La vida animal de Almería ya se retransmite en directo

naturaleza

Son claves en el proceso de reintroducción de la lechuza común y estudian al del vencejo

proporcionan datos que respaldan la toma de decisiones

Están abiertas a toda la población

Este es el ruido nocturno que desvela a media Almería

La caja nido consta de una cámara principal y una antecámara. / Serbal

Las cámaras en la naturaleza se han convertido en una herramienta esencial para las asociaciones medioambientales. Permiten el monitoreo constante y discreto de los animales en su entorno natural, brindando información valiosa para la conservación. Las cámaras en la naturaleza se han convertido en una herramienta esencial para las asociaciones medioambientales. Permiten el monitoreo constante y discreto de los animales en su entorno natural, brindando información valiosa para la conservación.

Este tipo de seguimiento es clave en la protección de especies en peligro de extinción, el estudio del comportamiento animal, la lucha contra la caza furtiva y la sensibilización del público. Además, proporcionan datos a largo plazo que respaldan la toma de decisiones informadas. En resumen, las cámaras en la naturaleza son una poderosa aliada en la protección de la vida silvestre y la preservación de los ecosistemas.

En Almería, ya hay instaladas varias cámaras a lo largo de su geografía para, precisamente, estudiar la reintroducción de especies o la recopilación de datos a largo plazo, esenciales para la investigación científica y la toma de decisiones informadas.

Esta iniciativa forma parte de un relevante proyecto destinado a la reintroducción de la lechuza común. Los objetivos principales son fortalecer las poblaciones de esta especie clave desde una perspectiva ecológica y cultural en la provincia de Almería, aumentar las posibilidades de supervivencia a largo plazo de la lechuza común y promover la conservación de las rapaces nocturnas mediante la educación ambiental.

El proyecto está siendo llevado a cabo por el Centro de Colecciones Científicas de la Universidad de Almería, el Parque Oasys Minihollywood y SERBAL.

La lechuza común

En las últimas décadas, la lechuza común (Tyto alba), una de nuestras rapaces nocturnas más emblemáticas, ha experimentado una disminución en su población debido a diversos factores, como la intensificación agrícola, el uso de rodenticidas e insecticidas, la caza ilegal y la falta de lugares adecuados para anidar y reproducirse. Según SEO/BirdLife, su declive poblacional a nivel nacional se estima en un 13% desde 2005, siendo especialmente pronunciado en la "región mediterránea sur".

En el pasado, era habitual observar el elegante vuelo de la lechuza al anochecer en las áreas rurales, pueblos y ciudades de Almería. Esta especie desempeña un papel fundamental en los ecosistemas y brinda grandes beneficios al ser humano, ya que actúa como controladora natural de plagas de roedores e insectos. Sin embargo, en las últimas décadas, la lechuza común ha desaparecido de gran parte de sus territorios históricos, lo que indica que sus poblaciones se encuentran actualmente muy reducidas en Almería.

"Desde el año pasado hemos instalado cámaras en varios puntos estratégicos, tanto dentro como fuera de las cajas", explica Emilio González, presidente de SERBAL. "Dentro de las cajas, se puede observar el día a día de los pollos, que ya han comenzado a volar. Durante las noches, por ejemplo, se pueden presenciar sus primeros vuelos o sus intentos de salir de la caja".

Las cámaras

Las cajas nido están equipadas con una cámara interior y una cámara exterior. La cámara interior permite monitorear el estado de los pollos, verificar si consumen todos los ratones suministrados y detectar cualquier problema que pueda surgir. Por otro lado, la cámara exterior permite observar la salida de los pollos cuando empiezan a explorar el entorno y seguir sus movimientos una vez que están completamente desarrollados.

A partir de 2021, se implementó la transmisión en vivo de las cámaras instaladas en la caja ubicada en el Edificio Científico Técnico V (CITE V) del Campus de la Universidad de Almería a través de Twitch. Esto ha permitido que cualquier persona pueda observar a los pollos a través de Internet.

En 2022, también se han colocado cámaras en la caja nido situada en la azotea del edificio de recepción del Jardín Botánico "El Albardinal" en Rodalquilar. Sin embargo, debido a la falta de acceso a Internet en el edificio, se ha configurado una transmisión en vivo a través de un router 4G, lo que puede afectar ligeramente la calidad de la imagen. Estas cámaras transmiten en directo a través del canal de YouTube de Serbal (https://www.youtube.com/c/serbalmeria/live).

Vencejo pálido

Además, como explica Emilio, también hay otra cámara enfocada en un vencejo pálido, conocido como avión en Almería. "La cámara está ubicada en la casa de una señora que ha tenido un nido durante mucho tiempo y nos ha permitido colocar una cámara", explica el presidente de SERBAL.

La idea de utilizar estas cámaras surgió con el objetivo de seguir de cerca el proceso de reintroducción de las lechuzas. El método utilizado es conocido como cría campestre o hacking. Cada año se realizan dos procesos de hacking de lechuza común, uno en el Edificio Científico Técnico V (CITE V) del Campus de la Universidad de Almería y otro en el Jardín Botánico "El Albardinal" en Rodalquilar.

El hacking

El hacking, o crianza campestre controlada, es considerado una de las técnicas más exitosas para introducir aves en el medio natural. Consiste en criar pollos en un entorno de semilibertad, colocándolos en nidos artificiales adaptados a sus necesidades y proporcionándoles alimento hasta que sean completamente independientes, sin la necesidad de la presencia de adultos de su especie.

La alimentación

En cuanto a la alimentación de los pollos, nunca se abre el habitáculo de manera directa para evitar que asocien a los seres humanos como fuente de alimento. La comida, que consiste en ratones descongelados en el refrigerador durante 48 horas, se suministra a través de un tubo rígido de PVC con dimensiones e inclinación adecuadas (6 cm de diámetro interno, 16 cm de longitud y una inclinación de 45°) para que el alimento resbale hasta la antecámara del nido artificial. El tubo está tapado con un tapón de madera que solo se retira una vez al día para introducir la comida. Como punto de partida, se suministran tres ratones medianos (de 10 a 15 gramos) por pollo y día, aunque esta cantidad puede ajustarse según el consumo observado. Los ratones son suministrados por el Parque Oasys Minihollywood, colaborador del proyecto.

La salida del nido permanece abierta en todo momento, permitiendo que los pollos salgan al exterior y regresen libremente cuando se sientan lo suficientemente maduros y seguros. A medida que los pollos se desarrollan completamente, se reduce gradualmente la cantidad de alimento suministrado para estimular su búsqueda de comida por sí mismos.

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