Las mafias del petaqueo responden a la Guardia Civil: incendian un coche patrulla en Adra

Una llamada trampa alertaba de un delito que no se había producido en La Alquería con la intención de causar daños al vehículo aparcado, al ser la zona inaccesible, en represalia por detenciones e incautaciones recientes

El "narcoterrorismo" aflora en Adra: “Perro de mierda, te voy a pegar 20 tiros, iré a por ti y a por quién haga falta”

Queman un coche patrulla en Adra
Queman un coche patrulla en Adra

Una llamada alertaba, pasadas las diez de la noche de este miércoles, al puesto principal de la Guardia Civil de Adra de la comisión de un delito, presumiblemente un robo, en una vivienda de la barriada de La Alquería. Una patrulla se movilizó de inmediato y acudió a este núcleo situado al norte de la localidad, en una calle inaccesible en vehículo, por lo que se quedó aparcado mientras los agentes subían a pie a la atendiendo a las indicaciones del requerimiento telefónico. Lo que no sabían, ni podían imaginar, era que estaban siendo víctimas de una trampa. Mientras recorrían el lugar buscando un delito inexistente, alguien incendiaba su coche patrulla hasta calcinarlo en cuestión de minutos. Según ha podido conocer este periódico de fuentes de la investigación policial, tras la extinción de las llamas por parte de los bomberos del Poniente, en una de las ruedas delanteras se encontraron restos de un líquido inflamable como foco principal del fuego, lo que pone de manifiesto que había sido provocado por una o varias personas.

Zona en la que fue calcinado el vehículo de los agentes de la Guardia Civil
Zona en la que fue calcinado el vehículo de los agentes de la Guardia Civil

Al no encontrarse cerca del vehículo oficial en ese momento, sólo se registraron daños materiales. Los agentes resultaron ilesos, pero no pudieron identificar a nadie implicado en este incendio intencionado que apunta claramente a una represalia de organizaciones delictivas asentadas en la zona. El que había quemado el coche no era un pirómano cualquiera. Fue una acción planificada, con llamada trampa de un falso robo para que se desplazara la dotación de Guardia Civil y dejara el vehículo en la vía pública para rociarlo con líquidos con los que propagar las llamas. Fuentes de la investigación confirman a Diario de Almería que se trata de un nuevo aviso para navegantes lanzado por las mafias del petaqueo que no sólo han sobrevivido a la potente ofensiva policial por tierra, mar y aire de los últimos años en la comarca más occidental de la provincia, sino que además se están rearmando y han querido responder a las recientes actuaciones con incautaciones de narcolanchas, vehículos de alta gama, petacas de combustible y hasta tractores.

Drones y cámaras para blindar su negocio

Estos ‘empresarios’ del petaqueo se concentran principalmente en el Poniente donde están desplegando drones para controlar en todo momento la actividad de la Guardia Civil en sus dependencias, así como el uso de informadores que avisan de los movimientos por la comarca más occidental de la provincia y de la instalación en las torretas de alta tensión del suministro eléctrico de cámaras con tarjetas SIM con las que observar en directo cualquier operativa policial. De hecho, ante la presencia de estos drones se ha tenido que desplazar al Poniente el equipo Pegaso de la Benemérita, que tiene base en el aeropuerto de Almería, para interceptar estas aeronaves que ofrecen imágenes en tiempo real a los narcos.

Los agentes de esta localidad almeriense, en torno a medio centenar, están sufriendo las amenazas, coacciones e intimidación permanente de los clanes y trabajadores de esta nueva industria auxiliar del narcotráfico que parecía un problema del pasado tras la desarticulación de grandes organizaciones implantadas sobre el terreno en los últimos años. Pero nada más lejos de la realidad. La estocada se ha quedado corta y la estructura delictiva del petaqueo está creciendo en el Poniente, principalmente en la franja costera comprendida entre Guainos Bajos y Guardias Viejas, y cada vez que las Fuerzas y Cuerpos del Estado cierran un narcoembarcadero o precintan un almacén para las neumáticas y petacas se vuelve a montar otro a escasos kilómetros para que nunca pare el negocio del suministro de combustible a las planeadoras del hachís procedentes de África.

El vehículo quedó prácticamente calcinado en cuestión de minutos
El vehículo quedó prácticamente calcinado en cuestión de minutos

Cuando se cumple un año del trágico suceso de Barbate en el que los narcos sesgaron cruelmente la vida de dos guardias civiles, la situación en el litoral almeriense no ha mejorado a pesar de los continuos golpes que vienen asestando a las principales organizaciones delictivas. La inseguridad ha crecido en el mar de plástico y la presencia de las narcolanchas en la zona es habitual. Los petaqueros, salvo los que han aceptado cobrar en especie, se sienten impunes por el mínimo reproche penal a pesar de que se intervienen las embarcaciones que se consideran género prohibido para su destrucción. Están esquivando la imputación por el delito contra la salud pública y se enfrentan sólo al de contrabando que limita la condena a prisión de uno a cinco años y multa de hasta seis veces el valor de los bienes que se han incautado si superan los 50.000 euros. En el caso de que sea inferior a esa cantidad sólo se levantará infracción administrativa.

Tienen todo estudiado y cuentan con asesores jurídicos de prestigio que dirigen cada uno de sus movimientos. Los contrabandistas adquieren el carburante en cantidades inferiores a las que obligan a expedir un documento de circulación o albarán, lo que dejaría constancia de su trazabilidad e identificación, una exigencia legal para la distribución por persona y día de 60 litros de gasolina y 240 de gasoil. Fuentes de la investigación vienen reiterando a este periódico su profundo malestar con el enjuiciamiento de esta tipología de hechos delictivos relacionados con el narcotráfico que permite a los acusados estar en la calle a las horas de estar detenidos por el colapso de los juzgados para hacer frente a estas macrocausas por la implicación de redes con carácter internacional.

Narcoembarcaderos en el mar de plástico

De ahí que a lo largo de la costa almeriense, principalmente en la comarca del Poniente, hayan ido proliferando desde incluso antes de la pandemia una considerable cifra de embarcaderos encubiertos desde los que parten gasolineras flotantes a diario para abastecer a las narcolanchas. En la Curva de Adra, sin ir más lejos, el Servicio de Vigilancia Aduanera ha llegado a interceptar hasta en cuatro ocasiones en un mes a una persona a la que sancionaban e intervenían la mercancía y el barco, pero al día siguiente compraba otro y volvía a echarse al mar. Y la razón es bien sencilla. Controlar ese suministro de gasolina es fundamental por los ingresos y rentabilidad que genera, una logística de carácter estratégico necesaria para cualquier organización que opere en el Mediterráneo, de ahí que los precios se disparen, al igual que la feroz competencia, a veces asociada a episodios violentos, de los que quieren ganar dinero fácil.

Asociaciones y sindicatos reclaman más medios

Las asociaciones de Guardia Civil y sindicatos de Policía Nacional reclaman al Gobierno que destine más medios humanos y materiales para poder plantarle cara al narcotráfico, además de mejorar la seguridad de los agentes que se están enfrentando sobre el terreno a peligrosas mafias dedicadas al triple negocio de las drogas, petaqueo e inmigración irregular. Desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) exigen un refuerzo de las dotaciones terrestres, marítimas y aéreas en la provincia, así como la declaración de Especial Singularidad por el peligroso incremento de la actividad de las organizaciones delictivas en un enclave estratégico como el mar de Alborán. El portavoz de AUGC en Almería, Víctor Vega, asegura que las operaciones esporádicas que se realizan con refuerzos externos tienen un efecto mínimo y no contribuyen a derrotar a las mafias asentadas principalmente en el Poniente. AUGC ha recurrido a la Inspección de Trabajo, Riesgos Laborales de la Benemérita e incluso al Defensor del Pueblo para que se vele por la seguridad de los agentes que actualmente en la lucha contra el narcotráfico y la inmigración clandestina. "Sabemos que las mafias van a ir a más, hay que incrementar los recursos y también tienen que endurecerse las penas incluyendo el petaqueo para que se considere delito y no infracción administrativa", argumenta Víctor Vega.

Están entrando jóvenes que comienzan haciendo de puntos (los que realizan funciones de vigilancia y contravigilancia) y pasan después a petaqueros. Ostentan un poderío económico, que a veces los delata, muy superior al de cualquier otro trabajador de su edad. Cada bidón-petaca de combustible (normalmente de 25 litros) entregado en alta mar se está pagando a una media de 200-300 euros cuando el precio en cualquier gasolinera low cost no llega ni a 50, por lo que pueden ganar más de 50.000 euros en un solo trayecto. Las narcolanchas de última generación que transportan desde el norte de África cargamentos de hachís o grupos de hasta una treintena de inmigrantes necesitan en torno a 120 litros de combustible por motor y hora de navegación y normalmente cuentan con tres y cuatro propulsores fueraborda de 300 caballos de potencia que disparan el consumo. 

En dos actuaciones recientes de han intervenido embarcaciones, petacas y un tractor
En dos actuaciones recientes de han intervenido embarcaciones, petacas y un tractor

Los Lateros se desmarcan

La Benemérita tiene en curso una operativa de control en los dos últimos años en la comarca, con el apoyo de unidades de la Comandancia, el Grupo de Acción Rápida (GAR) y el Servicio Aéreo, para la prevención y persecución de actividades relacionadas con el transporte y abastecimiento de combustible a las redes delictivas. En junio del pasado año desmantelaban el Clan de los Lateros que tenían su centro neurálgico en un cortijo en el barrio de Puente del Río. "Era la mayor plataforma logística de abastecimiento de narcolanchas de todo el Mediterráneo con 52 cuentas corrientes bloqueadas y embargadas en las que había más de cinco millones de euros y 700.000 euros en efectivo", explicaba días después el general jefe de la Guardia Civil, Luis Ortega.

Quedó completamente desarticulada esta organización y los acusados que hoy siguen cumpliendo condena se desmarcan de cualquier actividad ilícita o represalia reciente hacia los agentes y, a través de un portavoz que ha contactado en este periódico, aseguran que son ajenos a los nuevos actores que han entrado en el mercado del contrabando. En la operación Ovidio participaron más de 200 agentes del Instituto Armado y Vigilancia Aduanera que registraron 35 propiedades en Adra y Berja e incautaron 25 embarcaciones, 85 vehículos y 40.000 litros de gasolina. Es más, habían comprado casi todos los inmuebles del barrio, un total de 42 viviendas y fincas desde las que canalizar su actividad con importantes medidas de seguridad como cámaras instaladas en postes de luz y fachadas

Uno de los cortijos desmantelados en Adra en operaciones contra el petaqueo
Uno de los cortijos desmantelados en Adra en operaciones contra el petaqueo

Un mes después se desarrollaba la operación Caramel contra otra organización que quería hacerse con el nicho de mercado que habían dejado los Lateros. Fueron decomisados 30.000 litros de gasolina, 10.000 euros en efectivo, 12 embarcaciones recreativas, cuatro vehículos y dos armas cortas en una intervención en la que participaron 100 agentes de la Guardia Civil con 9 detenidos y siete registros en inmuebles de El Ejido, Balanegra, Adra y Roquetas. La Guardia Civil estaba siguiendo los movimientos de esta banda desde mediados de 2023 cuando se recibió la consigna de que había que acabar con la logística del narcotráfico y la inmigración ilegal. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Almería ordenó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de cuatro de los arrestados. 

Nuevos actores

Después de un verano de golpes letales a organizaciones locales del petaqueo, a principios de octubre era interceptada una embarcación rápida de un solo motor en la costa de Adra con más de mil litros de gasolina en alrededor de ochenta bidones por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil. La investigación policial de la Benemérita y el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria tiene en el punto de mira a varios sospechosos que podrían estar dedicándose al suministro a las narcolanchas y que realizan acopio de combustible en naves y fincas repartidas principalmente por Adra y El Ejido, algunas con embarcaderos y espigones desde los que despliegan sus portes con total libertad. Entre los petaqueros que se vienen investigando se mantiene un grupo de reincidentes que han esquivado la cárcel y otros nuevos actores que han irrumpido con fuerza y están cogiendo cuota de mercado gracias a la alianza con organizaciones de largo recorrido en Algeciras.

En el último mes se han vivido varios episodios de tensión con los guardias civiles tras la intervención de embarcaciones neumáticas, petacas y un tractor

Desde que la provincia se incorporó en 2022 al Plan Especial de Seguridad para el Campo de Gibraltar se está ejerciendo una presión muy fuerte contra los petaqueros de la provincia porque se consideran un aliado indispensable para el funcionamiento de las mafias en un enclave estratégico como el mar de Alborán, con mayor intensidad si cabe tras la muerte de los dos guardias civiles en Barbate que ha venido propiciado en los últimos meses la desviación de la actividad de las mafias hacia el sureste peninsular, con un goteo continuado de intervenciones anteriores y posteriores a los dos grandes golpes que se dieron el pasado verano. Pero no logran ponerle freno al petaqueo en el Poniente y los ayuntamientos de El Ejido y Adra vienen reclamando más medios materiales y humanos a la Subdelegación del Gobierno alegando la alarma social creciente entre sus vecinos, sobre todo tras episodios tan lamentables como el de la noche del miércoles con el incendio de un vehículo oficial de la Guardia Civil.

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