La iglesia de Bacares obtiene la categoría de Santuario

Coincidiendo con el cuatrocientos aniversario de la imagen del Santísimo Cristo del Bosque, el obispo de Almería ha otorgado el rango de santuario a la iglesia parroquial de Santa María, en el municipio de Bacares. Así, el número total de santuarios reconocidos por el obispado asciende a ocho; seis correspondientes a advocaciones marianas, sumándose ahora, dos dedicados a Jesucristo, relativos a los dos crucificados con más veneración en la provincia, el Cristo de la Luz (Dalías) y el Cristo del Bosque (Bacares).

Este reconocimiento otorgado llega en un año muy especial para todos los devotos del Santo Cristo del Bosque, pues se conmemora el cuarto centenario de la primera imagen del patrón de Bacares, realizada en Baza por Juan Ladrón Freila allá por 1622, y destruida en julio de 1936 por grupos incontrolados de milicianos republicanos. Finalizada la contienda civil se esculpiría una nueva talla, la que actualmente se venera, y en la que se pudo engarzar una de las piernas, milagrosamente salvada, perteneciente a la antigua hechura.

El reconocimiento como santuario del que a partir de ahora gozará el templo parroquial de Bacares debe enmarcarse dentro de las excepcionales relaciones que los diferentes obispos almerienses han tenido con esa tierra desde el siglo XVII. No olvidemos que durante esa centuria y la siguiente, los prelados almerienses pasaron largas temporadas del año en la residencia que poseían en Bacares; una edificación histórica que se conserva en la actualidad y que, por fortuna, mantiene el trazado y gran parte de los elementos originales tanto de fábrica, como de carpintería y herrajes. En nuestros días es conocida con el nombre de La Casona, aunque durante los siglos XVII y XVIII, y según arroja la documentación de la época, se solía denominar “casas obispales”.

Un santuario, del latín sanctuariarum (lugar sagrado o santo) es el templo donde se venera una imagen o reliquia en la que concurren circunstancias singulares que la hacen acreedora de una especial devoción, y al que suelen acudir en peregrinación numerosos fieles en días señalados. En Almería existen numerosos lugares que se pueden acoger a esta definición, aunque sólo ocho están reconocidos por la autoridad eclesiástica. Cada uno de esos ocho santuarios, cuentan, y han contado en el pasado, con un área de influencia geográfica determinada. En el caso del Santo Cristo de Bacares, además de gozar de gran devoción en buena parte de la provincia de Almería, también cuenta con infinidad de peregrinos que acuden desde tierras murcianas, y especialmente desde la comarca de Baza, cada 14 de septiembre, día grande de las fiestas patronales de Bacares. Una tradición labrada a lo largo de cuatro centurias y que ha forjado el espíritu cristiano de una comunidad humana, servida a lo largo del tiempo por una concatenación de religiosos que han sabido apreciar, salvo raras excepciones, la relevancia espiritual y el acervo de valores que ha significado el Santo Cristo del Bosque. Podríamos aludir a muchos de esos religiosos, hombres como Félix García o Juan Segura, el primero autor de las “relaciones” que se leen e interpretan en la ermita del Bosque durante las fiestas patronales, y el segundo, autor de una novena y quinario dedicado al Cristo del Bosque, recogidos en un libro impreso en Barcelona, ciudad donde vivió tantos años ese religioso, sirviendo en la iglesia de Belén, situada en las famosas Ramblas barcelonesas.

Para regular la organización y funcionamiento de los ocho santuarios se aprobará un estatuto especial para cada uno de ellos, donde se recojan las particularidades y singularidades de cada entidad, aunque todos ellos estarán englobados dentro de un estatuto marco, que definirá las directrices generales y que será común para los ocho santuarios. En el caso de Bacares, al tener la categoría de iglesia parroquial, no se nombrará un rector o capellán creado ad hoc, como sí tiene por ejemplo el santuario del Saliente. Para coordinar la labor pastoral a desarrollar en el futuro se ha nombrado recientemente a Antonio Jesús Saldaña como delegado episcopal para Santuarios, Romerías y Religiosidad Popular. Un sacerdote joven y empático, que actualmente es rector del Santuario del Saliente, y que ante este nuevo desafío afirmaba: “Es una misión radicalmente nueva, que exige capacidad de escucha y creatividad personal, pero urgente para responder a la demanda espiritual de nuestro tiempo”.

La iniciativa de reconocer la especial relevancia de estas ocho devociones parte del propio Vaticano, y fue una de las directrices que en la última visita “ad limina” se propuso, trascendiendo obviamente el ámbito almeriense y abarcando y aglutinando la religiosidad popular que concurre en los miles de santuarios diseminados por todo el mundo.

Atendiendo a la secularización cada día más patente en una sociedad laica donde las iglesias están vacías, pero los santuarios se llenan de romeros en los días del santo patrón correspondiente a cada uno de ellos, la Iglesia quiere aprovechar esa realidad para realizar una labor pastoral de largo recorrido, que en Almería tendrá su culmen en 2025, cuando se celebre el siguiente Año Jubilar.