Un grafitero ensucia con su firma comercios y portales de Altamira
El Ayuntamiento trabaja en la elaboración de una ordenanza que regule los actos vandálicos en la que se edurecerán las sanciones por hacer pintadas

Pintadas y graffitis ensucian de nuevo escaparates de comercios, muros e incluso portales en los alrededores de la calle Altamira en la capital almeriense. Propietarios de varios comercios y vecinos de la zona han denunciado la presencia de un joven que se dedica a plasmar su firma "allá donde encuentre un hueco".
Hace apenas dos semanas el individuo realizó varias pintadas en escaparates obligando a los comerciantes a tener incluso que modificar el expositor de su negocio. Es el caso de Vicente Gómez, responsable de un comercio situado en la calle Doctor Gregorio Marañón. Cuenta que "la firma realizada con spray siempre es la misma". En anteriores ocasiones la ha pintado en la pared lateral pero en este caso ha sido en la puerta del negocio. "Teníamos un expositor de metacrilato que hemos tenido que retirar porque la pintura no se puede limpiar".
Otros empresarios de los alrededores señalan que tienen pinturas en sus comercios desde el año pasado pero no se molestan en limpiarlas porque cada vez que lo han hecho vuelven a realizar una nueva.
Asimismo, los vecinos denuncian que en sus portales "es horrible las innumerables pintadas que los ensucian". Desde el Ayuntamiento de la capital aseguran que la Policía Local vigila que este tipo de actuaciones no se lleven a cabo, aunque en la mayoría de las ocasiones no dan con el autor. No obstante el Consistorio trabaja en la elaboración de una nueva ordenanza que regule los actos vandálicos en la que se incluyen los graffitis y pintadas. El futuro texto contemplará un aumento de las sanciones para quienes realicen pintadas, que elevarían las actuales, que rondan los 150 euros de máximo, a multas de entre 300 y 3.000 euros, y hasta 6.000 en caso de reincidencia.
En cuanto a la limpieza de las mismas, el Ayuntamiento hará frente a aquellas que se hayan realzado en el mobiliario urbano, como es el caso de monumentos o fachadas de edificios oficiales. En el caso de los comercios y portales las quitarán los propietarios si así lo creen conveniente. En ningún caso, por el momento, lo ha realizado la administración.
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