El juez no ve pruebas suficientes contra el detenido por el doble homicidio de Los Molinos

El titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Almería no observa por el momento "elementos probatorios suficientes" que acrediten la participación del único detenido por el homicidio de dos jóvenes de entre 20 y 30 años, cuyos cuerpos sin vida y con heridas por arma de fuego fueron hallados en julio del año pasado en el barrio almeriense de Los Molinos.

Tanto es así, que el arrestado ingresó en prisión provisional, pero no por la muerte de estos magrebíes vinculados supuestamente al tráfico de drogas, sino que el investigado representado por el abogado Nabil El Meknassi se encuentra en el centro penitenciario 'El Acebuche' por la droga localizada en dos de sus viviendas.

Según la documentación judicial consultada por EFE, la causa se ha desgajado en dos piezas, una relativa a los homicidios y para la que el juez acordó la libertad provisional sin fianza para el detenido, debido a la falta de "elementos probatorios suficientes", a pesar de que los indicios justifiquen la "continuación de la investigación".

Sin embargo, sí que acordó el ingreso en prisión después de que en su domicilio habitual apareciese cocaína valorada en casi 11.000 euros y cocaína rosa con un valor de algo más de 14.100 euros; mientras que en otra casa próxima al lugar en el que aparecieron los cadáveres, que usa habitualmente el arrestado, se hallaron 601 plantas de marihuana y cogollos valorados en 66.262,09 euros.

La posición del juez se contrapone a los indicios que llevaron a la autorización judicial de los registros en estos inmuebles, que fueron realizados en la madrugada del martes de la semana pasada por miembros del Grupo IV de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de la Comisaría de Almería.

Gracias a las diligencias practicadas hasta ese momento, en especial las intervenciones telefónicas y las medidas de geolocalizacion, de grabación y de los operativos policiales de seguimiento y testificales practicadas, así como de las investigaciones de balística, se determinó que el detenido podría haber sido el autor del homicidio de los jóvenes, que tuvo lugar el 21 de julio de 2024.

Unas muertes que ocurrieron en la calle Pilones de Los Molinos, dónde ambos fueron tiroteados, siendo localizados sus cuerpos tumbados en el asfalto, a escasa distancia el uno del otro, junto a un total de siete vainas percutidas y cinco proyectiles del calibre 9 milímetros corto.

La vinculación del arrestado con el crimen se estableció también por la relación de éste con uno de los fallecidos, con el que viajó hasta Cataluña “escasos días” antes de las muertes, cruzándose llamadas y mensajes SMS entre sí.

No menos importante para su investigación fue el que minutos antes de la muerte esta víctima y el sospechoso se reunieron y conversaron, deambulando en “actitud tranquila” por varias calles de la barriada de las 500 viviendas, a no demasiada distancia del lugar de la muerte.

Además, los fallecidos fueron observados cerca del lugar en el que aparecieron sus cuerpos algo más tarde, como también pasó con el investigado, que fue perdido de vista cuando se aproximaba a la zona de aparcamientos de la calle Pilones.

A su vez, el que el investigado dispusiese de una casa de la que hacía uso habitualmente en una calle próxima, sumado a grabaciones de cámaras de vídeo y otros indicios de carácter tecnológico, establecieron este vínculo, toda vez que la Policía Nacional ha considerado que pudo matarlos en la entrega de una suma de dinero vinculada al tráfico de drogas desde Marruecos.