La iglesia de San Pedro el Viejo

Un patrimonio perdido

Fue restaurada con posterioridad en el siglo XIX por el arquitecto provincial D. Enrique López Rull en el siglo XIX, transformando totalmente su fachada principal

La iglesia de San Pedro el Viejo
Maribel García Sánchez - Licenciada en Historia del Arte

01 de noviembre 2020 - 05:05

Almería/La antigua iglesia de San Pedro el Viejo y actual convento de las Esclavas del Santísimo Sacramento, tiene una historia aún muy desconocida por parte de los almerienses. La iglesia se remonta años después de la conquista de la ciudad por los Reyes Católicos, estando allí situada una mezquita y construyéndose un templo mudéjar. Fue primitivamente la antigua iglesia de San Pedro y San Pablo, y se sitúa en la calle San Pedro, cerca de la popular calle Trajano, en pleno casco histórico.

La iglesia queda construida definitivamente en el siglo XVII siguiendo el estilo predominante el mudéjar, como así lo constata la armadura que aún conserva en su interior, siendo su promotor el Obispo Fray Juan de Portocarrero. Fue restaurada con posterioridad en el siglo XIX por el arquitecto provincial D. Enrique López Rull en el siglo XIX, transformando totalmente su fachada principal Cuando se accede a la iglesia uno se encuentra con una paz interior infinita y sosegada, con una reja que separa a las Hermanas de los fieles, y donde se encuentra el Altar Mayor con el baldaquino y el Santísimo Sacramento, el elemento que caracteriza a la iglesia.

San Pedro el viejo

El templo de San Pedro el Viejo fue afectado por la Desamortización de Mendizábal, donde los bienes de la iglesia quedaron en manos del Estado. De esta forma, en 1837 tras la Desamortización, la sede de la parroquia de San Pedro se instaló en la actual iglesia de San Pedro que hasta la Desamortización fue el antiguo convento de San Francisco. El convento de San Francisco fue suprimido y la iglesia del convento pasó a ser la sede de la Parroquia de San Pedro y la que fue la antigua Parroquia de San Pedro de la calle San Pedro pasó a ser propiedad del Estado, destinándose a Cuartel de Milicia Nacional. En 1855, el templo se vendió a la compañía comercial Spencer y Roda, y tras ser restaurado por el arquitecto López Rull en 1872, se convirtió en almacén.

Con posterioridad pasó a tener diversos usos civiles entre los que se encontraba su transformación en salón de baile o incluso teatro. Sería en 1909 cuando D. Antonio Ruiz Jiménez y D. Sebastián Zabaleta Eguiburo quienes compraron el templo y una casa vecina para habilitar una residencia de la Compañía de Jesús. las obras de acondicionamiento para el culto se llevaron a cabo bajo las directrices del mismo arquitecto provincial, Enrique López Rull, y la participación del Padre Morgado y el Hermano Soriano, tomando el nombre de iglesia del Sagrado Corazón de Jesús. La decoración de la iglesia fue al gusto de la Compañía de Jesús, adaptando un tono moderno y elegante, llamando la atención el revestimiento de los zócalos con azulejo sevillano. La iglesia que se bendijo en 1910, estuvo abierta al culto hasta 1932, año en el que fueron expulsados los Jesuitas, pasando el templo al Obispado.

Virgen de los Dolores

Durante la Guerra Civil el edificio sufrió graves daños, siendo saqueado y convertido a garaje. Toda la decoración interior, la perteneciente a la iglesia Jesuita, fue desmantelada y destruida, salvo el artesonado mudéjar, la joya del edificio, que afortunadamente se pudo salvar. Tras la Guerra Civil se restauró, pero en 1982 estaba en un abandono total y tuvo que cerrarse, experimentando finalmente entre 1984 y 1988, una restauración integral ejecutada por los arquitectos Ángel Jaramillo, Ramón de Torres y María José Lasaosa para destinarla a la iglesia de la comunidad de las Esclavas del Santísimo Sacramento. Hay que destacar entre las imágenes destruidas, la del Sagrado Corazón de Jesús, adquirida por la Compañía de Jesús y media 2m. 70cm. de altura, tenía una túnica blanca y se encontraba de pie y bendiciendo.

La imagen era sacada en procesión y a su paso estaba revestida de gran fervor popular. Igualmente en la iglesia, se encontraba un altar para la Purísima con su respectiva imagen, que fue costeado por la Asociación de las Hijas de María. Los retablos que poseía la iglesia fueron todos traídos de Granada, y al parecer eran armoniosos y de entonación agradable. Al Hermano Soriano se debe la capilla del Sagrario, de buena armonía en el conjunto y las pinturas en tonos agradables de la bóveda del presbiterio. Una de las imágenes que poseía la iglesia en 1929, era la Virgen de los Dolores que salía en Procesión el Miércoles Santo junto con el Nazareno de las Claras, conformando así la Cofradía del Encuentro. Ya en 1931 se ejecutó una nueva imagen para la iglesia de las Claras, la imagen de la Virgen de la Amargura, que fue la que acompañaría al Nazareno hasta su destrucción en la Guerra Civil.

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