Antonio Lao
Día de la Provincia, algo más que medallas
Coronavirus Almería
Con el cambio de hora se inició la temporada alta de los aeropuertos que este año ha sido desoladora en Almería al paralizarse toda la programación de las compañías con motivo del estado de alarma. Desde el lunes 23 no aterriza ningún avión de pasajeros y al día siguiente quedó cerrada al público la terminal de El Alquián. Sólo está operativa a demanda para otro tipo de operaciones no comerciales más que improbables en tiempo de coronavirus. Ni la Semana Santa ni el Imserso darán vida estos días como cada año a unas instalaciones que se mantienen blindadas con la presencia mínima de vigilantes, técnicos de Aena y empleados del mantenimiento. Es un aeropuerto fantasma, sin maletas en carritos y facturación, ni pasajeros en la cafetería ni colas en el control de seguridad.
Una imagen insólita de una instalación casi deshabitada que contrasta con la vida de la farmacia Aeropuerto que no sólo se mantiene abierta, sino que además cuenta un goteo permanente de clientes. Es un oasis en el desierto y así se mantendrá durante la crisis sanitaria. La farmacéutica titular del establecimiento desde hace tres años, Cristina Vázquez, asegura que nunca había visto la terminal así, ni tan siquiera en los inviernos más fríos del aeródromo en los que la reducción de vuelos es drástica. Es una de las pocas boticas de los barrios de la periferia del levante del término municipal y cuenta con horario de apertura y cierre ampliado, además de la proximidad con el hospital de alta resolución de El Toyo. Factores determinantes para el buen funcionamiento a pesar de la inactividad aeroportuaria. Están abiertos los 365 días del año de ocho de la mañana a diez de la noche.
"Siempre tenemos trabajo tanto presencial como por teléfono. Tenemos muchas llamadas para consultas sobre las recetas, para renovar el catálogo de medicamentos y también para saber si seguimos abiertos", comenta Cristina Vázquez. En este establecimiento trabajan con pantallas de seguridad y siguen a rajatabla los protocolos y recomendaciones que les ha hecho llegar el Colegio de Farmacéuticos de Almería, una institución que ha hecho posible también el reparto gratuito de productos a domicilio a los pacientes vulnerables. Trabajan con medidas de higiene máximas, además de las mascarillas, guantes y geles hidroalcohólicos y han establecido turnos para no coincidir si se diera un contagio. "Necesitamos protección porque tratamos a diario con muchos pacientes que aún siendo asintomáticos podrían estar contagiados y transmitirnos el virus", explica.
El abastecimiento de medicamentos sufrió algunas lagunas terapéuticas al inicio de la cuarentena como ocurrió con el Ibuprofeno y Paracetamol, pero se ha ido normalizando y disponen de todo el catálogo, incluidos los geles, siendo el único déficit, al igual que ocurre con la mayoría de farmacias del país, el de mascarillas y guantes. "No damos con proveedores porque ahora mismo la prioridad son los hospitales y centros de salud", asegura la propietaria de la Farmacia Aeropuerto. Todos los demás productos están entrando ya sin problema de forma periódica, una garantía para un negocio que mantiene al alza las ventas a pesar del estado de alarma. Abren todos los días, incluidos los fines de semana, con un horario más amplio de lo normal y localización estratégica que evita los desplazamientos de los vecinos del levante a las farmacias de guardia. Cuenta, además, con una clientela fija a la que no importa lo más mínimo que no esté operativa la terminal del aeropuerto. Es una botica de altos vuelos en tiempos de coronavirus.
Las farmacias de la provincia almeriense han registrado una "tendencia creciente conforme pasan los días" de la demanda de medicamentos a domicilio, con un aumento de peticiones por parte de los pacientes más vulnerables a los que es posible prestar este servicio durante la cuarentena por el COVID-19. "Comenzamos el día 31 de marzo y hasta hoy casi se ha duplicado el número de farmacias -que prestan este servicio-. Hay aproximadamente un 10 % de las farmacias de toda la provincia, aunque entendemos que irá a más", detalla la directora del Centro de Información del Medicamento del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Almería, María Dolores Ortiz. Y añade que es una situación que se irá notando aún más conforme los usuarios vayan "agotando" los fármacos que tienen prescritos. "Si no se pueden desplazar, lo tienen que pedir", incide. Los tratamientos reclamados son, principalmente, de pacientes crónicos y "unidos a la edad", de personas "que son vulnerables y presentan un estado de fragilidad". Porque no cualquiera puede solicitar un medicamento por teléfono, sólo aquellas personas confinadas vulnerables, los mayores de 60 o que tengan patología de base, sin familiares que puedan atenderlos, etc. Ortiz hace una llamada a la responsabilidad ciudadana. "Somos un sector esencial, pero esperamos que los ciudadanos lo usen adecuadamente, respeten las medidas de seguridad de cada farmacia y minimicen las visitas por el bien de todos. Desgraciadamente, no sabemos quién está infectado y hay que minimizar los contactos", precisa.
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