Las grabaciones de Ana Julia desmontan la idea del suicidio

La Guardia Civil posee conversaciones con ella misma en la que se dice que no irá a la cárcel y que piensa el lugar al que trasladar el cuerpo

La familia de Ana Julia Quezada: “Sentimos que todo el mundo nos odia y nos ataca”

Ana Julia llega por cuarto día consecutivo a la Audiencia Provincial. / Rafael González

12 de septiembre 2019 - 11:00

Las grabaciones que la Guardia Civil maneja y que se están presentando en el juicio vuelven a contradecir las declaraciones de Ana Julia en las que señala que su intención era llegar a la casa de Vícar para escribir cartas de perdón, tomarse unas pastillas y suicidarse.

"Tranquila Ana, no vas a ir a la cárcel" o "Y ahora que hago yo con esto, lo planto en un invernadero?" son algunas de las frases captadas por la Guardia Civil mediante el sistema de grabación que colocaron en el vehículo de Ana Julia.

Ana Julia Quezada, autora confesa de la muerte del niño Gabriel Cruz, decía mientras introducía al pequeño en el maletero de su vehículo: "Ahora a llevárselo de aquí", según ha manifestado el teniente de la Guardia Civil que instruyó las diligencias del caso en referencia a las grabaciones realizadas en el interior del coche.

El teniente, que ya intervino en la sesión de ayer, ha ratificado el contenido de las transcripciones de dichas grabaciones y ha reiterado que la acusada se arengaba diciendo en voz alta: "Ana, no vas a ir a la cárcel".

Junto a un agente que pertenece al grupo de Homicidios de la Policía Judicial de la Comandancia de Almería, que también fue comisionado para poder tomar declaración a diferentes testigos en Burgos, han explicado que los micrófonos no grababan de forma permanente.

Al contrario, uno de los micrófonos se activó cuando se introdujo el cuerpo en el maletero y grabó la primera secuencia de palabras, y posteriormente cuando cerró el portón la acusada, se registró un sonido "compatible" con la limpieza de las zapatillas de la acusada y el resto de frases manifestadas.

Sobre el exmarido

El agente que fue a Burgos ha dicho que el padre de Judith, hija de la acusada, le indicó que mientras estaba casado con Quezada tuvo dos episodios de fiebres "muy altas" y que los médicos no pudieron determinar el motivo, estando ingresado dos o tres días en cada ocasión.

Señaló este testigo que en un viaje corto a Madrid, se empezó a sentir "muy mal", que no sabía cómo había llegado a su casa y que tras conocer lo que había ocurrido con otras parejas de la acusada, pensó que ésta podría tener algo que ver, porque tras terminar su relación con ella no ha vuelto a tener otro episodio de este tipo.

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