Cuando el hijo de Lola Flores se sentó en un banco del Parque
Pequeñas historias almerienses
Antonio llegó en barco desde Melilla, donde grabó en 1982 la película “Colegas”, y esperó en el Parque el vuelo a Madrid
Festejos históricos de la feria de Almería que han desaparecido
Las vacaciones de “Lolita”, la hija de Lola Flores, este verano en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar me ha hecho recordar episodios pasados con Almería de este peculiar clan familiar integrado por cantantes, actores, artistas, bailaores, tocaores y reputados miembros del papel couché.
Sin lugar a dudas, para muchos almerienses hablar de Lola Flores es rememorar el doble desaire que nos hizo en 1972 y en 1973. Se celebraba entonces en Almería el “Festival Internacional de la Canción de la Ciudad Luminosa de la Costa del Sol” y “La Farona”, con su marido y el grupo flamenco, fue contratada como final de fiesta. Era un show presentadso por José maría Iñigo, en el que también estaban incluidos los humoristas “Tip y Coll” y “Mari Trini”. Era el 29 de julio de 1972 y un día antes de la actuación envió un telegrama al Ayuntamiento cancelando su compromiso con el argumento de que estaba malica.
La organización del festival cubrió el hueco con Marujita Díaz, pero se ve que creyó lo de la enfermedad de la Flores y volvió a ponerle encima de la mesa sus 250.000 pesetas de caché. Era para que actuara el año siguiente, 1973. Doce horas antes de que subiera al escenario de los jardines del Colegio La Salle se supo que ese año tampoco vendría. A la misma hora ofrecía su espectáculo de cante y baile en una sala de fiestas de Málaga. Hubo qu contratar deprisa y corriendo a Massiel que, con Fernando Esteso, cerraron la fiesta final del festival. Aquello no se olvidó y la imagen social de la “Lola de España” resultó muy dañada en la provincia.
Antonio González Flores
Ver la foto de “la Lolita” en las playas de Agua Amarga y en el Cabo de Gata también me trajo a la memoria un episodio peculiar con Almería de su hermano Antonio González Flores (1961-1995).
A las seis de la tarde del 31 de agosto de 1982 el “Vicente Puchol”, buque que cubría el trayecto Melilla-Almería, atracó en nuestro puerto. Nada extraño, porque la ruta era diaria y desde que zarpó a las ocho de la mañana no hubo contratiempo alguno. Pero entre el pasaje que desembarcó frente a la Fuente de los Peces había un joven que, a pesar de sus 21 años, era famoso desde que nació: Antonio, el hijo de Lola Flores y “El Pescaílla”.
Antonio González Flores regresaba de Melilla de grabar los exteriores de su primera película: “Colegas”. Era un film sobre el paro, las drogas, la delincuencia, la homosexualidad o el tráfico de bebés dirigido por Eloy de la Iglesia (1944-2006) en el que también actuaron su hermana “Rosariyo”, Enrique San Francisco (1955-2021) o José Luis Manzano (1962-1992). El director de producción fue Modesto Pérez Redondo, quien también volvía de la ciudad norteafricana.
El caso es que cuando Antonio atravesó la aduana vestido con una chaqueta y un pantalón vaquero alguien lo reconoció y avisó a varios periodistas locales de la presencia de éste, Eloy de la Iglesia, Manzano y gran parte del equipo de grabación. No todos los reporteros llegaron a tiempo para entrevistarles porque tenían billetes para el vuelo IB 864 a Madrid, que despegaba a las diez y diez de la noche, y tras un breve receso en un banco del parque para comerse unos bocadillos tomaron un taxi y se perdieron por la carretera de Los Molinos.
La escena de los tres peliculeros sentados en un banco de hierro del parque mirando al mar sí que era propia de una escena de “Colegas”, prototipo del “cine quinqui”. De entre sus bolsas de plástico sacaron unos bocatas, un termo con algún líquido refrescante en su interior, unos cuantos cigarros negros y algunas cosas más de consumo inmediato.
El único periodista local que pudo localizarlos fue mi amigo Juan Ibarra (DEP) al que intentaron vacilarle, pero el reportero fue más hábil y según nos contó más tarde sacó una ametralladora de preguntas para el hijo de “La Faraona”. Obtuvo la exclusiva de que la película “Colegas” se iba a llamar “Comecocos”, que en ella cantaba y tocaba a la guitarra el tema “Lejos de aquí” y se estrenaría el 25 de octubre de 1982, tres días antes de las elecciones en las que Felipe González obtuvo 202 diputados. Ibarra nos confesó en la redacción que dudaba si las respuestas de Antonio González Flores eran más propias de un genio o de un arrogante presumido. La duda la resolvió en un pie de foto en el que sentenció: “Antonio, hijo de Lola Flores, se cree un divo”. Porque, sentado en el banco de hierro del parque con un trozo de pan en la mano, declaró cosas como éstas:
- “En la película soy un chaval normal; eso lo puede hacer cualquiera”.
- “Lo mío es la música, pero si se presenta, haré cine”.
- “Hace mucho tiempo que no me como una rosca; un par de días”.
- “Me supongo que en Madrid me espera la familia”.
- “No soy antipático; es que paso de muchas cosas”.
- “Mi afición es hacer lo que me gusta”.
- “Soy un bohemio de tomo y lomo”.
De aquel encuentro entre los tres peliculeros y el periodista parece que brotó un “mal fario”. Todos, incluido el redactor, fallecieron demasiado jóvenes. Antonio González Flores, cuando tenía 33 años. Fue el 30 de mayo de 1995, catorce días después que su madre. José Luis Manzano fue encontrado cadáver con 29 años. Eloy de la Iglesia tenía 62 años cuando murió por un tumor maligno y el redactor perdió la vida en un absurdo accidente de tráfico. Descansen todos en paz; el colega y los “Colegas”.
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