Y la muerte llegó por mar: el bombardeo naval alemán de Almería (I)
31 de mayo de 1937
La capital fue bombardeada por una escuadra compuesta por cinco buques de guerra alemanes
Almería bombardeada
A las 06:30 horas del lunes día 31 de mayo de 1937 la ciudad de Almería fue bombardeada desde el mar por buques de la Marina de Guerra Alamana, la Kriegsmarine (KM). La ciudad que en condiciones normales tenía una población de 30.000 habitantes, doblaba su población en esa fecha ya que en aquellos momentos era considerada un enclave seguro, siendo refugio para de las gentes de otros pueblos y ciudades. Sin embargo, la ciudad no estaba fortificada ni artillada y sus defensas costeras y antiaéreas tenían un armamento escaso y de pequeño calibre. Tampoco tenía un nudo ferroviario estratégico, por lo que entonces y unido a lo anterior, carecía de valor militar. Sin embargo, fue bombardeada desde el mar por una escuadra compuesta por cinco buques de guerra alemanes. ¿Pero cómo se llegó a esa situación?, ¿por qué buques de guerra alemanes atacaron a una ciudad española?, ¿por qué Almería?.
1. Los antecedentes
Al comienzo de la Guerra Civil Española (GCE) el día 18 de julio de 1936, la Kriegsmarine disponía de 3 “acorazados de bolsillo” (apelativo dado por el limitado tonelaje de 10.000 toneladas, de lo que sería normal para buques de este tipo que era de más de 20.000), de 6 cruceros ligeros y de 12 buques torpederos (conocidos en esa época así porque la Marina no tenía aún destructores); tras reiteradas peticiones por parte del embajador alemán en Madrid, el día 22 de julio el Alto Mando de la KM autorizó a que partiera para España una fuerza naval compuesta por los acorazados“Deutschland” y “Admiral Scheer”.
Para esas fechas, la colonia alemana en España era una de las más importantes, pues se estima que había entre 10.000 y 15.000 súbditos en nuestro país. Así, el día 24 partía la pequeña escuadra desde su base en la ciudad de Wilhemshaven y llegaban a aguas españolas el domingo día 26, concretamente a San Sebastián con el encargo de recoger a la colonia alemana residente en esa ciudad y sus aledaños, encargo que se repetiría en días sucesivos en los puertos de Gijón el día 28 y La Coruña el día 29. A finales de julio partían desde Hamburgo en dirección a España algunos buques mercantes con material de guerra para la ayuda a las tropas sublevadas y con combustible para el aprovisionamiento de los buques de la KM; para esas fechas, también partían desde su base de Kiel el crucero ligero “Köln” y cuatro buques torpederos pertenecientes a la segunda flotilla de este tipo de naves.
Uno de ellos, el “Luchs” coincidió en Ceuta con el “Deutschland” el día 3 de agosto y desde allí entraron por vez primera en el cálido Mar Mediterráneo llegando al puerto de Málaga el día 4, mientras que el “Admiral Scheer” seguía ruta de navegación hacia Barcelona. Unos días más tarde, el 9 de agosto, el “Deutschland” llegaba también a la ciudad Condal y para el día 20 se encontraba en aguas de Sóller (Mallorca). La guerra se complicaba y para finales de agosto, la mitad de la flota de la KM estaba en aguas españolas repartida en dos zonas de actuación: la costa cantábrica y la mediterránea. En ésta, los buques navegaban entre los puertos de Málaga, Almería, Cartagena, Valencia, Barcelona y Palma, con Cádiz y Tánger como bases.
Las órdenes que recibieron los buques de la KM fueron muy precisas en cuanto a la recogida de súbditos alemanes y no-alemanes de otros países “amigos” favorecidos por Alemania y en cuanto al uso del armamento, pues solamente podían usar las armas si fueran atacados ellos, o los buques mercantes a los que acompañaban y daban escolta. Por los motivos mencionados del rescate de ciudadanos alemanes, la Kriegsmarine siguió enviando buques de guerra como el crucero ligero “Leipzig” al Cantábrico, y como al tercer acorazado “Graf Spee” al Mediterráneo que zarpó el día 14 de agosto, pasando por Málaga el día 19 y anclando el 25 frente al puerto de Almería.
Ante el cariz que iba tomado el conflicto, del 19 al 24 de agosto y a iniciativa de Francia, se fomentó crear unas reuniones para estudiar el caso del contrabando de material de guerra que llegaba a España de forma continua. A partir del 31 de agosto, se puede aceptar que comienza verdaderamente la colaboración militar entre alemanes e italianos, quienes desde el comienzo de la guerra habían tomado claramente la iniciativa. Así el día 8 de septiembre, Alemania, Gran Bretaña, Italia, Portugal y la URSS, aprobaron en su primera reunión, el “Acuerdo de No intervención” en la guerra de España, formándose el día 9 el “Comité de Control de No Intervención”; como esa iniciativa fue muy bien recibida, en pocos días se adhirieron 22 países más haciendo un total de 27.
Una semana más tarde, el día 14 se crea un “subcomité de control” más reducido compuesto por Alemania, Bélgica, Checoslovaquia, Francia, Gran Bretaña, Italia, Suecia, la URSS y finalmente Portugal que se adhirió en el último momento. Por los acuerdos finales del día 28 de septiembre, las costas españolas serían controladas por buques de guerra de varias nacionalidades que se distribuirían por sectores que serían vigilados por los buques del país menos afín a cada beligerante español. Desde ese momento, los alemanes decidieron mantener permanentemente en aguas españolas una fuerza naval compuesta por tres cruceros y dos flotillas de torpederos.
El “Deutschland” regresaba a Alemania el día 30 de agosto, concluyendo así su primer crucero por aguas hispanas y en aguas españolas quedaban:
- 17 buques de guerra británicos: entre ellos, los destructores H 06 “Shamrock”, H 11 “Basilisk”, H 40 “Anthony”, H 42 “Arrow “, H 47 “Blanche”, H 80 “Brazen”, H 81 “Torrid”, H 86 “Granade” D 98 “Wolsey”, el crucero “Cumberland” y el transporte “Guardian”.
- 9 alemanes: entre ellos, los torpederos LU “Luchs”, GR “Greif”, MÖ “Möwe”, IT “Itlis”, AL “Albatros”, SE “Seeadler”, LP “leopard” y FK “Falke”, los cruceros “Köln” y “Leipzig” y los acorazados “Graf Spee” y “Admiral Scheer”.
- 9 franceses: entre ellos los destructores Nº 2 “Cassard” y Nº 57 “Brestois”, el crucero “Duquesne” y el transporte de hidroaviones".
- 9 italianos: entre ellos el flamante crucero “Mucio-Attendolo Sforza”.
- 4 norteamericanos: entre ellos los destructores Nº 231 “Hatfield”, Nº 235 “Kane” el crucero “Quincy” y el acorazado “Oklahoma”.
- 2 portugueses: los modernos destructores DR “Douro” y T “Tejo”.
- 1 argentino: el crucero “25 de mayo”.
Para comienzos de septiembre, terminaba la “primera fase de rescate” de los ciudadanos alemanes residentes en España diseñada por la Kriegsmarine, la participación alemana en esos menesteres fue muy notable con relación al total de su flota y estuvo al mismo nivel que el esfuerzo realizado por otras marinas como la británica, francesa o la italiana. Durante los últimos meses de 1936 seguía el torrente de ayuda extranjera a los bandos españoles: buques rusos procedentes del Mar Negro traían armamento, municiones, vehículos y combustible que entraban por puertos como los de Cartagena, Alicante y Barcelona; y buques italianos y alemanes (aunque muchos vinieran con bandera panameña), hacían lo propio entrando por puertos como los de Vigo, Sevilla y Cádiz, porque Portugal que había permitido el tráfico mercante de buques alemanes, les cerró sus puertos el día 24 de septiembre.
2. El conflicto
Los buques de la Kriegsmarine seguían con una gran actividad en España y el “Deutschland” zarpaba de Alemania el día 31 de enero en su tercer crucero por aguas mediterráneas. El día 6 de marzo de 1937, se materializó el reparto de las fuerzas internacionales para el control marítimo ordenado por el “Subcomité de Control”. El “Comité de No Intervención” se había puesto de acuerdo sobre las condiciones de la aplicación del acuerdo a partir del 20 de abril; Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia efectuarían el control marítimo y la URSS, que quería participar en las aguas del Mediterráneo tuvo que retirar su candidatura ante la fuerte oposición italo-germana.
El reparto del control marítimo quedó repartido en:
La costa de la cornisa cantábrica quedaría repartida en dos zonas:
- Zona británica: controlarían las aguas desde la frontera francesa hasta Bilbao
- Zona francesa: desde Bilbao hasta la frontera gallega con Portugal.
El arco mediterráneo quedaría repartido en cuatro zonas:
- Zona británica: dese la frontera atlántica portuguesa hasta el Cabo de Gata.
- Zona alemana: desde el Cabo de Gata hasta Oropesa
- Zona italiana: desde ese punto hasta la frontera francesa
- Zona francesa: las aguas que rodean las islas Baleares
Para finales de mayo, buques de guerra alemanes, italianos e ingleses, anclaban en la bahía de Palma de Mallorca que era zona de control francesa y que, por tanto, su presencia allí hacía que incumplieran claramente con los acuerdos de Londres. Tras la pérdida de Málaga y de su importante puerto, acaecida el día 8 de febrero, ya no quedaban más puertos mediterráneos cercanos al Estrecho más que el de Almería, y aunque éste no tenía arsenales ni otras infraestructuras para el mantenimiento y reparación de buques de guerra, al menos representada un escollo para la flota nacionalista pues el acorazado republicano “Jaime I” recalaba allí como elemento de presencia naval.
El día 21 de mayo, la aviación italiana bombardeó la ciudad y su puerto, alcanzando al “Jaime I” con tres bombas que resultó con serias averías y que no podían ser atendidas allí. Para la primavera de 1937, el ministro de Marina y del Aire del gobierno de Valencia, Indalecio Prieto (que comprendía mejor que nadie de su gobierno, el fin desastroso que le esperaba a la zona republicana) quiso como única “tabla de salvación” provocar el comienzo de una guerra a escala, si no mundial, al menos europea.
Entonces Prieto, necesitaba un motivo para la revancha y el bombardeo del “Jaime” fue uno que le permitió ordenar el bombardeo de los barcos de control italianos y alemanes que estuvieran en aguas de Baleares como respuesta a su continuo hostigamiento, porque además favorecían el tránsito de los buques “nacionales” y porque en cierto modo, acosaban a los buques republicanos llegando incluso al ataque como el llevado a cabo por un submarino italiano contra el crucero “Miguel de cervantes”.
El día 26 de mayo, 9 aviones republicanos de fabricación soviética recién llegados de la URSS, bombardean el puerto de Palma y a diferentes buques anclados en su amplia bahía en donde fueron atacados:
- El buque mercante auxiliar de la marina de guerra italiana “Barletta”, (algunos autores lo han clasificado como buque crucero, pero ese barco nunca existió como tal en el listado de la flota de guerra italiana) en donde explotó una bomba de 100 kg matando a cuatro oficiales y provocando dos heridos, uno de ellos el capitán del buque
- El destructor inglés “Hardy”
- El torpedero alemán AT “Albatros” aunque éste no fue alcanzado, pese a haber disparado con su artillería antiaérea contra los aviones.
Ante la situación generada, se produjeron dos reacciones que tendrán una importancia extrema para la ciudad de Almería:
- La notificación por parte del gobierno de la República que el puerto de Palma de Mallorca no estará abierto para visitas de buques extranjeros que lo usen para descargar material de guerra.
- La orden alemana del almirante Hermann Von Fischel de que, en lo sucesivo, sus buques abrieran fuego sobre cualquier avión republicano que avistaran: “Feuer Eröffnung bei Sichten roten Flugzeug”
Y también el día 26 el encargado de negocios de la embajada británica en Madrid, John H. leche, protestó ante el gobierno de Valencia y solicitó que se señalara una situación “exacta de fondeadero de seguridad”. Tras los sucesos de Palma del día anterior, el día 27, el “Deutschland” que formaba ya parte de la “Patrulla Naval de No Intervención” estaba vigilando las aguas delante de Cartagena y que vio llegar averiado al “Jaime I” por el bombardeo de Almería, fue ordenado junto con otros buques, que se dirigiera a Ibiza, a donde llegó sobre las 18.20 h del día 29 de mayo.
Tras fondear en el antepuerto de la capital y mientras parte de la tripulación estaba cenando, el acorazado fue atacado a las 19.12 h por dos bombarderos republicanos de fabricación soviética Tupolev SB-2, apodados “Katiuskas”. Los dos bimotores SB-2 habían despegado del aeródromo de Líria (cerca de Valencia) el día 29 de mayo sobre las 17.00 h para buscar y atacar a los cruceros nacionalistas “Canarias” y “Baleares” que se creía que estaban en aguas mallorquinas y tras no encontrarlos, se dirigieron a la isla de Ibiza para escoltar a la flota republicana que también había zarpado el 29 para buscar y proteger cerca de Oran a un buque mercante que regresaba de Rusia cargado de material de guerra.
A las 19:00 horas, los dos SB-2 que llegaban de observar la bahía de Palma, sobrevolaban la isla de Ibiza entrado por el Noreste, observando en ese instante que había un buque de guerra fondeado en el antepuerto de Ibiza; a continuación, tomaron un rumbo como para rodear la isla por el Oeste y tras ello, viraron de nuevo al rumbo Este para salir casi directamente sobre la rada del puerto. Entonces, vieron que se trataba de un buque de guerra de considerables dimensiones que estaba parado y que creían que se trataba del crucero nacionalista “Canarias”; en ese momento y desde una altura de 2.000 metros, iniciaron el descenso para el ataque. Entonces, los bombarderos bajaron a gran velocidad para atacar al navío. Pero el barco que vieron los aviones no era ni el crucero “Canarias” ni el “Baleares”; era el acorazado “Deutschland” que estaba fondeado delante del puerto de Ibiza con la proa mirando al rumbo 135º, es decir apuntando a mar abierto.
A las 19:05 horas el comandante del buque alemán, el Capitán de Navío Paul Fanger estaba en el alerón de babor del puente de mando junto con el director de tiro, Capitán de Corbeta Arnswaldt, observando por telémetro que a 20.000 m se veían los penachos de humo de una flota que se acercaba poco a poco. También, pero en el alerón de estribor estaba un marinero de guardia, el marinero timonel Hull; entonces a las 19.12 h Hull gritó: “Ataque aéreo, Ataque aéreo” ¡al ver a los dos Katiuskas a una distancia de 1.000 m y altitud de 2.000 m! La acción del ataque aéreo fue de tal sorpresa que cogió a los alemanes totalmente desprevenidos; mientras se daba la alerta por los timbres de alarma se produjo el bombardeo de los SB-2. El primer Tupolev se lanzó a por el buque cruzándolo de forma casi perpendicular, y le lanzó sus dos bombas de 250 kg cada una.
Las dos cayeron al mar y una de ellas golpeó a la lancha “capitana” del comandante que estaba abarloada próxima al través de estribor y la hundió. Acto seguido llegó el ataque del segundo que también cruzó al buque en el mismo ángulo, el cual le soltó las dos suyas. Una de ellas cayó sobre la cubierta principal, cerca de la amura de estribor y por delante del primer cañón de 10,5 cm; atravesó el blindaje y desembocó y estalló en el comedor de la marinería, que como a esa hora era la de la cena, estaba lleno de tripulantes. La explosión mató en el acto a 22 marineros y dejó un sinfín de heridos del orden de 70.
La segunda, cayó sobre la cubierta también de estribor y a unos 30 metros de la primera en dirección hacia la popa del buque, golpeando la parte plana superior de la tercera torreta de los cañones de 10,5 cm de esa banda; el proyectil rebotó y salió despedido chocando contra el costado del hidroavión Heinkel “He-60”, provocando un incendio por el derrame de la gasolina del mismo, aunque creemos que pese al fuego y a los destrozos ocasionados, no hubo una segunda exposición a tenor del estado general de buque tras su viaje a Gibraltar del día 30 y posterior regreso a Alemania a donde llegó el día 16 de junio.
Se puede observar la casi perfecta alineación proa-popa de los dos impactos, lo que nos lleva a pensar en el lanzamiento un tanto precipitado por el segundo avión. Pero el bombardeo contra el acorazo no fue solo aéreo; durante los momentos de la confusión por los impactos, explosión y fuego en cubierta, a las 19.13 algún destructor de la flota republicana abrió fuego a una distancia de 6.000 metros y la primera salva cayó a una distancia de unos 200 m del buque y la segunda a unos 50 “horquillando” de esa manera al “Deutschland”.
Entonces, ante la incertidumbre y el temor a ser torpedeados, el comandante Fanger ordenó en el acto: ¡¡¡“a los puestos de combate”¡¡¡, seguido de un ¡¡¡“listos para abrir fuego”¡¡¡. Justo cuando el buque intentaba ponerse en posición de disparo, lo que le llevó unos 20 minutos, a las 19:35 la flota republicana viró y se alejó y el comandante decidió no abrir fuego. El bombardeo naval republicano duró hasta las 19:30 horas con el disparo de 84 obuses de los que 63 cayeron sobre la ciudad de Ibiza.
A las 20.35 h, el incendio estaba controlado y apagado y el “Deutschland” tenía a bordo 23 muertos, 19 heridos graves y 64 heridos de menor consideración. Pero el buque no quedó gravemente averiado, porque no quedó afectada la integridad de su casco, ni quedo falto de propulsión, ni de las direcciones de tiro, ni tan siquiera perdió un solo cañón. A su regreso al aeródromo, los pilotos afirmaron que creían haber atacado al crucero “Canarias”, sin embargo, pronto llegaron a la conclusión de que se trataba el “Deutschland”.
Continuará...
Sobre el autor
Jose Luis Martín Lupión estudió la carrera de náutica en la especialidad de Máquinas Navales en la Universidad de Cádiz, navegando posteriormente durante seis años como oficial de máquinas en diferentes buques mercantes de bandera española. También es un "submarinista de corazón" (como le describe el historiador de submarinos cartagenero Diego Quevedo Carmona) dedicado al estudio del Arma Submarina Española. Con este trabajo, mitad estudio tecnológico, mitad articulo histórico, ha querido aportar su particular visión marítima a detalles insólitos del trágico bombardeo de la capital almeriense el 31 de mayo de 1937.
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