Un museo para la historia y la tradición

El origen de la finca se sitúa a comienzos de 1.800 · Clint Eastwood estuvo en uno de los salones del cortijo

Antonio Ferre y Domingo Villegas en la era.
Antonio Ferre y Domingo Villegas en la era.

El origen de la finca El Romeral se sitúa a comienzos del año mil ochocientos. Don Felipe Vilches compró algunas que las unió a la principal y creó un complejo de 7.000 hectáreas, de las cuales, aproximadamente 3.000, fueron compradas por la compañía Michelín, mientras que la vertiente sur continua en propiedad de la sociedad Torres y González Díez, S. L., una empresa presidida por César Torres Díaz, sobrino de González Montoya, que gestiona además la finca, la caballada y la ganadería de la familia que procura mantener el equilibrio entre la intervención humana y la naturaleza.

César Torres narra que en el año 75 la propiedad de la finca pasó a manos de su tía; la conservaron con el pueblo de San José dentro, hasta que en el año 1993 se plantearon seriamente qué destino le quería dar a los terrenos, porque tampoco podía dejarlos así, había que darle una continuidad más profesionalizada. Tomó la decisión de crear una sociedad y se la ofreció a él que era el sobrino que se había criado con ella.

Clint Eastwood entra en el salón, sombrero y cigarro, los ojos filo de navaja; es la película Por un puñado de dólares. El salón, uno de los salones del Hotel Cortijo El Sotillo, ubicado en el corazón de Cabo de Gata, en las proximidades de San José, se conserva igual, vale, casi igual porque el mobiliario es otro. En la familia Torres la conservación es una constante, la rehabilitación de cortijos, del molino, de la fábrica de crines, es una muestra, como lo es la siembra de 500 hectáreas de cereal, principalmente cebada, no para recogerlo sino para mantener el equilibrio ecológico que ha tenido siempre como finca cerealista y que permite el mantenimiento de un hábitat muy tradicional de perdices, de conejos, de águilas; un esfuerzo por sostener el equilibrio en un paraje muy débil, sin quitar ninguno de los elementos que durante trescientos o cuatrocientos años han conformado esta maravilla de la naturaleza.

César Torres afirma que "este es nuestro ofrecimiento como contribución ecológica y lo queremos ofrecer además con su contenido cultural y las posibilidades turísticas que tiene". Explotaciones ganaderas, explotaciones agrícolas, cortijos que llegan desde Cala Higuera al este de San José, e, incluso, hasta el mismo faro de Cabo de Gata que es el final de la finca. Diecisiete kilómetros de costa por dos kilómetros de ancho, con auténticas joyas: Cortijo de Monsul, Cortijo del Barranco, Cortijo del Molino, El Romeral como edificio central, el Sotillo, La Huerta, el aljibe la Joya.

Al final, la familia Torres han optado por un plan estratégico con una empresa que hizo, por ejemplo, el Plan de Andalucía de Turismo y con la que ha convenido las directrices para fijar objetivos, entre ellos mantener los dos hoteles: el Doña Pakyta y el Cortijo El Sotillo.

En ambos, la gastronomía y el alojamiento se complementan con numerosas actividades de ocio, una de ellas la que pude verse ayer: la trilla tradicional con el trillo y las bestias. Avistamiento de aves, batidas de jabalíes, rutas 4x4 y senderismo por caminos salpicados de historia y leyendas.

La estructura del Cortijo El Sotillo, con edificios de una planta a diferentes alturas guarda el estilo arquitectónico de la zona del Cabo de Gata.

La decoración tradicional, el entorno, la vegetación subdesértica, ha hecho de El Sotillo el escenario ideal para el rodaje de muchas películas: Lawrence de Arabia, Duelo en río Bravo o la ya mencionada Por un puñado de dólares.

El Hotel Cortijo El Sotillo ha renovado el certificado de Marca Parque Natural de Andalucía, una concesión que avala la calidad de las instalaciones y el servicio del establecimiento, así como su carácter local y medioambiental.

Por otra parte, el hotel, que cuenta con 20 habitaciones y diferentes salones más piscina y zona para la práctica hípica, es un establecimiento sostenible gracias a los paneles solares que alimentan de energía sus instalaciones.

La tradición y el bienestar, la tranquilidad y la calidad se unen en un lugar único e irrepetible, un hotel ecológico de cuatro estrellas , único en la zona.

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