Le administraron suero caliente y eso le quemó el escroto: Salud lo negó en el juicio

Salud

En el juicio se evidenció que el joven de 15 años sufrió cicatrices extensas por culpa de una mala praxis de los sanitarios

Más de 58.000 euros de indemnización para el joven al que le quemaron el escroto en el Hospital de Huércal-Overa

Quirófano de un hospital almeriense
Quirófano de un hospital almeriense / Rafael González

El 27 de marzo de 2019, un joven de 15 años se sometió a una intervención quirúrgica en el Hospital La Inmaculada de Huércal-Overa tras ser diagnosticado de una torsión testicular. Una operación que le dejó graves secuelas, pues en el proceso le quemaron el escroto y la parte interna de los muslos.

El pasado 17 de septiembre se hizo firme la sentencia por la que el Servicio Andaluz de Salud tendrá que indemnizar al joven con 58.651,84 euros por los daños sufridos, tanto físicos como mentales (estrés traumatico moderado). ¿Pero qué fue lo que sucedió en esa intervención quirúrgica?

Según se puede leer en la sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo Nº 4 de Almería, el informe de un perito explica que en la operación "se observa que existió mala praxis, esto es, causar un daño a la salud como consecuencia de un comportamiento profesional realizado con impericia en su profesión". El joven sufrió "quemaduras en escroto y cara interna de ambos muslos en principio de 1º grado que evolucionaron a 2º", según recoge el propio informe post quirúrgico.

En otro informe, añade que el causante de esas quemaduras fue el suero, que estaba una temperatura muy alta. En el apartado dedicado a explicar la intervención quirúrgica realizada, este informe señala que "se observa quemadura de primer grado tras la administración de suero caliente".

El joven tuvo que ser trasladado por ello al Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada. En el informe del traslado se explica, de nuevo, que "durante la cirugía sufre quemaduras por escaldadura en cara interna de muslo bilateral y escroto".

A pesar de que los informes hablan claro de quemaduras por culpa del suero, en el juicio el Servicio Andaluz de Salud negó la existencia de un nexo causal entre la administración del suero y las lesiones, aunque, como se puede leer en la sentencia, no aportaron pericial alguna para argumentarlo.

La magistrada-juez entiende que lesiones provocadas no forman parte de una "complicación posible" de la intervención quirúrgica, pues el consentimiento informado que firmó el paciente antes de la operación no mencionaba nada al respecto.

Asimismo, se descartó que el paciente fuera alérgico al suero fisiológico, por lo que la magistrada concluye que "el suero utilizado para recuperar la circulación sanguínea y la coloración del testículo se calentó en exceso, aun cuando los profesionales que participaron en la intervención no se percataran de ello".

Cicatrices extensas en el escroto

A la hora de valorar la indemnización, la magistrada explica que las fotografías evidencian "unas cicatrices extensas, que deben ser encuadradas dentro del perjuicio estético medio (...), atendiendo a la entidad de las lesiones, a la zona tan delicada e íntima en la que se encuentran, y a la edad del lesionado, de tan solo quince años cuando se produjeron los hechos".

En otro punto, la sentencia añade que el lesionado perdió la posibilidad de llevar a cabo actividades específicas de especial trascendencia para su desarrollo personal.

¿Qué es una torsión testicular?

Una torsión testicular es la rotación del cordón espermático sobre sí mismo, esto produce un estrangulamiento de las arterias que llevan la sangre al testículo. El testículo sufre en primer lugar una isquemia y, si no se corrige la situación, acaba produciéndose un infarto del mismo, según explican en la web urologoenvigo.com.

El tratamiento siempre es quirúrgico y con anestesia total. La intervención consiste en abrir el escroto y reducir la torsión del testículo. Conviene una vez que hemos normalizado la situación, esperar y ver si el testículo recupera el flujo sanguíneo.

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