Un hijo de la lotera de Albox dice que “no se está haciendo justicia” con su muerte
Tribunales
Critica a su vez que, a pesar de haber estado detenido e investigado en su día, ni siquiera ahora haya sido llamado a declarar como testigo a otro hombre
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La Audiencia de Almería acoge esta semana la vista oral contra Alberto G.F., que se enfrenta a penas que suman 17 años de prisión por matar presuntamente a una vendedora de lotería para poder robarle en su casa de Albox, pero la familia de la víctima considera que “no se está haciendo justicia con su muerte”.
Domingo Rodríguez es uno de los hijos de la fallecida, fue el que la encontró muerta y lamenta, en declaraciones a EFE, que la Fiscalía únicamente acuse al único hombre sentado en el banquillo por un delito de homicidio y por otro de robo con violencia, ya que los herederos de la víctima creen que existen pruebas sobradas de que fue un asesinato.
Explica que en su día la familia contrató a un abogado que no presentó un escrito de acusación alternativo al de la fiscal Ana María Lasso de la Vega Alarcón, y que cuando éste renunció, no solicitó a través del procurador que no se cerrase el plazo para poder presentarlo, lo que ahora les impide hacerlo.
“Hay varias agravantes en el homicidio, por lo que pasaría de homicidio a asesinato. El abogado que cogimos no hizo las cosas bien. Y ahora estamos indignados. Esta mañana hemos declarado mi hermano mayor y yo, porque yo fui quien encontró a mi madre muerta en el domicilio en el que vivía”, afirma.
“También han declarado hoy varios testigos y no sé si por temor, por miedo, o porque los han amenazado, han dado una versión diferente a la de su primera declaración, se ha han contradicho. No vemos que se esté haciendo justicia”, añade.
Ha señalado el caso de una testigo que en su día aseguró haber visto a Alberto G.F., a Joaquín C.G. -que fue detenido e investigado en la causa, aunque quedó fuera de la misma-, y a otros dos hombres discutiendo con su madre.
“En su momento dijo que había varias personas, entre ellas el autor material de los hechos y su cómplice, que la noche de autos lo iba acompañando. Ahora dice que mi madre estaba sola”, lamenta.
También censura la instrucción desarrollada en Huércal-Overa, al dejar fuera al segundo detenido, “con todas las pruebas que hay: llamadas telefónicas, testigos que vieron a estas dos personas”. “Al juez no le parece suficiente porque no encontraron restos de ADN o huellas de Joaquín C.G. dentro de la casa, sino sólo de Alberto G.F.”, abunda.
Critica a su vez que, a pesar de haber estado detenido e investigado en su día, ni siquiera ahora haya sido llamado a declarar como testigo en la vista oral en desarrollo.
“Lo que reclamamos es justicia. Si la fiscal que está llevando el caso en la Audiencia de Almería no cambia la petición de homicidio a asesinato, recurriremos y denunciaremos al primer abogado”, sostiene.
Sobre el, para él, cómplice del único acusado, insiste en que los teléfonos de ambos se encontraban próximos y que incluso llegaron a tener un accidente de tráfico juntos poco después de la muerte de su madre.
“Cuando Alberto G.F. tuvo el accidente, lo llevaron al hospital de Huércal-Overa y allí le dijo a la Policía Judicial que iba de copiloto y que el otro iba conduciendo. Ahora, este martes, dijo que iba solo. El acusado también escribió una carta al otro en la que le decía que no se preocupase porque no le iba a echar la culpa de nada”, recalca.
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