La maternidad tardía crece en Almería: estos son los datos y las razones
Representan casi el 10% de los nacimientos en Almería
Estos son los barrios de Almería donde se tienen más hijos
La provincia de Almería ha experimentado una transformación significativa en la dinámica de los nacimientos en los últimos quince años, con un claro aumento en la maternidad tardía y una drástica disminución de los nacimientos en madres adolescentes. Al comparar los datos de 2023 con los de 2009 y 2010, es evidente un cambio importante en la distribución de nacimientos por grupos de edad, reflejando variaciones tanto en la estructura familiar como en las decisiones sobre planificación familiar de las mujeres almerienses.
En el grupo de madres de 40 años o más, el cambio es notoriamente significativo. Mientras que en 2009, los nacimientos en mujeres de 40 años o mayores representaban solo un 3% del total en Almería, en 2023 esa cifra aumentó a un 8.87%. Este aumento refleja una tendencia hacia la postergación de la maternidad, especialmente en los rangos de edad de 40 a 44 años y más de 50, que han experimentado incrementos muy marcados. Estos datos sugieren que cada vez más mujeres en Almería están retrasando la maternidad, buscando una mayor estabilidad profesional y personal antes de ser madres.
En el grupo de madres entre 40 y 44 años, los nacimientos aumentaron de forma significativa. En 2009, este grupo contribuyó con 229 nacimientos en la provincia, pero en 2023 la cifra creció a 516, lo que representa un aumento de más del doble en solo 15 años. Este fenómeno no es exclusivo de Almería, aunque se observa un aumento más pronunciado en comparación con otras provincias de Andalucía, como Cádiz o Sevilla, donde el crecimiento ha sido más moderado. En el grupo de 45 a 49 años, los nacimientos también subieron notablemente, de 22 en 2009 a 59 en 2023, confirmando la tendencia de una maternidad cada vez más frecuente en edades avanzadas.
En cuanto a las mujeres mayores de 50 años, aunque los nacimientos siguen siendo minoritarios, también muestran una tendencia creciente. En 2009, solo se registró un nacimiento en este grupo, mientras que en 2023 fueron seis. Este aumento, aunque pequeño en términos absolutos, refleja los avances en la medicina reproductiva y el mayor acceso a tratamientos que permiten a algunas mujeres optar por la maternidad a edades avanzadas.
Por otro lado, los nacimientos en mujeres jóvenes, especialmente entre los 15 y 19 años, han experimentado una drástica reducción. En 2009, se registraron 385 nacimientos en este grupo, mientras que en 2023 la cifra cayó a 172, lo que representa una disminución de más del 50%. Este descenso en la maternidad adolescente refleja el éxito de las políticas educativas y de prevención del embarazo precoz implementadas en la región, mostrando una mayor conciencia entre las jóvenes almerienses sobre los efectos de una maternidad temprana.
En el grupo de mujeres de entre 20 y 24 años, también se observa una disminución significativa en los nacimientos, pasando de 1.275 en 2009 a 814 en 2023. Este descenso podría estar relacionado con factores culturales y económicos, ya que muchas jóvenes priorizan su educación y estabilidad laboral antes de formar una familia. La misma tendencia se refleja en el grupo de 25 a 29 años, con una caída de los nacimientos de 2.207 en 2009 a 1.301 en 2023, sugiriendo que la postergación de la maternidad no solo afecta a las adolescentes, sino también a las mujeres en su primera etapa adulta.
Este cambio en los patrones de maternidad tiene implicaciones importantes para el futuro de la demografía en Almería. Con menos nacimientos en mujeres jóvenes y un aumento en las maternidades tardías, la estructura demográfica de la región se orienta hacia una población más envejecida. Este fenómeno podría resultar en una disminución de la tasa de reemplazo generacional, lo que afectaría el crecimiento poblacional y tendría implicaciones en el mercado laboral a largo plazo.
Los nacimientos en menores de 15 años también han mostrado una clara tendencia a la baja. De seis nacimientos en 2009, la cifra se redujo a uno en 2023. Este descenso refleja la efectividad de las políticas de salud pública enfocadas en la prevención del embarazo en adolescentes, mostrando que las estrategias de educación sexual están teniendo un impacto positivo en la región.
También te puede interesar