La fuga que nunca existió

La fuga que nunca existió
La fuga que nunca existió

15 de febrero 2010 - 01:00

EL 21 de febrero de 1988 se pudo conocer a través de los medios de comunicación de Almería el aborto de un estratégico y audaz plan para liberar a tres de los implicados que participaron en el secuestro de la pequeña Melodie Nakachian en Marbella y que se encontraban recluidos en la prisión provincial de Acebuche. Un caso que afortunadamente tuvo un final feliz y que dio la vuelta al mundo.

Según fuentes de la Guardia Civil de Almería que relató estas circunstancias en un comunicado y que posteriormente fueron desmentidas por el gobernador civil de Almería, en aquellas fechas Ramón Lara, se había detectado una arriesgada operación para liberar a los presos recluidos en la prisión almeriense utilizando un helicóptero para su fuga.

La operación tenía que haberse efectuado el 27 de enero de ese mismo año y unos días antes el Servicio de Información de la Guardia Civil tuvo conocimiento de que en una zona próxima a la prisión de Acebuche- se especuló en la zona norte de la urbanización de Retamar- un helicóptero alquilado por un peligroso grupo de delincuentes internacionales al frente de Jean Louis Camerini, "el cerebro" del secuestro de la pequeña Melodie iba a ser utilizado para la liberación de Ángel García Menéndez, Freddie Andrés René y Constans Georgeux, componentes del comando liderado por el delincuente francés considerado entonces como el jefe de la banda protagonista del triste suceso.Recordemos que el 9 de noviembre de 1987 fue secuestrada en la localidad malagueña de Marbella la niña Melodie Nakachian, hija del financiero multimillonario libanés Raymond Nakachian y de la princesa coreana Kimera, cantante de ópera afincados desde hacia unos años en esta localidad de la Costa del Sol. Se iniciaba así un cautiverio de once días de sufrimiento para la niña y su familia que se concretó en un rescate de 1.500 millones de pesetas.

El 20 de Noviembre los GEOS liberaron a la niña sana y salva rescatándola en un apartamento de la urbanización Torreguadairo de San Roque arrestando la Policía a varios individuos, cinco en la provincia de Cádiz y los dos jefes de la banda en París en colaboración con la policía gala.

Una banda de hampones franceses, liderada por Jean Pierre Camerini, retuvo durante once días a la pequeña, de cinco años, y exigió un rescate a cambio de su liberación. El plan de la banda comenzó a fraguarse en el elitista colegio Aloha de Marbella donde estudiaba Melodie, quien compartía aulas con la hija de una mujer vinculada a la banda, que se encargó de facilitar los movimientos y rutinas diarias de la niña.

El padre dejó claro que no pagaría el rescate y puso todo en manos de la Policía desde que recibió la primera llamada de los captores iniciándose una terrible carrera contra reloj para encontrar y liberar a la pequeña. Tras desmontarse toda la trama del secuestro, varios de los detenidos fueron trasladados a la prisión de Acebuche.

El "atrevido plan" de su liberación, según se comentó entonces, consistía en que el helicóptero debería de sobrevolar uno de los campos polideportivos de la prisión, permaneciendo en suspensión y mediante una escala o un cable izar a los secuestradores cuando se encontrasen en uno de estos patios. Se detalló que la "operación" tendría lugar cuando los internos, tras el recuento de la mañana, ya cerca de las ocho y media de la mañana se encontrasen en el patio.

Tras conocerse "el plan", el entonces director de la prisión de Acebuche ordenó el aislamiento en el departamento de Nocivos de los tres secuestradores, reforzándose las medidas de seguridad del centro con el objetivo de impedir cualquier intento de fuga desde el exterior. La prisión, recibió un informe de la Guardia Civil relatándose el plan de fuga, una vez abortado el intento.

Dos de los reclusos de Aebuche, Constans Georgeux y Freddie André Rene fueron trasladados veinticuatro horas más tarde a las prisiones de Ocaña y de Alcalá Meco.

Constan Georgeux, de 33 años y de nacionalidad francesa, fue la persona que tenia como rehén a la pequeña Melodie Nakachian cuando los GEOS entraron el apartamento de Torreguadiaro resultando herido en una pierna a consecuencia de un disparo efectuado por uno de los agentes del Grupo de Operaciones Especiales. En este mismo apartamento fue detenido Freddie Andrés Rene el ciudadano francés encargado de custodiar a la pequeña Melodie.

Once meses más tarde fue detenido en Cataluña el cerebro de la trama del secuestro, el francés Jean Louis Camerini, que fue traslado a la prisión de Acebuche donde permaneció unos años y fue encargado del Economato.

Camerini fue el autor material del secuestro y el organizador. Consiguió escapar del cerco policial pero fue detenido en un hostal de las Ramblas de Barcelona meses más tarde. Era amigo de Sant Pierre Santoul y de su mujer Nadine Etienne, quien fue el enlace con Melodie, su hija iba la misma escuela y había asistido a alguna de las fiestas de la familia Nakachian.

Incluso, Nadine llegó a visitar a Kimera durante el secuestro para darle apoyo moral. Jean Marie Collier fue el otro de los detenidos en el apartamento en el que se encontraba Melodie. Alain Cohier, el encargado de alquilar el apartamento dónde estuvo la niña fue detenido en Barcelona junto a Jean Louis Camerini.

Tuvieron que pasar cuatro años para que se celebrase el juicio contra los secuestradores de Melodie. La niña sólo acudió al juicio un día pero, el proceso se alargó durante un mes ya que los acusados mantuvieran su inocencia en el caso.

Jean Louis Camerini fue condenado a 21 años y seis meses de prisión, Constant Georgeux a 16 años y tres meses. Alain Cohier condenado a 5 años, Nadine Etienne a 12 años y Ángel García Menéndez, a 12 años y seis meses.

Uno de estos sujetos, Alain Cohier fue detenido nuevamente el 1 de septiembre de 2006 en Alicante en el transcurso de una operación antidroga donde la Policía se incautó de 3.500 kilos de cocaína deteniendo a ocho personas en esta provincia entre ellos Cohier considerado como el jefe de la red. La mercancía viajaba a bordo de un velero y fue interceptada en alta mar, a unas 400 millas frente a las costas canarias. El francés usaba pasaporte falso y utilizaba a su esposa para el blanqueo del dinero de la droga.

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