La Fiscalía no cree a los acusados del tiroteo del 501: mantiene los cargos contra los tres

Almería/La Fiscalía de Almería ha elevado este miércoles a definitivas sus conclusiones y ha mantenido su petición de penas que suman 16 años de cárcel para tres acusados por intentar matar a tiros en Roquetas de Mar a un compatriota con el que uno de ellos se encontraba enemistado.

Al finalizar la segunda de las sesiones señaladas para la vista oral, la fiscal Déborah Díaz-Jiménez ha reiterado su petición de 14 años de prisión y órdenes de alejamiento de 500 metros durante 20 años, así como a la medida de libertad vigilada, por un delito de asesinato en tentativa.

También ha reclamado dos años de cárcel por un delito de tenencia ilícita de armas, y que indemnicen al perjudicado con 12.560 euros por las lesiones, las secuelas y los daños morales ocasionados.

No obstante, aunque inicialmente achacaba la autoría de los disparos al procesado D.A.P., un cubano en situación irregular en el país, ha dejado abierta la misma para que sea el tribunal formado por los magistrados Alejandra Dodero, Ignacio Angulo y Luis Durbán el que determine quién tiroteó al perjudicado.

La acusación particular ejercida por Mónica Moya y Karim El Marbouhe se ha adherido a la petición de la Fiscalía, mientras que el abogado José Miguel Ramos, que representa a P.P.D.C., ha pedido la absolución de su cliente, aunque ha presentado cinco alternativas posibles; el letrado del autoinculpado D.A.P., Francisco de Asís Ferre, ha pedido una condena por lesiones o tentativa de homicidio, y el de I.J.P., José Ricardo Arribas, la libre absolución de su patrocinado.

La calificación de la fiscal, a la que ha tenido acceso EFE, señala que el procesado P.P.D.C., un cubano en situación irregular en el país, formó con la víctima un grupo llamado 'Owen y Yaro', que se separó en 2020 por las "diferencias irreconciliables" entre ambos.

Asevera que a consecuencia de estas desavenencias, entre noviembre y el 13 de diciembre de 2022 contactó con los acusados D.A.P. 'Matador' e I.J.P., ambos compatriotas suyos, para "darle una muerte cierta" a la víctima.

De esta forma, el 11 de diciembre de dicho año el acusado I.J.P. viajó a Almería desde Oviedo para ser recogido al día siguiente por los otros dos procesados, en un coche que había sido alquilado por P.P.D.C., presuntamente con la intención de no ser descubierto.

Sobre las 17:15 horas del 13 de diciembre habrían acudido a un pub de la barriada roquetera de Aguadulce para "conocer el recorrido" de su víctima y el vehículo que el perjudicado utilizaba.

Sostiene el fiscal que para engañar a la víctima, P.P.D.C. accedió a este local y se dirigió a otro hombre de "manera mendaz" para instarle a que lo llamara para comprarle un gramo de cocaína.

Tras esto, habría regresado con los otros acusados al automóvil para intentar localizar desde éste el turismo de la víctima, aunque sin resultado.

Sobre las 23:11 horas regresaron a este pub para volver a reclamar la presencia de la víctima y "así darle muerte".

Una media hora más tarde lo vieron llegar al lugar y uno de ellos se apeó del coche, cruzó una rambla y mientras la víctima hacía un pase de droga desde su turismo, efectuó seis disparos con una pistola Browning del calibre 7,65.

Hecho esto, los tres acusados habrían escapado del lugar, y el agredido logró salvar la vida tras sufrir dos heridas por arma de fuego, una en la cadera derecha, y otra en la parrilla costal izquierda.