Los maceteros ‘antivándalos’ que dividen a los almerienses

Hay voces detractoras y quienes se paran a hacerse un selfie junto a estos elementos colocados en diferentes puntos de la capital

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Azul y verde, los colores elegidos paa los maceteros de gran tamaño del paseo marítimo
Azul y verde, los colores elegidos paa los maceteros de gran tamaño del paseo marítimo / Javier Alonso

Nunca unos maceteros dieron tanto de qué hablar en la ciudad. Pueden gustar o no pero, sin duda, es difícil que pasen desapercibidos, lo que está generando una oleada de comentarios de los viandantes a su cruce con estos nuevos elementos ornamentales que el Ayuntamiento de Almería ha repartido por diferentes puntos de la capital. Son más prácticos, por sus ventajas y resistencia, si bien el tamaño y, sobre todo, los colores escogidos no son por todos admirados y la división de opiniones está servida.

“Son monstruosamente grandes y estridentes”, comenta José Luis García, detenido justo en los dos maceteros del paseo marítimo Carmen de Burgos, a la altura aproximada de la plaza de Los Periodistas, donde también hay almerienses que han escogido estos maceteros para enmarcar sus fotografías. “Para gustos, colores”, recurre a los dichos populares el concejal de Agua, Zonas Verdes y Agricultura, Juanjo Segura, quien se muestra comprensivo con la disparidad de opiniones, entendiendo que el beneplácito es mayoritario.

Frente a la perspectiva estética, el responsable municipal ha ensalzado las bonanzas del material con el que están fabricados, razón por la que han venido a sustituir a los anteriores, tanto en este emplazamiento como en la plaza de la Catedral, donde se han distribuido un total de once de estos maceteros de gran tamaño (ocho en los soportales del tiempo catedralicio y otros cuatro en la fachada del Obispado), si bien de un color blanco roto, más discreto y acorde con esta histórica y protegida localización al igual que para el Museo de Doña Pakyta. “Los que había antes eran de chapa y estaban completamente podridos”, explica el edil, quien desgrana que este material plástico ofrece mayor resistencia a la corrosión y está mejor preparado para soportar el vandalismo al ser la limpieza de pintadas más sencilla.

Los cuatro maceteros blancos de la fachada del Obispado
Los cuatro maceteros blancos de la fachada del Obispado / Javier Alonso
Juanjo Segura: "Los colores son propios de una ciudad moderna, pero es normal que no a todos les guste”

A su perfil en redes sociales le han llegado unos cuantos comentarios tanto positivos, “me encanta” o “buen trabajo”, como negativos con respecto a la imagen compartida de los maceteros distribuidos por la calle Tirso de Molina, del casco histórico capitalino. En este caso, seis unidades en colores verde y azul.

Los maceteros distribuidos en la calle Tirso de Molina.
Los maceteros distribuidos en la calle Tirso de Molina. / Javier Alonso

“Está claro que el excelentísimo Ayuntamiento de Almería ha puesto el ojo en la calle Tirso de Molina, pero con el peor gusto posible y sin sentido”, comentan desde una de las comunidades vecinales de esta vía sobre los nuevos maceteros, recelosa aún por la retirada del arbolado el pasado año. En un escrito, indican que “no solo hicieron un arreglo cutre de la calle, sino que ahora alguien sin gusto estético ni respeto por los vecinos ha decidido colocar estos maceteros horroroso enormes, de colores estridentes, de plástico contaminante, que ocupan las aceras creando barreras arquitectónicas, sin preguntar ni mediar palabra con los que los vamos a sufrir”, remachan.

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