pasajeros.

Otro aspecto negativo es la experiencia del cliente. Los usuarios de taxis piratas corren el riesgo de recibir un servicio de baja calidad, ya que los conductores no están adecuadamente capacitados y carecen de las habilidades necesarias para ofrecer un buen servicio al cliente. Esto puede llevar a problemas como tarifas injustas, rutas inapropiadas o incluso conductas inadecuadas por parte del conductor, lo que afecta a la experiencia del pasajero.

El uso de taxis piratas también contribuye a la evasión de impuestos, pues al no estar dados de alta no pagan impuestos ni contribuciones, por lo que estos conductores afectan negativamente a la economía local y a los servicios que se financian a través de esos impuestos. El mantenimiento de infraestructuras, el transporte público y otros servicios esenciales pueden verse perjudicados por la falta de contribución de los taxis piratas.

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