El "narcoterrorismo" aflora en Adra: “Perro de mierda, te voy a pegar 20 tiros; iré a por ti y a por quién haga falta”
Los agentes de la Guardia Civil sufren cada vez más episodios violentos y amenazas, durante sus operativos y estando fuera de servicio, de clanes y familias vinculadas al petaqueo
Las mafias del petaqueo responden a la Guardia Civil: incendian un coche patrulla en Adra

La incorporación de familias de clanes asentados en Adra, con largo historial delictivo, a las redes del narcotráfico como una “industria auxiliar” que se ha creado en torno a la llegada de drogas e inmigrantes desde el norte de África, no sólo está generando un grave problema social para la seguridad y la convivencia vecinal, sino que, además, ya empieza a generar una insostenible situación de intimidación y amenazas para la plantilla del puesto principal de la Guardia Civil. Cada día son más los agentes que sufren episodios violentos, represalias y amenazas de todo tipo, tanto en el desempeño de su trabajo como fuera de servicio. A pesar de los refuerzos que han llegado de forma puntual a la zona, tanto del GRS como del GAR, los guardias civiles se han visto sometidos con frecuencia a lo que se podría denominar “narcoterrorismo” consistente en la intimidación permanente por parte de los colaboradores violentos de las mafias que se dedican abiertamente y casi sin esconderse al negocio de las petacas.
Además de provocar quemar un coche patrulla en la noche del miércoles en respuesta a incautaciones recientes, en un operativo del pasado verano uno de los investigados le puso una pistola en el costado a un agente amenazándolo de muerte y a otros efectivos les tiraron piedras y sufrieron un intento de atropello con un tractor en el registro de un cortijo. Un guardia civil fuera de servicio también tuvo que soportar estoicamente las amenazas de varios petaqueros cuando estaba con su familia en un bar. Hace unos días, al acudir al robo de una finca, un vehículo oficial fue embestido por una furgoneta en la huida. Y el 10 de febrero se vivía otro lamentable episodio que puso en peligro la integridad física de un guardia civil. En un control rutinario en el camino de la Habana, una de las zonas más calientes hoy en la logística de embarcaciones y garrafas, le daban el alto a uno de los vecinos por no llevar cinturón. Su reacción fue desproporcionada porque salió del vehículo con el puño levantado y haciendo ademán de golpearlo mientras exclamaba "me cago en tus muertos, tengo 10 años de talego y me da igual, te voy a reventar la cabeza”.
Logró poner distancia en prevención de que las palabras acabaran en violencia y al momento se sumó el padre con una actitud mucho más agresiva: “La tenéis tomada con mi hijo, te voy a joder la vida, eres un perro de mierda, no le tengo miedo a nada, te voy a pegar 20 tiros, iré a por ti y a por quien haga falta”. Entre los insultos y amenazas, los agentes se vieron rodeados por un grupo de personas que salían de las viviendas e invernaderos de la zona y los rodearon haciendo imposible que practicaran la detención. Son vecinos con un largo historial de delitos como tenencia de armas que han estado ya en prisión por su vínculo con las organizaciones del narcotráfico. La denuncia de los agentes espera juicio, si bien ya les han comunicado que quedará en delito leve y han tumbado su petición de orden de alejamiento. Los clanes del petaqueo se hacen fuertes y no dudan en utilizar la violencia física y verbal contra los guardias civiles cuando coinciden en cualquier punto del municipio. Una situación de inseguridad e indefensión que requiere de una mayor contundencia judicial y el incremento de medios materiales y plantillas para hacer frente a la que se avecina, sobre todo tras los episodios que se han vivido en Manilva y Huelva y cuando se cumple un año del crimen de Barbate.
La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) critica la inseguridad con la que tienen que hacer frente a grupos peligrosos en el Poniente y solicitan al Ministerio del Interior que dote a los cuarteles de más personal si quiere frenar la expansión de las mafias antes de que acabe siendo otro Campo de Gibraltar. Al igual que el resto de asociaciones reclaman la declaración de Zona de Especial Singularidad, sin olvidar su histórica reivindicación para que los guardias civiles sean catalogados como profesión de riesgo. AUGC ha recurrido a la Inspección de Trabajo, Riesgos Laborales de la Benemérita e incluso al Defensor del Pueblo para que se vele por la seguridad de los agentes que actualmente en la lucha contra el narcotráfico y la inmigración clandestina. "Sabemos que las mafias van a ir a más, hay que incrementar los recursos y también tienen que endurecerse las penas incluyendo el petaqueo para que se considere delito y no infracción administrativa", concluye el portavoz Víctor Vega. Los alcaldes de Adra y El Ejido también vienen reclamando desde hace años un refuerzo de las dotaciones de la Guardia Civil para afrontar la lacra creciente del petaqueo.
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