Un año hidrológico desigual: de la Almería húmeda a la Almería seca

Déficit hídrico

Registros por encima de la media histórica en 14 de las 27 estaciones pluviométricas de la provincia y en 11 menos lluvia que el año anterior. Ningún punto de la provincia alcanza el valor medio de España que se sitúa en torno a los 590 litros por metro cuadrado

Un año hidrológico desigual: de la Almería húmeda a la Almería seca
Un año hidrológico desigual: de la Almería húmeda a la Almería seca

El impacto de la borrasca Filomena en uno de los inviernos más secos que se recuerda, las lluvias primaverales de abril y mayo y el reciente paso de una DANA (depresión aislada en niveles altos) a mediados de septiembre han permitido enderezar el que podía haber sido un año hidrológico para olvidar. La evaluación del periodo comprendido entre el 1 de octubre de 2020 y el 30 de septiembre de 2021 en base a la pluviometría registrada en las 27 estaciones de la provincia de la red SAIH Hidrosur, principal indicador de la Cuenca Mediterránea Andaluza en funcionamiento desde 1991, permite dibujar un mapa de precipitaciones desigual en la geografía almeriense con 16 puntos con mejores registros que el año anterior y 11 por debajo de las lluvias acumuladas con anterioridad.

En 14 de las 27 estaciones, prácticamente la mitad, se han superado la media histórica, lo que evidencia que el año hidrológico se ha cerrado mejor de lo esperado después de un inicio desolador sin apenas lluvia hasta los temporales de enero que se concentraron en Filabres, Nacimiento y Poniente. La DANA se ha cebado recientemente con la comarca del Levante y la borrasca Filomena azotó con mayor intensidad el norte de la provincia. Las tormentas primaverales dejaron más de 40 litros por metro cuadrado en algunas comarcas del sureste español contribuyendo a un leve aumento de los valores normales (en función de los registros de los años 1981-2010). De ahí que el balance hídrico sea dispar, con diferencias territoriales impropias para una misma provincia.

Grandes lluvias y meses de sequía vuelve a caracterizar la pluviometría en localidades que no distan ni cincuenta kilómetros, un año hidrológico de contrastes con registros muy altos en la Almería húmeda y demasiado bajos en la Almería seca. En el primer apartado se encuentran las 14 estaciones que han superado la media histórica de precipitaciones como el embalse de Benínar, Castala, Albox, El Saltador, Terque, Ohanes, Fiñana, Rambla de Tabernas, Velefique, Sorbas y las sierras de Gádor, Alhamilla, Filabres y Almagro. Las principales diferencias en los valores de pluviometría se han dado en Albox con 381 litros por metro cuadrado frente a los 236 del curso pasado y Sierra de Gádor con 328 frente a 254.

Pese a no superar del año hidrológico anterior, el Puerto de la Ragua ha vuelto a ser la estación con mejores registros con 448,1 litros por metro cuadrado. Aún así sigue estando por debajo del valor medio nacional de precipitaciones acumuladas en nuestro país que la Agencia Estatal de Meteorología fijaba en 591 litros por metro cuadrado. La quincena de estaciones por encima de la media se contraponen con las que vuelven a ver merodear sus tierras al fantasma de la sequía. A pesar de que en algunas localidades de la provincia ha llovido sobre mojado, en otras 11 estaciones se ha experimentado un retroceso hídrico incluida la del registro más alto, Puerto de la Ragua, que ha pasado de 478 litros por metro cuadrado en el año hidrológico 2019/20 a los 448 del actual.

También figuran entre los puntos en rojo de la geografía provincial por el retroceso en precipitaciones en relación al curso anterior Bayárcal, Punta Sabinar, Tahal, Sierra Almagro, embalse de Cuevas, Serón, la capital almeriense, Velefique, Sorbas y Níjar. Uno de los descensos más significativos se produce en la estación del Río Almanzora en Serón que ha contabilizado 181 litros por metro cuadrado frente a los 276 del año anterior. La Agencia Estatal de Meteorología, dependiente del Ministerio para la Transición y el Reto Demográfico, ha cifrado en un 5% el descenso de las precipitaciones acumuladas en España y ha incidido en la mayor intensidad de los episodios de lluvias torrenciales, así como a una mayor frecuencia que en décadas anteriores, en la vertiente mediterránea.

Menos agua en el pantano de Cuevas y más en el de Benínar

El embalse de Benínar está al 10,39% de su capacidad y cierra el año hidrológico 2020/2021 con 5,39 hectómetros cúbicos frente a los 5,12 que albergaba al término del curso anterior. La pluviometría acumulada también ha sido superior con 353,4 litros por metro cuadrado siendo 227,80 los del ejercicio previo. A pesar de la leve mejoría de este pantano del Poniente, las cifras globales de los embalses están por debajo este año hidrológico por el retroceso experimentado en el de Cuevas. Los embalses se encuentran al 10,39% de su capacidad con 22,9 hectómetros cúbicos frente a los 28,48 del año anterior. El pantano de Cuevas contabiliza actualmente 17,54 hectómetros cúbicos y el curso hidrológico 2019/2020 lo concluyó con 23,26. Ha recibido 233 litros por metro cuadrado, el pasado año fueron 257,80.

Cambios en el patrón de lluvias: más torrenciales y con menor frecuencia

En unas jornadas recientes sobre la incidencia del cambio climático organizadas recientemente por la Agencia Estatal de Meteorología, el catedrático Jorge Olcina ha detallado que en España se están modificando los patrones de lluvia: llueve menos días al año y lo hace con más intensidad; pero remarcó la necesidad de adaptar los territorios a la nueva realidad pluviométrica mediante un cumplimiento estricto de la ley de suelos y la prohibición de construir en zonas peligrosas. Destacó que, en contexto en el que nos encontramos de cambio climático, determinadas soluciones como los trasvases ya no deben ser considerados como opciones viables en la planificación hidrológica, por lo que se debería optar por recursos de agua no convencionales como la desalación o la reutilización.

"Necesitamos embalses ante el nuevo escenario”

El fantasma de la sequía vuelve a merodear gran parte de la geografía almeriense al cierre de un año hidrológico que ha resultado mejor de lo esperado y el campo mira con recelo las posibles consecuencias sobre los recursos disponibles. A pesar de que en algunas localidades de la provincia ha llovido sobre mojado, en otra pequeña proporción no se han recibido ni la mitad de los valores normales en precipitaciones. La Federación de Regantes de Almería cifra el déficit hídrico en torno a los 200 hectómetros cúbicos y lamenta la interrupción del trasvase del Negratín y la reducción de los caudales del Tajo-Segura a consecuencia de la sequía en las cabeceras. El presidente de la Federación de Regantes de Almería (Feral), José Antonio Fernández, considera que el nuevo patrón de la lluvias obliga a replantear las políticas hídricas: “La provincia necesita tener más presas y embalses para adaptarse a un nuevo escenario”. En este sentido, precisa que esta instalación facilita la disponibilidad de caudales cuando se reducen las transferencias entre cuencas convirtiéndose en un “instrumento esencial” para el regadío también permiten proteger de inundaciones y avenidas a las localidades más expuestas, dado el carácter torrencial de las precipitaciones, como en su día se hiciera con los embalses de Cuevas y el de Benínar ante el riesgo para Adra. Otra de sus principales reivindicaciones es la autovía del agua que permita interconectar presas, desaladoras y depuradoras de la provincia para poder sobrellevar el déficit hídrico donde más se acentúe y “socorrernos los unos a los otros”. El agua de la planta de Carboneras ya se distribuye por el Almanzora pero es necesario otro ramal hacia el campo de Tabernas. “Si conectamos la de Carboneras y la de Mar de Alborán con la de Balerma y el embalse de Rules conformaríamos una autovía del agua que permitiría tener recursos suficientes para periodos de sequía”. Y, añade, en esa red faltaría la de Villaricos que lleva nueve años inutilizada, pero las obras no han empezado y durarán cuatro años.

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