Los grandes bloques de la vieja Huerta de Azcona

Almería

El libro “Azorín 1970” desvela que de 1960 a 1969 el número de viviendas de la capital aumentó un 88,8 %

Los grandes bloques de la vieja Huerta de Azcona
Los grandes bloques de la vieja Huerta de Azcona / D.A.

Almería/La almeriense Huerta de Azcona era una zona agrícola fértil con amplios bancales y frondosos árboles muy productivos. Tenía agua subterránea que los agricultores hacían brotar con pozos no muy profundos y norias artesanas. Las campañas de hortalizas, limones, lechugas, tomates, alfalfa, naranjas o patatas eran abundantes y daba de comer a mucha gente. Ocupaba el gran rectángulo que conforman las actuales calles de San Juan Bosco, Carretera de Ronda, la Rambla y la Avenida de la Estación.

Cuando la capital, en los años sesenta y setenta comenzó a crecer, el Ayuntamiento dio vía libre a que ese fructífero vergel se convirtiera en zona urbanizable. Y el ladrillo y el asfalto extirparon los troncos, arrasaron los sembrados y aplanaron los balates. Algo parecido a lo que hoy ocurre con la Vega de Acá y, en el futuro, sucederá con la de allá. La trama urbana de la capital solo puede extenderse hacia levante y llegará un momento en el que el cauce del Río Andarax será lo que fue el de la Rambla: una cicatriz en el callejero.

En el libro “Azorín 1970” se detalla cómo entre 1960 y 1969 la capital pasó de tener 19.413 viviendas a 36.774. Mientras en una década la población aumentó un 24,1 %, el número de casas lo hizo en un 88,8 %. Y, en este dato, los espacios parcelados de aquellos lugares de labranza tuvieron mucho que ver. La mayor parte de las nuevas construcciones de la vieja Huerta Azcona se efectuaron entre 1966 y 1974. Son contemporáneos al desastre del Edificio Azorín, que se desplomó el 15 de septiembre de 1970 causando quince muertos. En los grandes bloques de ocho, nueve o diez plantas con 40 o 50 viviendas cada uno, se fueron asentando cientos de almerienses que procedían de inmuebles viejos o inmigraron desde el interior de la provincia.

Octavilla de propaganda anunciando el Edificio Lux de la Huerta de Azcona
Octavilla de propaganda anunciando el Edificio Lux de la Huerta de Azcona / D.A.

Un piso por menos de 2000 euros actuales

Un piso nuevo, de tres dormitorios, junto a la Plaza de Altamira por 1.950 euros. ¿Una ganga? No. Es el valor, convertido a la nueva moneda, que tenía uno en el Polígono Azcona hace 55 años. En 1967, los inmuebles del “Edificio Lux” se pusieron a la venta en unas promociones que captaban a las nuevas familias de clase media cargadas de hijos y con el “complemento” de algún pariente que había accedido a la viudedad. Aunque los precios variaban mucho según la calidad y las terminaciones, por 324.300 pesetas se podía escriturar en la moderna calle Altamira o en Hermanos Pinzón una casa. Eso sí, aportando el 15 % “llave en mano” y financiando el resto durante seis años a razón de unas 3.900 pesetas mensuales. En general, se entregaban con carpintería metálica, luz industrial, ascensores semiautomáticos, portal de mármol, persianas plastificadas y sanitarios de importación.

Así, miles de matrimonios eligieron como hogar los grandes bloques de edificios llamados “Santa María”, “La Salle”, “Copasa”, “Plaza”, “Nave”, “Centenario”, “Virgen del Carmen”, “Torre-Blanca”, “El Águila”, “Capri”, “Pinzón”, “Virgen del Rocío”, “Niteroi”, “Libra”, “Santa Clara”, “Samoa”, Hermanos Pinzón”, “Alfa”, “Coromar” o los “Acuario”. En 1968 ya se ofrecían pisos de 80 metros en el Polígono Azconasin portero ni ascensor” por 250.000 pesetas. La inmobiliaria “Porto Magno” levantó en la esquina de Doctor Carracido con la Carretera de Ronda un enorme bloque, en dos fases y de igual nombre, gracias a un aval del Banco de Santander.

Hay edificios en la calle Altamira o Hermanos Pinzón que tienen más residentes que censo en muchos pueblos de la provincia
Muestra de algunos de los letreros de los edificios más representativos
Muestra de algunos de los letreros de los edificios más representativos / D.A.

Los llamados “Colón”, “Topacio”, “Isla de Tabarca”, “Azcona” o “Hermanos Pinzón”, comenzaron a llenarse de familias de clase media. Este último se construyó en una parcela de 614 metros mientras que el “Topacio”, con 28 viviendas de unos 95 metros, entresuelo para oficinas y locales fue levantado al mismo tiempo que el “Azorín”, en 1970. Hay otros, bautizados como “El Águila”, “Capri”, “Pinzón”, “Quentar” o “Santa María”. Muchos inmuebles están ocupados ahora por personas mayores que, en esos años setenta, se trasladaron a la zona en expansión.

El “Contec” ofrecía espacios comerciales en las esquinas de Hermanos Pinzón con Cardenal Herrera Oria y Doctor Barraquer a 5.000 pesetas el metro, con facilidades de pago en cinco años. El 26 de noviembre de 1970, el Ayuntamiento autorizó a “Requena y Martínez” que levantase un bloque de nueve plantas en un solar de 248 metros cuadrados en la esquina de Hermanos Pinzón con Doctor Carracido. Se le bautizó como “Las Palmeras” y trataba de obtener tres residenciales por planta, no muy grandes pero confortables. El “Yolanda” es de 1972 y consta de 16 hogares en una altura de cuatro plantas; fue construido por el promotor Antonio Franco Navarro y lo bautizó con el nombre de su hija. Un año después se hizo el “So Paulo” que, junto a su vecino “Belo-Horizonte”, conforman el “rincón brasileño” del barrio.

Hace 55 años se podía adquirir un piso en la Plaza Altamira por 324.300 pesetas
La inmensidad de las llamadas “Torres de Almería” desde la calle Universidad de Texas
La inmensidad de las llamadas “Torres de Almería” desde la calle Universidad de Texas / D.A.

Un día del curso escolar 1973-74, el fraile del “Colegio La Salle” apodado “El Búbu” prohibió a los alumnos de EGB pisar la zona del patio del recreo que daba a la calle Altamira porque “había peligro”. El enigma se resolvió cuando llegaron unos obreros, montaron una impresionante grúa “Potain” y destaparon un negocio redondo: se construían decenas de viviendas que después acogieron a más pobladores que censo había en numerosos municipios de la provincia.

También eligieron un solar de la Huerta de Azcona los trabajadores de Correos para edificar 48 viviendas en tres bloques contiguos, en la calle Cardenal Herrera Oria. Los empleados públicos obtuvieron en 1969 un préstamo de la Caja Postal de Ahorros de 11,5 millones de pesetas con los que iniciaron la edificación en régimen de cooperativa del conjunto “Nuestra Señora de Guía”. La operación fue un éxito porque el 30 de diciembre de 1971 se firmaron todas las escrituras de propiedad en la notaría de Glicerio Kaiser Herraiz.

En el número 1 de la calle Pablo Ruiz Picasso se levantó el edificio “Margo”, aunque en esa vía que desemboca en la Carretera de Ronda la gran mole que destaca es el conjunto de las “Torres de Almería”, que desde el cielo se divisa como una estrella de cinco puntas. Se edificó hace 47 años sobre un solar de casi mil metros cuadrados; pocas de sus viviendas superan los 90 metros útiles.

Otras comunidades, como los edificios “Esmeralda” en Paco Aquino o ya en Altamira los “Lina”, “Gemelo” o “El Prado”, se construyeron tiempo después sobre el solar de viejas casitas desconchadas o en huecos que iban quedando en la orografía urbana, como mellas en la boca de un desdentado. Y la Huerta de Azcona sucumbió al hormigón.

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