La muerte tiene un precio
El lado oscuro de Almería
Cobran entre seis mil y doce mil euros, rara vez dejan pistas y en los últimos cinco años han acabado en nuestro país con la vida de al menos 30 personas: el asesino a sueldo se ha asentado en España

OFICIALMENTE no está demostrado que en la provincia de Almería se hayan producido un elevado numero de casos de crímenes por encargo aunque la Policía, Guardia Civil, criminólogos y forenses admiten la extensión por todo el país de la presencia estos profesionales del crimen que ofrecen sus servicios para mandar al otro barrio a cambio de dinero.
Cobran entre seis mil y doce mil euros, rara vez dejan pistas y en los últimos cinco años han acabado en nuestro país con la vida de al menos 30 personas. El asesino a sueldo, un tipo de criminal hasta hace poco desconocido se ha asentado en España. Madrid es un ejemplo y durante el pasado año de casi el centenar de asesinatos un alto porcentaje llevaban el sello del denominado "crimen por encargo".
En un caso tan complejo como el asesinato del empresario almeriense Juan Asensio asesinado de dos disparos de pistola a boca jarro en el ascensor de su vivienda la madrugada del pasado 9 de febrero de 2.004 dentro de todo el amplio abanico de hipótesis que en círculos de la investigación se han manejado no se ha descartado que el autor del asesinato pueda haber sido un sicario contratado por algún enemigo personal de Asensio para asesinarle. .Lo mismo podría decirse de la muerte violenta del italiano Giuseppe D´Amico, Su cadáver apareció maniatado, terriblemente torturado y con cinco tiros en el cuerpo la tarde del domingo 17 de septiembre de 2006 en una vivienda ubicada en el camino de Los Naranjos de Pechina, un cortijo en el que empresario italiano residía desde hacia unos tres años.
En la provincia de Almería que se sepa, en los tres últimos años no se ha producido ningún caso de este tipo en el que los asesinos han sido profesionales y además detenidos..Un hecho similar aunque con otras características nos remonta a un caso ocurrido en El Ejido la madrugada del 26 de mayo de 1998 en la que un vecino de esta localidad murió asesinado de dos disparos de escopeta en el interior de su propio domicilio. El autor material del crimen, su inductor y una mujer que actuó como encubridora fueron detenidos unas semanas mas tarde por la Guardia Civil en el mismo municipio.
La Audiencia Provincial de Almería condenó el 21 de diciembre de 2.002 a dos individuos a 15 años de prisión por la muerte de Miguel M. O. Durante el proceso se pudo demostrar que la victima murió a consecuencia de dos disparos hechos a escasos metros con un rifle que alcanzaron a la victima después de que los proyectiles atravesaran la puerta de la vivienda.
El auto indicaba que J. M. propuso al autor. pagarle 18.000 euros por matar a Miguel M.O. para lo cual le adelantó 150 euros para que comprase el arma conviniendo que el resto del pago se efectuaría una vez "realizado el trabajo" en un invernadero de la barriada ejidense de Balerma propiedad del inductor.
SICARIOS
Las investigaciones judiciales de algunos asesinatos, las pesquisas de la policía y varios informes de psiquiatras forenses requeridos en distintos casos reflejan que ya no se trata de casos excepcionales. Fuentes de la lucha contra el crimen organizado aseguran que es imposible saber cuántos de estos asesinos actúan hoy en España -muchos llegan de fuera, hacen el trabajo y se marchan-, pero confirman su existencia.
Cuando un profesional actúa, la Policía se encuentra con que no existe relación entre víctima y autor. Siempre es alguien desconocido para el asesinado De ahí que sea más difícil llegar hasta la persona que hizo el encargo.
Una de las características del asesino profesional es el uso del arma de fuego, en muchas ocasiones con las balas manipuladas -por ejemplo rallándolas- para causar mayores daños una vez que el proyectil entra en el cuerpo de la víctima. Buscan la seguridad en el trabajo. Es cuestión de eficiencia.
Muchos grupos de delincuencia organizada fundamentalmente vinculados con el narcotráfico son quienes contratan a estos asesinos a sueldo aunque en los últimos años se ha detectado que cuentan con sus propios profesionales, dedicados exclusivamente a matar a las órdenes de la organización. Sin pensarlo, atendiendo y obedeciendo las órdenes de quien les paga. Ahora mismo, en España, el tema va directamente relacionado en un elevado porcentaje con asuntos de drogas. Deudas, "incumplimiento de contrato ilegal", quedarse con la mercancía de otra red, peleas por un determinado sector de la población, etc.
En los últimos años España se ha transformado en un país donde la muerte violenta ha cobrado un desagradable protagonismo. La mayor parte de estos crímenes- tiroteos en plena calle- encaja en lo que se denomina policialmente "ajuste de cuentas" entre delincuentes profesionales. Se trata de un fenómeno que da la impresión de no inquietar mucho al ciudadano de a pie, pero que se ha convertido en un grave problema para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Los sicarios profesionales suelen ser ex militares o han pertenecido a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en algunos países del Este o de Sudamérica.. Lógicamente vienen sin armas si viajan vía aérea y una vez aquí, la propia organización se encarga de buscársela y posteriormente informarle donde recogerla, bien en una taquilla de un supermercado, una papelera, una taquilla de una estación de ferrocarril o autobuses, o disimuladamente en un paquete abandonado en el banco de una iglesia.
Se encuentran en tránsito en nuestro país a donde han llegado con documentación auténtica o falsa pero que no han levantado ningún tipo de recelo ya que suelen ser individuos extremadamente minuciosos y calculadores que se alojan en pisos facilitados por la propia organización, no llaman la atención y parecen sacados de cualquier película de gángsteres. También hay algunos con un perfil opuesto por completo a éstos y son otro tipo de asesinos. Más baratos. Sin dedicación exclusiva. El asesino a sueldo casual, normalmente escogido dentro de las zonas marginales de las grandes ciudades y que suele ser contratado por un precio que ronda entre los 3.000 y 6.000 euros y aunque cumple los objetivos asignados no son muy apreciados entre los profesionales del crimen ya que normalmente suelen ser personas con un fuerte enganche a las droga y necesitan a diario grandes sumas de dinero. Más o menos profesional, hacen lo mismo: asesinar a un desconocido a cambio de dinero.
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