Un maestro para seis colegios y casi 60 niños con necesidades especiales

Un docente para seis colegios y casi 60 niños y niñas que, tras ser valorados por el orientador, precisan de planes especiales de Pedagogía Terapéutica o de Audición y Lenguaje para un correcto desarrollo. La situación es “insostenible” porque con esta ratio de alumnado por maestro es “imposible” establecer un programa que alcance la cota de éxito deseada en los menores. Como señala el responsable de CSIF Educación en Almería, Juan Francisco Caballero, “la atención debe de ser como mínimo de dos sesiones a la semana y cada una de ellas de una hora de duración, aunque lo ideal serían tres sesiones, y esto únicamente se puede llevar a cabo si cada centro tiene asignado un docente que pueda completar sus horas de trabajo sin tener que desplazarse de un colegio a otro y que pueda desarrollar jornadas educativas específicas para cada alumno”.

Con datos en la mano, y en vista de que la situación es más grave cada curso escolar, CSIF Almería exige que se establezca una ratio máxima de alumnos por cada docente de Pedagogía Terapéutica, de Audición y Lenguaje y orientadores, teniendo en cuenta que la normativa de Atención a la Diversidad no establece el número de alumnos que puede llegar a tener un especialista de estas características, ni siquiera para la atención al Aula Específica, cuya orden se establece cada año sin tener en cuenta unos criterios mínimos.

Desde CSIF señalan que al igual que un tutor no puede tener más de 25 alumnos, en el caso de los profesionales de Audición y Lenguaje o de Pedagogía Terapéutica la ratio debería de ser de 10 a 12, y no sobrepasar esa media de 50 niños y niñas como ocurre en varios centros de la provincia de Almería en el actual curso escolar.  Se trata de unas cifras que precisamente en la provincia de Almería son más sangrantes aún que en el resto de Andalucía, donde la media de alumnado por especialista sí es de 25 o 30 niños y niñas. Como advierten los responsables de CSIF Educación, “la situación es más sangrante aún cuando se trata de la atención al alumnado de Infantil. Hay niños sin diagnosticar a la espera de la valoración del orientador, el profesorado ordinario se ve superado y el resto de alumnado a su vez también perjudicado, llegando incluso a ratios insostenibles con esta diversidad en la mayoría de los centros”. 

CSIF exige que la ratio de alumnado para cada orientador se fije en unos 250 como mucho. Una cifra que los profesionales pueden asumir sin dificultades y garantizando tiempos de valoración del alumnado óptimas. “Lo que no se puede gestionar de ninguna forma es una media de mil alumnos por orientador como hay en centros de Almería”.

Juan Francisco Caballero, junto con Sergio Guirado (responsable de Atención a la Diversidad de CSIF Educación Almería), advierten de que “la Atención a la Diversidad es la gran mentira de la Educación en Andalucía, más especialmente en Almería”. Así, contundentes, mantienen que las cifras de las que presume la Consejería de Desarrollo Educativo “no son más que una forma de maquillar la realidad”. CSIF pide más recursos para que los docentes especialistas puedan dedicar más tiempo de atención a cada alumno y más personalizada, con el objetivo de poder lograr cotas de éxito óptimas en su desarrollo.