El 2022 ya es el año con más muertes por covid en las residencias de ancianos de Almería

Coronavirus en Almería

En cuatro meses y medio han muerto 68 mayores en los geriátricos, 16 más que en todo el año 2021

La Junta de Andalucía ha pedido al Gobierno administrar la cuarta dosis a los ancianos.
La Junta de Andalucía ha pedido al Gobierno administrar la cuarta dosis a los ancianos. / Juan Carlos Muñoz

La pandemia de covid para haber quedado casi relegada al olvido. A ello han contribuido varios factores: la reducción de información por parte de las autoridades, el hartazgo de la ciudadanía y la reducción de la mortalidad. Sin embargo el coronavirus sigue siendo letal, sobre todo para los más ancianos.

Los datos son claro al respecto. De hecho, en esta nueva fase de la pandemia son el colectivo más vulnerable con mucha diferencia. Hay una cifra muy esclarecedora: en lo que va de año 2022 (solo cuatro meses y medio) han muerto 68 ancianos residentes en geriátricos de la provincia de Almería. Supera los datos de todo 2021, cuando fallecieron 52 personas en residencias, e incluso a los de 2020, con 61 muertes. Es decir, el 2022 es ya el año con más muertos por covid-19 en las residencias de ancianos almerienses.

Ahondando más en en análisis de esos datos se comprueba que el 27,8% de las muertes por covid-19 del año 2022 en Almería se han producido en los geriátricos. En concreto son 68 de los 245 decesos totales que se han producido este año. Es decir, más de uno de cada cuatro fallecidos eran personas que vivían en residencias.

El porcentaje también es mayor que en los dos años anteriores de la pandemia. En 2020 murieron en Almería 289 personas con covid-19, de las cuales 61 vivían en geriátricos, es decir, el 21,1%. En 2021 las cifras se redujeron muchísimo y solo fallecieron 52 residentes de estos centros, lo que supuso solo el

7,8% de los 667 decesos totales.

Como muestra el gráfico, la mortalidad en residencias de ancianos en 2022 está siendo elevadísima. El mes de enero fue el peor, con mucha diferencia, con casi 30 muertes. Ante estos datos, la Consejería de Salud ve claras pruebas de que la inmunidad de las vacunas disminuye mucho más rápido en los ancianos que en los jóvenes. Por eso han solicitado al Ministerio de Sanidad "de una forma vehemente" poder comenzar a administrar cuanto antes la cuarta dosis a estos colectivos. "No estamos de acuerdo en tener que esperar hasta octubre para poner la vacuna, porque pierden la inmunidad mucho más rápido", señala el delegado de Salud Juan de la Cruz Belmonte.

La pandemia de covid ha provocado (directamente o indirectamente) la muerte de 181 residentes en geriátricos de la provincia de Almería. Según los últimos datos publicados por la Junta de Andalucía han fallecido en total 1.201 personas, por lo que el 15,10% han sido en las residencias de ancianos.

No obstante hay que tener en cuenta que estas personas suelen tener una edad muy avanzada y múltiples patologías. Sería conveniente contar con datos de cuántas muertes han sido provocadas exclusivamente por la covid y cuántas se debieron a otras enfermedades, pero por el momento no existe esa diferenciación en la información proporcionada por las autoridades sanitarias.

Mortalidad de los mayores de 60 años

Por otro lado, otra evidencia es que los mayores de 60 años son los que más mueren por culpa de la covid-19. 1.048 de las 1.201 muertes totales desde el inicio de la pandemia han sido de personas por encima de los 60 años de edad. Eso supone el 87,3% del total.

Pero a pesar de estos datos poco halagüeños hay otros que sí invitan al optimismo: la mortalidad general es muchísimo más baja que en los años anteriores. En pasado mes de abril fallecieron 31 personas con covid en Almería, mientras que en el mismo mes de 2021 fueron 61, es decir, el doble. Una tendencia que se confirma al analizar otros meses: en marzo de 2022 hubo 32 muertos y en 2021 108; en febrero de este año fueron 110 decesos y en ese mes de 2021 la cifra alcanzó los 200.

En definitiva, está claro que el fin de la pandemia aún no ha llegado y que los ancianos van a ser los que más sufran un virus que parece haber venido para quedarse. Las vacunas —actuales y futuras— y los fármacos que están por llegar deben ser la solución. Confiar en la ciencia parece la única vía posible.

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