“He fotografiado a Adolfo Suárez, Lola Flores, Manolo Escobar, Jorge Valdano...”
Almería y sus personajes I Miguel Fernández Álvarez (fotógrafo jubilado)
Comenzó a trabajar en Foto Guerri de aprendiz en 1963 y allí estuvo hasta que se jubiló ‘el jefe’ en 1979
Luego montó su propio estudio y en él trabajó hasta su jubilación en 2010
Ha pasado casi 50 años con una máquina de fotos en la mano; y tras su jubilación recibió ‘clases de informática’ de sus nietos para seguir vinculado a la fotografía y poder hacer un sinfín de cosas con sus viejas fotos familiares.
–Un granadino que aterrizó en Almería.
–Pues sí, yo nací en Granada en 1945. Mi padre trabajaba en el mundo de la construcción y decidió trasladarse a Almería cuando yo tenía 10 ó 12 años. Comencé a estudiar en el colegio de La Chanca pero a mí no me gustaba mucho eso de estar en clase.
–Y un buen día pasó usted por la puerta de Foto Guerri.
–En el escaparate vi fotos preciosas y un letrero solicitando un aprendiz. No me lo pensé demasiado y le solicité a D. Luis Guerri el puesto. Era el año 1963 y desde entonces hasta mi jubilación en 2010 siempre he sido fotógrafo. Casi medio siglo.
–Empezó en labores menores pero pronto ‘ascendió’.
–Un par de años después ya empecé a hacer fotos en el estudio y en la calle y a revelarlas en el laboratorio. Entonces se hacían en placas en blanco y negro con cámaras de daguerrotipos. Curiosamente, mi hija Lola se quedó con una que tiene más de un siglo de antigüedad.
–Me consta que tenía usted mano para retocar las fotos...
–Sí,éramos el único laboratorio de Almería que lo hacía con aquellas añejas fotos en blanco y negro y color sepia. Entonces la mayoría de fotos se hacían en el estudio y, una vez reveladas, las retocábamos una a una. Un trabajo de artesanía.
–Pues serían bastante caras...
–No, para el mucho trabajo que tenían. Cuando comenzaron los reportajes de bodas y comuniones en color costaban unas 6.000 pesetas. Los últimos que hice ya se pagaban en euros y el precio venía a ser de unos 800, ya en fotos digitalizadas.
–Hasta que Luis Guerri se jubila y usted se establece.
–Fue en 1979. Tres de sus empleados, Paquita Muñoz, Antonio Mateo y yo, montamos un estudio en Puerta de Purchena esquina con Rambla Alfareros. Lo llamamos ‘Daguerry’ y en él estuve hasta que me jubilé en 2010, 30 años aproximadamente.
–Casi medio siglo de profesional de la fotografía le hará tener un grueso libro de anécdotas.
–Pues sí, me ha sucedido de casi todo. Quizá la más llamativa es que un domingo me desplacé a un pueblo a realizar un reportaje de boda y al llegar me encontré que la madre de la novia había muerto y lo que se celebraba en la iglesia era el entierro.
–Creo que era usted la puntualidad personificada pero...
–¡Ja, ja, ja! Sólo una vez en 48 años de profesión he llegado tarde a una boda. Sucedió que aquella noche tocaba el cambio de horario; yo no me di cuenta y la media hora que creía que iba de adelanto la tuve de retraso.
–Su formalidad le llevó incluso a perderse...
–¡La Primera Comunión de mi hija Conchi y no sé si ya me lo habrá perdonado! Las juras de bandera solía hacerlas yo y aquel domingo tenía Jura en el Campamento y Comunión en la Iglesia. Pues no quise darle el plantón a los nuevos soldados y no falté a mi compromiso.
–Su ‘récord’ de trabajo fue...
–En el estudio fueron 7 reportajes fotográficos y en la calle, 4 entre bautizos, bodas y comuniones, ‘la b b c’ como las conocemos coloquialmente.
–Personas famosas a las que ha fotografiado.
–Pues me viene a la cabeza Adolfo Suárez, Lola Flores, Manolo Escobar, Tomatito, Jorge Valdano, Narcís Serra y, desde que era niño, a nuestro alcalde, Ramón Fernández Pacheco, que vivía junto al Estudio.
–¿A qué se dedica desde que se jubiló hace una década?
–Juego mucho al dominó con los vecinos y voy al gimnasio.
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