Firme rechazo social al hotel en Genoveses: "El mayor peligro es el precedente que crea"
Urbanismo
Más de 500 personas se manifiestan contra un proyecto que “no responde a ningún interés público y social"
'Genoveses sin hotel' lo tiene claro: "No hay justificación económica, social y cultural para el hotel"
La Plaza de las Velas de la capital de Almería ha sido este viernes el centro neurálgico de las protestas que la plataforma ciudadana ‘Genoveses sin hotel’ está encabezando para paralizar el proyecto de rehabilitación del cortijo Chiqueras, ubicado en el paraje del Campillo de Los Genoveses, en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, que pretende transformar este inmueble en un hotel rural de 30 habitaciones.
La desembocadura de la Rambla Federico García Lorca ha acogido una manifestación en la que se han congregado, pese al fuerte viento que arreciaba, alrededor de 500 personas, custodiadas por una pancarta y proclamas que rezaban ‘Genoveses sin hotel’, 'Algarrobicos no' o 'Cabo de Gata no se toca'. Una manifestación que ha discurrido por las Almadrabillas y el Paseo Marítimo y que ha sido secundada por miembros de la sociedad civil, así como por representantes de distintas plataformas como Amigos del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar y Grupo Ecologista Mediterráneo (GEM). Esta concentración está sustentada además en la presentación de cerca de 300.000 firmas contra el proyecto y de alrededor de 4.000 alegaciones cursadas ante el Ayuntamiento de Níjar.
La principal reivindicación de los presentes es firme: mostrar el rechazo de la sociedad frente al procedimiento iniciado por el Consistorio nijareño a instancias de la Junta de Andalucía para declararlo de interés público y social. A la postre, única manera de hacerlo viable pues el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) de Níjar califica la parcela sobre la que se asienta el cortijo con categoría C1 y la provee exclusivamente de uso agrícola.
Es en este punto donde radica la clave de este asunto. “La normativa no contempla el uso hotelero de este suelo, pero no lo prohíbe expresamente”, señala a este periódico Céline Feutry, portavoz de la plataforma ‘Genoveses sin hotel’, al tiempo que lamenta: “Por un lado está la ley y, por otro, la interpretación de la misma, que siempre suele ser política”.
Ante esta interpretación interesada de la norma, desde la plataforma tienen clara la alternativa: hacer mucho ruido. “Un movimiento social muy fuerte dificulta la tarea del Ayuntamiento”, apunta la representante ecologista, aunque matiza que piensan llegar hasta el final para frenar este proyecto que previsiblemente continuará por los cauces previstos una vez se celebre la sesión plenaria que dará luz verde a la utilidad pública de esta actuación. Después se iniciará la batalla judicial. “Solo podremos ganarla si previamente hemos conseguido una movilización social muy importante; es fundamental todo lo que hemos hecho hasta ahora. El mayor peligro no es el hotel en sí, que también, sino el precedente que crea”, apostilla Feutry.
La presión social, clave
En esta misma línea se sitúan otras fuentes de 'Genoveses sin hotel' consultadas por este medio. "Ahora mismo la presión social es clave", señalan, "porque existe una posibilidad de que el Ayuntamiento reflexione y abandone el proyecto", subrayan.
Desde la plataforma ciudadana esperan que así sea, aunque inciden el futuro nada halagüeño que se vislumbra si proyectos como este terminan viendo la luz. “Puede suponer que todos los cortijos abandonados de la zona sean rehabilitados”, vaticina un miembro de la agrupación.
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