El genetista almeriense José Antonio Lorente concluye que Cristóbal Colón era un judío sefardí converso
ALMERÍA | Historia
Tras concienzudos análisis de ADN, el profesor de la Universidad de Granada descarta la teoría oficialista que apuntaba al origen genovés del Almirante para abrazar la del arquitecto Francesc Albardaner, apuntando que procedería del arco Mediterráneo Occidental, probablemente de Valencia o las Islas Baleares
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Almería/Cristóbal Colón era un judío sefardí converso que procedería del arco Mediterráneo Occidental, con mucha probabilidad de la zona de Valencia o las Islas Baleares, pertenecientes a la corona de Aragón. Es la conclusión a la que tras más de veinte años de estudio del misterio del Almirante ha ofrecido el genetista almeriense José Antonio Lorente (natural de Serón y criado en Olula del Río), profesor del departamento de Medicina Legal, Toxicología y Antropología Física de la Universidad de Granada. El anuncio se realizaba en 'prime time' durante la noche del sábado al domingo con motivo de la difusión en Radio Televisión Española del documental 'Colón ADN. Su verdadero origen' coincidiendo con la celebración del Día de la Hispanidad.
Lorente y su equipo de trabajo han realizado concienzudos análisis de ADN para descartar varias teorías que postulaban que el descubridor del Nuevo Mundo pudo haber sido un marino genovés, hasta la fecha la versión oficialista, pero también otras como que fuera portugués, gallego, castellano, navarro o balear. Tras ir desechando todas ellas una por una con los resultados en la mano, la versión más próxima a la realidad sería la sostenida por el arquitecto Francesc Albardaner, expresidente del Centro de Estudios Colombinos de Barcelona, según la cual su origen era inequívocamente judío, argumentando que es imposible dar crédito a la vía genovesa porque esa comunidad fue expulsada en el siglo XII de dicha región de la actual Italia.
La hipótesis que "más cerca está", según apunta Lorente, es la que defiende que el Almirante era de origen judío y por eso se afanó en ocultar su procedencia, para no tener problemas con la Inquisición. "Tenemos ADN de Cristóbal Colón muy parcial, pero suficiente; tenemos ADN de Hernando Colón, su hijo, que está confirmado que es su hijo", y "tanto en el cromosoma Y (masculino) como en el mitocondrial (transmitido por la madre) de Hernando hay rasgos compatibles con origen judío". Esta conjetura, respaldada por la ciencia, reescribiría los libros de historia.
"La teoría del Cristóforo Colombo nacido en Génova, criado en Génova, educado en Génova, es falsa" porque "todos los historiadores importantísimos de Italia han escrito negro sobre blanco que es imposible que este nuestro Colombo fuese judío". "Hay una incompatibilidad total", toda la teoría del Colón genovés "entra en crisis si se acepta que Colón es judío" porque los judíos "solo podían permanecer en Génova tres días para hacer negocios y luego se tenían que marchar", asegura Albardaner en dicho documental, que ha tenido un impacto mundial.
En el espacio el profesor Lorente también desvela otro secreto que escondía la figura del descubridor de América. Y es que en base a las nuevas técnicas de análisis de ADN, mucho más evolucionadas que cuando empezó con los estudios hace ahora más de dos décadas de la mano del profesor e historiador gallego Marcial Castro, ya puede asegurarse sin género de dudas que los restos que se encuentran en la Catedral de Sevilla son los de Cristóbal Colón, así como los de su hijo Hernando, si bien los atribuidos a Diego, del que hasta la fecha se había dicho que era su hermano, en realidad corresponderían a un familiar en otro grado de parentesco, un primo en quinto grado. Lo que todavía no se ha podido constatar es si la República Dominicana tendría también parte de sus restos, ya que el Gobierno de dicha isla caribeña no ha concedido permiso para realizar las pruebas necesarias.
Para llegar a este punto el doctor Lorente y su equipo de colaboradores enviaron los restos de Colón, huesos minúsculos de los que apenas pudieron extraerse muestras de polvo, a dos centros especializados con la última tecnología con sede en Estados Unidos, donde Lorente permaneció más de un año en su etapa de formación colaborando con el FBI. El investigador almeriense encabeza asimismo el ambicioso programa DNA-Prokids, que pretende hacer un mundo más seguro para la infancia, con importantes avances en las últimas fechas en países como Tailandia o Guatemala. El documental incluye un guiño final en forma de dedicatoria del profesor Lorente hacia la figura de su padre, Miguel Lorente Carrillo, médico de familia durante muchas décadas en la comarca del Alto Almanzora: "En memoria del doctor Miguel Lorente Carrillo (1931-2022), navegante venturoso por el más amplio y bello mar océano de la medicina".
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