El hijo del doctor Piorno asegura que su padre llamó a la Policía una hora antes de morir

Tribunales

Ha asegurado en el programa ‘Hoy en día’ de Canal Sur que sospechó del presunto comprador de su vivienda

La familia del médico asesinado en Aguadulce busca fondos en internet para pagar a un abogado

Rafael Piorno tenía 76 años.
Rafael Piorno tenía 76 años.

Almería/Las sospechas del doctor Rafael Piorno respecto al presunto comprador de su vivienda fueron aún mayores de lo sospechado. Tanto que, según ha revelado este lunes su hijo Miguel en el programa ‘Hoy en día’ de Canal Sur, el pediatra llamó a la Policía una hora antes de encontrarse con Óscar F.S., el supuesto delincuente habitual de León con el que habría contactado el policía nacional José Javier F.M., el presunto ideólogo de un robo frustrado que concluyó con la muerte del facultativo.

“Mi padre era una persona que trabajaba y su vocación era la medicina. Eso se lo puede decir todo el pueblo de Roquetas, todo el pueblo de Aguadulce, la gente que lo conocía. Vivía para sus pacientes, vivía para su trabajo. Él ya se había jubilado, pero continuaba de manera activa pasando consulta en una clínica privada. Y él lo hacía principalmente con el objetivo de dar servicio a la comunidad”, ha asegurado el hijo del médico.

Miguel Piorno ha explicado que su hermano mayor reside en Estados Unidos y que él mismo vive fuera de España, pero que mantenía un contacto diario con su progenitor. Así, ha concretado que el viernes 23 de agosto llamó a su padre sin que éste lo atendiese y que ocurrió lo mismo el sábado. En un primer momento no le dio más importancia al pensar que podría tratarse de algún problema con Internet, WhatsApp, etc.

Sin embargo, el domingo 25 ya no pudo más y contactó con una vecina, la misma que encontró restos de sangre y alertó a la Guardia Civil.

Para el vástago del doctor Piorno, el policía nacional investigado fue “recabando información” sobre el médico. “Pero la información era realmente errónea, porque mi padre era una persona de perfil bajo, para nada ostentosa. Tenía una vida normal. Vivía en la misma casa desde hace 30 años y ni en la casa tenía dinero, ni lo tenía en el banco. Este hombre se imaginó una situación totalmente diferente”, ha defendido.

De acuerdo a este testimonio, Rafael Piorno tenía a la venta su domicilio porque a sus 76 años precisaba de algo más pequeño y sin escaleras, una residencia cómoda para él y que incluso le permitiese disfrutar junto a su hijo Miguel y sus nietos en un “sitio en común” para estos miembros de la familia.

“El día que conoció a la persona que fue a ver la casa, me llamó. Me dijo que iban a ir a visitar. Le pregunté que cómo contactaron con él. Me dijo que no le gustó esa persona, que no sabía si tendría el dinero o no. La coartada que tenía era que acababa de vender unas tierras. No le gustó e incluso hizo una llamada a la Policía. Una hora antes (de encontrarse con Óscar F.S.), pero obviamente le dijeron que estaba llamando una hora de la cita (…) Que si veía algo, que no tuviese esa cita”, ha sostenido Miguel Piorno.

Un abogado sevillano

La familia del médico Rafael Piorno Fermoselle, de 76 años y candidato del PP en varias elecciones municipales al Ayuntamiento de Roquetas de Mar, muerto en un intento de robo en su domicilio presuntamente organizado por un policía nacional, ha contratado al abogado penalista José Antonio Sires para ejercer la acusación particular.

Según una nota remitida por el despacho del letrado, para este profesional de la abogacía se trata de un robo fallido que "terminó convirtiéndose en un cruel asesinato orquestado presuntamente por un policía nacional, familiares cercanos del policía y un delincuente reincidente".

La contratación de este bufete se hace pública después de que se conociese que los familiares del facultativo habían iniciado un mecenazgo para pagar a un abogado que defienda sus intereses.

“El Dr. Rafael Piorno por más de 30 años vivió para servir a toda una comunidad con mucho cariño y amor”, es el mensaje incluido en una campaña iniciada en la plataforma GoFundMe, que buscaba reunir 25.000 euros.

Los familiares han asegurado que desde que se cometió a “atroz hecho” hasta la detención de los presuntos asesinos “tuvieron tiempo para reunirse entre todos ellos y con sus abogados para organizar todo con la idea de evadir lo máximo posible el peso de la justicia”.

“Estamos presuntamente ante un policía nacional que no solo organiza un robo y participa en un asesinato, sino también organiza toda una trama para intentar librar de la prisión a todos los involucrados”, han señalado.

Han explicado que para asegurar la “máxima condena” han tenido que pedir ayuda a un equipo de abogado especializado y con la “máxima experiencia” en estos casos, y que esta representación legal y proceso judicial conlleva unos “elevados costes” que los llevan a pedir ayuda para hacer frente a los mismos.

Fuentes judiciales han señalado que de la investigación se desprende que el policía y otro investigado, que habría acudido expresamente a Almería desde León, habrían actuado de común acuerdo "en virtud de un plan preconcebido" que habría ideado el agente.

Según otras fuentes de la investigación, habrían utilizado como coartada la venta de la vivienda en la barriada de Aguadulce del facultativo, ya jubilado pero que aún pasaba consulta privada en ella, para quedar con él.

Sobre las 15:45 horas del pasado 23 de agosto, dos días antes de que se descubriese el cadáver del médico, habrían llegado a las inmediaciones de este inmueble ubicado en la calle Enrique Granados, en una furgoneta de la pareja del policía, una mujer también detenida en esta causa pero que por ahora se encuentra en libertad provisional.

Al parecer, el investigado que había acudido a Almería desde la provincia de León fue el primero en acceder al domicilio "simulando querer realizar una visita a la misma" como falso comprador de la vivienda.

Una vez con la víctima, el leonés habría utilizado un táser para agredirlo, pero no contaba con que el médico se defendiese con un cuchillo, que al parecer había cogido previamente al ver algo que no le gustaba.

Se inició entonces un forcejeo entre ambos en el que, presuntamente, el investigado habría asestado tres puñaladas en el cuello y a la altura de los hombros a la víctima.

Posteriormente entró al domicilio el policía nacional, quien supuestamente llevaba puesto un atuendo que impedía reconocerlo, dado que era paciente de la víctima y temía que esta pudiese identificarlo.

Los investigadores creen que entre ambos investigados maniataron con unas bridas al médico para evitar que pudiese pedir auxilio, de forma que acabaría por morir sin recibir atención.

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