Giro de 180 grados al Puerto de Almería con las primeras vallas de separación derribadas el próximo año

La entelequia de la apertura del Puerto de Almería a la ciudad se transformará en una realidad palpable para los aún incrédulos a finales del próximo año. Dos obras, que comenzarán a acometerse muy pronto, entregarán el Muelle de Levante y el de Ribera 1 a los ciudadanos para su uso, permitiendo a la Autoridad Portuaria proceder al derribo de los primeros 66 metros de la valla de separación que se prolonga por la Vía Parque.

La desaparición de los primeros metros de este muro es, desde luego, el símbolo del Puerto-Ciudad y los almerienses lo acariciarán, según los objetivos que se ha impuesto la presidenta de la Autoridad Portuaria (APA), Rosario Soto, en la Navidad de 2025. Será un momento –esta vez sí pese a lo manido de la expresión– histórico, pues desencadenará la anunciada transformación de la ciudad de Almería en su frente litoral con el mayor impacto económico y social de las últimas décadas a sumar, cómo no, al soterramiento de las vías del tren y la llegada de la Alta Velocidad .

“Después de dos años de trabajo, el Puerto va a dar un giro de 180 grados en 2025 con obras materializadas”, ha anunciado Soto, quien hacía referencia a las licitaciones de proyectos, redacciones de los mismos y contrataciones de los trabajos. Un tiempo que han recorrido varias intervenciones en las que la APA invertirá cerca de 11,5 millones de euros en este marco de obras vinculadas a la apertura y accesibilidad del Puerto a la ciudad.

Por la zona de poniente, Soto ha apuntado la rehabilitación del edificio Varadero, actualmente en obras y que se transformará en un espacio multifuncional para jornadas y eventos con aforo superior a las 600 personas, así como al acceso directo al Puerto desde la N-340, recientemente adjudicado, que “será un logro también para Almería”, al descongestionar de tráfico la entrada por Pescadería. 

La zona de levante es la que concentra una mayor superficie a entregar a la ciudadanía para su disfrute. El proyecto para remozar la envolvente de la sede de la APAva más allá de dotar al Puerto-Ciudad de un edificio arquitectónico insignia, pues contempla la urbanización y apertura de cerca de 6.000 metros cuadrados en el acceso del Muelle de Levante, con un presupuesto conjunto de 3,6 millones de euros. La Mesa de Contratación se reunía en la jornada de hoy para estudiar las ofertas presentadas para la ejecución de estas obras que aportarán a la ciudad un espacio libre ajardinado con materiales de calidad, en sintonía, además, con los que el Ayuntamiento de la capital empleará en la remodelación del Paseo de Almería.

Es el Muelle de Levante, el espacio que discurre en paralelo a la sede de la APA, actualmente empleado como aparcamiento en superficie. Otro proyecto se abraza a esta intervención, el cual será presentado antes de un mes por Soto quien, no obstante, ha avanzado algunas pinceladas de lo que supondrá. Es la actuación en el Muelle de Ribera 1, que desplazará el actual vallado, así como esta otra zona de aparcamiento que se encuentra situada frente al antiguo tinglado a rehabilitar para su puesta en uso como escenario de eventos con capacidad para más de 2.000 personas. 

Muelle de Levante Muelle de Ribera quedarán unificados en tres hectáreas que ganará la capital y que conlleva, además, una tercera actuación para la reordenación de la zona de preembarque de la Operación Paseo del Estrecho, acomodando plazas de aparcamiento sin perder la capacidad actual concentrada actualmente en los citados muelles, según ha trasladado Soto. Son otros 2,5 millones de euros. 

Estas actuaciones sobre el espacio de levante le permitirán a la presidenta simbolizar el Puerto-Ciudad con el derribo de los citados primeros metros de valla. No serán los únicos a los que despedirá la capital almeriense tras décadas de aspiraciones, si bien la presidenta de la Autoridad Portuaria ha querido aclarar que esta separación, elemento esencial de protección para la actividad portuaria, no podrá ser desmantelada en su totalidad, sino a modo de tramos en aquellas zonas que las normativas de seguridad portuaria así lo permitan.