La fiesta de noche se vive intensamente
Familias y grupos de amigos disfrutan del recinto ferial que cada noche se ha llenado de música, alegría y diversión
La Feria de la noche en Olula del Río durante estos cuatro días ha contado con la visita de numerosos vecinos no solo olulenses, sino también de otras localidades vecinas. Y es que la cita es ineludible para la mayoría; atracciones para pequeños y grandes, todo tipo de puestos donde comer desde la tradicional patata o pollo con patatas y pimientos, hasta kebab y tapas para todos los gustos.
Familias vestidas con sus mejores galas, cuadrillas de amigos que abandonaban la feria del mediodía y se disponen a seguir la fiesta hasta que el cuerpo aguante, o los abuelos con sus nietos que han paseado durante horas entre los cacharros y puestos instalados en el recinto ferial olulense para disfrutar también de la otra feria.
Sobre todo los más pequeños han esperado ansiosos la apertura de las atracciones y puestos para subirse en los coches de choque, el tren de la bruja o el castillo hinchable. "Es una vez al año y los niños disfrutan más de la feria de noche; quieren subirse a todas las atracciones y llevamos todo el día esperando que llegue este momento" explica la madre de María y Carmen que acude a la feria con las dos pequeñas vestidas de flamenca.
Mientras otro grupo de niños no se separa del puesto de tiro, dispuestos a conseguir el juguete más grande. Y entre tanto, Melody que ha venido con su padre y sus hermanos a trabajar desde Berja, no deja de preparar patatas asadas para sus clientes.
El bullicio en la calle, la música, las sirenas de los cacharros y los temas de las orquestas que ya han empezado a sonar en la Nave Polivalente, han sido una constante cada noche en este recinto ferial.
Olula del Río cerraba anoche sus fiestas de septiembre y lo hacían además por todo lo alto. El concierto de la ex concursante de Operación Triunfo y cantante de Disney, GISELA, sirvió para despedir una año más estas fiestas que son para la mayoría la última oportunidad de divertirse en unas fiestas de verano, donde los vecinos aprovechan para reencontrarse con los amigos, disfrutar con la familia y desconectar de la rutina del día a día, aunque solo sea por unas horas.
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