Cuando los falsos Boney M quisieron actuar en Almería

Pequeñas historias almerienses

Tenían programado un concierto el 31 de julio de 1985 en la capital, pero horas antes se destapó el fraude y el recital se suspendió

La epidemia que terminó en fiesta

Álbum de Boney M “Love for sale”, lanzado en 1977
Álbum de Boney M “Love for sale”, lanzado en 1977 / D.A.

Cada vez que el grupo musical Boney M. estrenaba un tema, los jovenzuelos almerienses que nacieron en los años cincuenta y sesenta -muchos serán hoy venerables abuelitos- se volvían locos bailando. O canturreando, a grito pelao, "Rasputin", "Daddy Cool", “Bahama mama”, "Ma Baker" o "Rivers of Babylon", con aquel inglés inútil y macarrónico que explicaban en las escuelas.

Entre 1974 y 1986 el grupo alemán de música disco era muy demandado en las pistas almerienses y escuchadísimo en las discotecas Fortress (en la calle Real, 57); Bocacho (en El Parador); Apocalipsis (en Aguadulce); Galaxia (en El Alquián); Crisis (en Roquetas); Atenas Club (en el Centro Comercial Altamira), Odeón Club (en el Parque) o Bayyana (donde la gasolinera). Los DJ de la época, que se les conocía como “Pinchadiscos”, sabían que los ritmos de Boney M garantizaban una pista llena de público.

Antes de popularizarse la Frecuencia Modulada –que ya existía en 1967-, Radio Popular –hoy COPE- emitía en el verano de 1974 los programas “Ritmo Joven” y “Discoteca de la Fama” entre las doce y media de la mañana y la una y media tarde, y aunque era en onda media y el sonido dejaba mucho que desear, los dos espacios sirvieron de catapulta para que los muchachos de la provincia conocieran más a Boney M. “Discoteca de la Fama” comenzó a radiarse el 1 de junio de 1973 y se prolongó durante varios años como espacio diario.

La tele era otro acceso a la música disco de los Boney M. En los setenta, en Almería solo se veía la Primera Cadena de TVE, pero ahí estaba “Aplauso”. El programa semanal comenzó el 7 de junio de 1978 y se prolongó hasta el 1 de enero de 1983. Fue sustituido por “Tocata”, que duró hasta 1987. Ambos apostaban por difundir la música más comercial y la que copaba las listas de ventas.

Hace cuarenta años, los fans almerienses de los verdaderos Boney M eran multitud
Póster interior de la funda del disco “Oceans of Fantasy”, donde se incluyó la canción dedicada a “El Lute”
Póster interior de la funda del disco “Oceans of Fantasy”, donde se incluyó la canción dedicada a “El Lute” / D.A.

Los pubs fueron otro lugar de ocio donde los jóvenes y adolescentes tenían acceso a los ritmos de Boney M. Alrededor de los años ochenta, la lista de “disco pubs” que funcionaban en Almería y provincia era inmensa; en todos sonaban los números uno de los “hit parade” del momento, entre los que casi siempre había un hueco para el grupo fundado por Marcia Barrett (1948), Maizie Williams (1951), Liz Mitchell (1952) y Bobby Farrell (1949). Como recordarán los fans, éste era el único varón del grupo; un artista que se movía sin parar en los platós y escenarios como si padeciera, como dicen en muchos pueblos, “azogue”. Bobby Farrell actuaba como cantante y bailarín, aunque muchos años después supimos que muchas veces la verdadera voz del grupo era de un tal Frank Farian, otro sujeto que estaba entre bambalinas. Por cierto, Farrell apareció muerto en la habitación de un hotel de Rusia, en diciembre de 2010. Un infarto acabó con su vida.

El caso es que Boney M. gustaba a los almerienses y a la juventud de casi todo el mundo. Llegaron a conseguir 18 discos de platino, 15 de oro y vendieron 150 millones de unidades. Aquí, los LPs y las cintas de casetes estaban siempre disponibles en “Galería del Disco”, “Río Preto Radio”, “Radyelec” o en “La Llave”, que tenía una buena sección de música. A otros más afortunados, algunos de los álbumes (Take the Heat off Me, Love for Sale, Nightflight to Venus, Oceans of Fantasy, Boonoonoonoos, Christmas Album o Ten Thousand Lightyears) se los traían de El Corte Inglés o de Galerías Preciados, por lo que la pegatina de la tienda, adherida a la funda o la carátula del casete, le otorgaba al regalo un valor añadido, debido a su procedencia. Decir que tenías un disco de El Corte Inglés molaba mucho entre las pandillas juveniles.

En un solar de Oliveros, aun sin construir, se montó un recinto cutre para la actuación

Rumor en los pubs

Así las cosas, durante el mes de junio de 1985 comenzó a correr de boca en boca el cotilleo de que Boney M. vendría a actuar en Almería el 31 de julio. Algún listo se encargó de difundir el rumor de un gran concierto entre la muchedumbre de las puertas de los bares “Pedra Forca” y “Parrilla” y en las barras de “Themis”; “Maravillas”; “Aqualung”; “Duende”, “Capitán Nemo”; “Florida”, en Aguadulce; “Paraninfo”, de la calle Altamira; “Lord Nelson”; “Robinson”; “Mediterráneo” en cuya gran pantalla se proyectaban videos de los Boney M o entre la clientela del pub “Patasu”, que estaba en la calle Memorias.

Los verdaderos fans almerienses del grupo estaban algo desconcertados con el posible concierto. Quienes leían revistas musicales y estaban al tanto de las novedades ya sabían que Boney M no tenía previsto actuar en España durante el año 1985. Así lo había confirmado José María Cámara, director de la casa de discos “Ariola”. Pero, claro, también conocían que Antena 3 radio había organizado en varias provincias diferentes conciertos bajo el slogan “Verano 85” e incluyó al grupo alemán en la actuación del 19 de julio en Málaga. Y hubo actuación, como otra en Benidorm, pero algún testigo directo de los recitales confesó que “no se les parecía en nada” a los verdaderos.

No obstante, se comenzó a instalar una carpa en uno de los espacios, aún sin construir, del gran solar que quedó de la industria de Oliveros. El 30 de julio ya estaba montado un recinto y un escenario. Si bien, todo algo cutre; con paredes de tablas de madera y conglomerado, en cuya superficie pegaron con goma líquida grandes carteles con la foto de Boney M, reproducción de uno de los álbumes. Había un hueco para la taquilla, donde obligatoriamente había que adquirir la entrada horas antes de concierto, por lo que la eliminación de la venta anticipada salvó a muchos fans de la provincia de ser estafados.

Porque, unas horas antes del concierto de Almería, se destapó el engaño. Los tales Boney M estaban siendo suplantados por otras personas que nada tenían que ver con los cantantes originales. Eran unos impostores. La denuncia de José María Cámara en los juzgados de Madrid la aderezó con que los farsantes, artística y profesionalmente, “eran muy malos”. Se dijo que los farsantes habían firmado un “caché” de dos millones de pesetas, cantidad elevada para que el espectáculo hubiese sido rentable. Descubierto el pastel, el argumento que los falsos Boney M expusieron al representante local de espectáculos que les contrató fue que no podían desplazarse a Almería “por enfermedad grave de uno de los componentes”. Lo cierto es que aquel concierto de los farsantes jamás se celebró.

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